Las hijas de Zapatero cierran su perfil de Twitter tras el escándalo del caso Plus Ultra

La agencia de comunicación de las hijas del expresidente ha eliminado su cuenta de X después de que su cliente, el empresario Julio Martínez, fuera detenido en la operación judicial

La detención del empresario Julio Martínez Martínez el pasado viernes ha desatado una nueva oleada de repercusiones en el entorno del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. La operación policial, enmarcada dentro de la investigación del caso Plus Ultra, no solo ha afectado a los máximos directivos de la aerolínea, sino que ha alcanzado a la esfera personal de Zapatero a través de sus dos hijas, Laura y Alba Rodríguez, gestoras de una agencia de comunicación que contaba con Martínez entre sus clientes.

El arresto de Julio Martínez, que no ocupaba ningún cargo directivo en Plus Ultra pero mantenía una estrecha relación con la compañía, ha puesto en la mira la actividad empresarial de las hijas del exmandatario. A través de su sociedad Análisis Relevante S.L., el empresario, titular de una treintena de empresas, realizó importantes desembolsos económicos a favor de Whathefav, la firma dirigida por las hermanas Rodríguez desde 2019.

Whathefav, cuyo nombre hace referencia a los "favoritos" o "me gusta" de las redes sociales y que utiliza un corazón rosa como imagen corporativa, se define a sí misma como una empresa especializada en estrategias de marketing tanto dentro como fuera del ámbito de los deportes electrónicos. La compañía de Martínez figuraba como uno de los principales clientes en la página web de la agencia, lo que ha generado un interés mediático creciente desde el viernes.

Los vínculos de Julio Martínez con Venezuela y su participación en las negociaciones que condujeron al rescate de Plus Ultra con 53 millones de euros de dinero público han sido objeto de investigación judicial. Durante ese proceso, Martínez mantuvo contactos directos y reuniones periódicas con el propio Zapatero, hechos que ahora se analizan en el contexto de la operación judicial.

Ante la creciente presión mediática y la exposición pública derivada de estas conexiones, las hijas del expresidente han optado por una estrategia de desaparición digital. La primera medida ha sido la eliminación de la cuenta de Twitter/X de Whathefav, la plataforma donde la empresa mantenía su perfil principal de comunicación. Este movimiento busca reducir la visibilidad de la agencia y evitar que el foco de la investigación se centre en su actividad comercial.

No obstante, la estrategia de borrado no ha resultado completamente efectiva. La cuenta de X, aunque desactivada por sus propietarios originales, no ha desaparecido del todo. En cuestión de horas, un nuevo usuario aprovechó la disponibilidad del nombre de usuario y se hizo con el control de la cuenta @Whathefav. El nuevo propietario, que creó su perfil en diciembre y cuenta con una quincena de seguidores, ha transformado completamente el contenido del perfil.

El corazón rosa característico de la agencia de las hijas de Zapatero ha sido sustituido por uno verde, y la descripción de la cuenta ahora reza "España se hunde por culpa del socialismo". El contenido difundido por este nuevo gestor se centra en críticas al Gobierno de Pedro Sánchez y al propio Zapatero, con una clara intencionalidad política. Esta situación ha generado una suerte de secuestro de identidad digital que, paradójicamente, mantiene el nombre de la empresa en la palestra pública, aunque con un mensaje completamente opuesto al original.

Mientras tanto, la presencia de Whathefav en otras plataformas digitales también ha sido drásticamente reducida. En Instagram, la empresa apenas mantiene cuatro publicaciones después de una limpieza masiva de contenido, la última de ellas datada de septiembre. El número de seguidores en esta red social se ha reducido a tan solo 105, lo que refleja la estrategia de minimizar su huella digital.

La operación de limpieza digital de la agencia de las hijas de Zapatero coincide con un momento de máxima sensibilidad para el expresidente. El caso Plus Ultra ha levantado polémica por el uso de fondos públicos para rescatar una aerolínea con vínculos en Venezuela, y cualquier conexión con este asunto se convierte en potencialmente dañina desde el punto de vista de la reputación.

La empresa Whathefav, durante sus años de funcionamiento, había logrado consolidar una cartera de clientes considerable, especialmente en el sector de los deportes electrónicos y el marketing digital. Sin embargo, la asociación con Julio Martínez y su posterior detención han puesto en riesgo la estabilidad de la compañía, que ahora prefiere mantener un perfil bajo hasta que la tormenta mediática pase.

El fenómeno de la apropiación de la cuenta de Twitter no es nuevo en el ámbito digital, pero resulta particularmente llamativo en este caso por las implicaciones políticas. El nuevo propietario utiliza la antigua cuenta de la agencia de las hijas de Zapatero como plataforma para difundir mensajes críticos con el socialismo y con la gestión del expresidente, creando una situación que mezcla activismo político con una forma de ciberactivismo.

Expertos en reputación digital señalan que esta estrategia de eliminación de perfiles puede tener efectos contraproducentes, ya que genera suspicacia y puede interpretarse como un intento de ocultar información. La transparencia, argumentan, suele ser la mejor política en situaciones de crisis, especialmente cuando se gestiona una empresa de comunicación.

El caso también pone de manifiesto la vulnerabilidad de las marcas en el entorno digital. Una cuenta de redes sociales, aunque sea eliminada por sus creadores, puede ser recuperada por terceros y utilizada con fines ajenos a los originales, lo que representa un riesgo reputacional adicional que las empresas deben considerar en sus estrategias de gestión de crisis.

Mientras la investigación judicial avanza, las hijas de Zapatero mantienen su actividad empresarial, aunque de forma mucho más discreta. La decisión de abandonar Twitter y limpiar su presencia en Instagram refleja una tendencia creciente entre los gestores de reputación que prefieren controlar el mensaje a través de canales más directos y menos expuestos al escrutinio público.

El futuro de Whathefav dependerá de cómo evolucione el caso Plus Ultra y de la capacidad de la agencia para distanciarse de las implicaciones del escándalo. Mientras tanto, la cuenta de Twitter secuestrada continúa activa, sirviendo como recordatorio constante de una crisis que las hijas del expresidente preferirían dejar atrás.

Referencias

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