Pablo Alborán responde a Feijóo por sus polémicas palabras sobre Andalucía

El cantante contesta al presidente del PP tras su comentario sobre que los andaluces 'no saben contar' los kilómetros de costa

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a situarse en el centro de la controversia tras unas declaraciones que han generado un intenso debate en redes sociales y en la opinión pública española. Durante un acto público, el líder conservador realizó un comentario jocoso sobre los andaluces que ha sido interpretado como despectivo por numerosos sectores de la sociedad, especialmente en la comunidad autónoma andaluza.

El incidente ocurrió cuando Feijóo intentaba destacar las características geográficas de su tierra natal, Galicia. En su intervención, afirmó que esta región del noroeste peninsular posee los mayores kilómetros de costa de toda España. Fue en ese momento cuando, en un tono que pretendía ser humorístico, lanzó la pulla que ha desatado la polémica: "Ya sé que los andaluces no están de acuerdo en esto, pero no saben contar". Esta frase, lejos de pasar desapercibida, provocó una oleada de críticas y réplicas en las horas siguientes.

La respuesta no se hizo esperar. Entre las numerosas reacciones que se sucedieron en la plataforma X y otros medios digitales, destacó la del político catalán Gabriel Rufián, cuyo mensaje superó rápidamente el millón de visualizaciones. Sin embargo, las réplicas más mediáticas llegaron desde el mundo de la música y el espectáculo, donde varios artistas de renombre nacional decidieron alzar la voz contra lo que consideraron un agravio innecesario hacia los andaluces.

El cantante malagueño Pablo Alborán, uno de los artistas españoles más reconocidos internacionalmente, optó por una respuesta elegante y contundente a través de su cuenta de Instagram. Sin mencionar directamente al presidente del PP, Alborán publicó un story en el que, sobre fondo negro, escribió un mensaje que dejaba clara su postura: "Eh... Dicen que no sabemos contar. Será porque contamos historia, compases, lunares y no tonterías". Con estas palabras, el intérprete de "Solamente tú" revirtió el supuesto defecto aritmético que le atribuía Feijóo, convirtiéndolo en una virtud artística y cultural.

La respuesta de Alborán, lejos de ser una simple réplica, constituye una sofisticada defensa de la identidad andaluza y su contribución a la cultura española. Al referirse a la historia, los compases musicales y los lunares -elementos fundamentales del flamenco y la cultura andaluza-, el artista malagueño establece una clara distinción entre lo que realmente importa y lo que considera trivialidades. Su mensaje, breve pero cargado de significado, ha sido ampliamente celebrado en redes sociales como un ejemplo de cómo responder con clase a una provocación política.

No obstante, Pablo Alborán no ha sido el único artista que ha reaccionado ante las palabras de Feijóo. La cantante María Peláe, también de origen andaluz, empleó el sarcasmo para desmontar el argumento del líder popular. A través de sus redes sociales, la artista señaló con ironía: "Él es Pitágoras ahora. El número Pi. Los números de Fibonacci, esos, fueron creados por él". Esta respuesta, cargada de humor ácido, ridiculiza la pretensión de Feijóo de erigirse en autoridad matemática y cuestiona su capacidad para juzgar los conocimientos aritméticos de toda una comunidad autónoma.

Por su parte, Alejandro Sanz, uno de los artistas más laureados de la música española, optó por una respuesta más directa y pedagógica. El cantante publicó en sus redes un simple pero efectivo mensaje: "Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez. Un, dos. Así se cuenta en Andalucía". Con este gesto, Sanz no solo demostraba que los andaluces sí saben contar, sino que también reivindicaba la identidad de su tierra natal de forma clara y sin ambigüedades.

Ante el creciente malestar generado por sus declaraciones, Alberto Núñez Feijóo intentó atenuar la polémica mediante una publicación en la red social X. En su mensaje, el presidente del PP justificó sus palabras afirmando que se trataba de "una broma hecha por un gallego". Esta excusa, sin embargo, no ha logrado convencer a muchos de sus críticos, que consideran que un líder político de su calibre debe ser más cuidadoso con sus declaraciones públicas, especialmente cuando estas pueden interpretarse como despectivas hacia una comunidad autónoma completa.

Este no es el primer incidente de este tipo en el historial de Feijóo. Desde que asumió la presidencia del Partido Popular, el político gallego ha protagonizado varias polémicas por declaraciones que han sido calificadas como desafortunadas o directamente ofensivas. La tendencia a meter la pata, como han señalado numerosos analistas, parece haberse convertido en una constante en su trayectoria política reciente, generando dudas sobre su capacidad para comunicar efectivamente sin generar fricciones innecesarias.

El impacto de esta polémica trasciende el mero ámbito político y nos habla de la sensibilidad actual de la sociedad española ante cualquier tipo de comentario que pueda interpretarse como denigrante hacia una identidad regional. En un momento en el que las reivindicaciones autonómicas y el orgullo local están más vivos que nunca, las palabras de un líder nacional no pueden ser tomadas a la ligera. La respuesta contundente de artistas como Pablo Alborán, María Peláe o Alejandro Sanz refleja una ciudadanía cada vez menos dispuesta a tolerar generalizaciones o bromas de mal gusto que afecten a su identidad colectiva.

La lección que se desprende de este episodio es clara: en la España del siglo XXI, donde las redes sociales amplifican cualquier mensaje en cuestión de segundos, la responsabilidad en el lenguaje político es fundamental. Mientras que Feijóo intentó justificar su comentario como una simple broma, la respuesta de los artistas andaluces demostró que la cultura, el arte y la historia de una comunidad no son materia de chistes, sino patrimonio colectivo que merece respeto. La capacidad de Pablo Alborán para transformar una crítica en una reivindicación cultural ejemplifica cómo la elegancia y la contundencia pueden ir de la mano en la defensa de los valores identitarios.

Referencias

Contenido Similar