El FC Barcelona afronta un nuevo desafío en su calendario con el partido del martes contra el Chelsea en Londres, y las últimas novedades en el vestuario ofrecen un panorama mixto: buenas noticias con la reaparición de Marcus Rashford, y una baja confirmada con la ausencia de Pedri.
Rashford, de la incertidumbre a la convocatoria
El delantero inglés, que había generado cierta preocupación por su ausencia en los últimos entrenamientos, volvió a pisar la Ciutat Esportiva este domingo y completó la sesión con el grupo. Su presencia en el campo es una señal clara de que estará disponible para el viaje a Inglaterra, aunque aún queda por definir si será titular o entrará desde el banquillo.
La semana pasada, Rashford se ausentó tanto el jueves como el viernes, y ni siquiera asistió al Camp Nou el sábado para el partido contra el Athletic Club. Su baja estuvo envuelta en un halo de confusión: primero se habló de "asuntos personales", luego de "problemas físicos leves", después de un "proceso febril" y, finalmente, el club emitió un comunicado médico que lo diagnosticó con un "proceso gripal". Esta sucesión de versiones ha dejado un poso de duda entre los aficionados, que esperan ahora ver al jugador en acción para confirmar su estado real.
Con el regreso de Rashford, el técnico Hansi Flick tendrá que tomar decisiones complicadas en ataque. Ferran Torres, que firmó un doblete ante el Athletic, atraviesa un momento de gran forma, y Raphinha también ha vuelto a demostrar su importancia en el equipo. La competencia en la delantera es intensa, y la titularidad de Rashford dependerá de cómo el entrenador valore el rendimiento colectivo y las necesidades tácticas del partido.
Pedri, la baja que se alarga con prudencia
En contraste con la buena noticia de Rashford, la ausencia de Pedri sigue siendo una realidad. El centrocampista canario no participó en el entrenamiento del domingo y se quedó en el gimnasio, lo que descarta su participación contra el Chelsea. Su lesión, un desgarro en el bíceps femoral de la pierna izquierda sufrido durante el Clásico del 26 de octubre, sigue siendo el foco de atención en la plantilla.
Aunque inicialmente se especuló con una baja de alrededor de un mes y medio, Pedri ha ido acortando progresivamente su tiempo de recuperación. Incluso se barajó la posibilidad de su regreso tras el parón internacional, pero la prudencia médica ha prevalecido. Ahora, la hoja de ruta apunta a su posible reaparición en el partido contra el Alavés el próximo sábado, o, como máximo, en el duelo ante el Atlético de Madrid el 2 de diciembre. Si se confirma, habrá recuperado la competición unos diez días antes de lo previsto inicialmente.
La ausencia de Pedri es un golpe para el equipo, especialmente en partidos clave como el que se avecina en Londres. Su capacidad para controlar el ritmo del juego y su visión de campo son fundamentales para el funcionamiento del Barça, y su regreso será una de las prioridades en las próximas semanas.
De Jong, listo para volver
Otra novedad positiva es el regreso de Frenkie de Jong. El centrocampista holandés cumplió su partido de sanción el sábado ante el Athletic y estará disponible para el partido contra el Chelsea. Su presencia en el once inicial es casi segura, ya que aporta equilibrio, profundidad y una gran capacidad de recuperación. Con las pilas cargadas tras el descanso, De Jong podría ser clave para contener el juego del Chelsea y organizar las transiciones ofensivas del Barça.
Entrenamiento de recuperación y preparación táctica
La sesión del domingo fue de carácter mixto: mientras los titulares del partido anterior se dedicaron a la recuperación física en el gimnasio, con baños y masajes, los jugadores que no tuvieron minutos trabajaron con mayor intensidad. Esta división es habitual en los días posteriores a un partido, y permite a los entrenadores ajustar la preparación según las necesidades de cada jugador.
Con el partido contra el Chelsea a la vuelta de la esquina, el cuerpo técnico del Barça tiene la tarea de definir una alineación que combine experiencia, frescura y equilibrio. La presencia de Rashford añade una nueva variable, mientras que la ausencia de Pedri obliga a buscar alternativas en el centro del campo. La vuelta de De Jong, por su parte, aporta estabilidad y confianza.
En resumen, el Barça llega a Londres con una plantilla en constante evolución. La reaparición de Rashford es un impulso moral, pero también una incógnita táctica. La ausencia de Pedri es una pérdida importante, pero la prudencia en su recuperación es comprensible. Y el regreso de De Jong, un factor clave para el equilibrio del equipo. El martes, en Stamford Bridge, se verá cómo estas piezas encajan en el gran rompecabezas que es el fútbol moderno.