El panorama meteorológico para las próximas horas en España presenta un escenario marcado por la estabilidad atmosférica, las bajas temperaturas y la ausencia de precipitaciones en la mayor parte del territorio peninsular. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la celebración de Nochevieja y Año Nuevo transcurrirá sin lluvias significativas, aunque con un marcado carácter invernal que se hará notar especialmente en el interior del país.
Durante la jornada de este martes, último día del año, el anticiclón consolidará su influencia sobre la península, promoviendo cielos despejados en la mayoría de regiones. Esta configuración atmosférica, sin embargo, traerá como consecuencia un descenso notable de las temperaturas, tanto en las horas nocturnas como diurnas. La presencia de este sistema de altas presiones actuará como un manto estable pero gélido, favoreciendo la formación de heladas generalizadas en amplias zonas del norte, centro y este peninsular.
Las precipitaciones quedarán relegadas exclusivamente al Cantábrico y a algunos puntos aislados de las islas Baleares. En el resto del territorio, la ausencia de nubes será la tónica dominante, creando las condiciones ideales para que el frío polar se instale con firmeza. En la capital española, las autoridades han activado el nivel de riesgo 2 por ola de frío, medida preventiva que refleja la intensidad del episodio gélido previsto.
Uno de los fenómenos más destacados de estas jornadas será la formación de bancos de niebla densos y persistentes en numerosos valles y mesetas del interior. Estas nieblas, además de reducir la visibilidad de forma drástica, podrían adquirir carácter engelante en zonas como la meseta norte, generando placas de hielo en carreteras y superficies expuestas. Las ciudades de Zamora, Palencia y Valladolid experimentarán esta situación con particular intensidad, registrando temperaturas diurnas que apenas superarán los 5 grados centígrados bajo la capa de niebla.
El miércoles, día de Nochevieja, y el jueves, primera jornada de 2025, mantendrán este patrón meteorológico estable pero frío. Las heladas continuarán afectando a buena parte de la península, mientras que las nieblas mantendrán su presencia en los mismos escenarios geográficos. La Aemet ha elaborado un listado de capitales donde se esperan temperaturas bajo cero durante la noche de fin de año: Albacete, Ávila, Burgos, Cuenca, León, Lleida, Pamplona, Salamanca, Segovia, Soria, Teruel y Vitoria. Para el jueves, la lista se extiende a Logroño, Madrid, Lugo y Toledo.
En contraste con la estabilidad peninsular, el archipiélago canario experimentará un cambio significativo a partir del jueves. Un frente atlántico llegará a las islas, desencadenando lluvias generalizadas, localmente fuertes y persistentes, especialmente en las islas occidentales. Este sistema frontal actuará como preludio de la entrada de la borrasca Francis, que marcará un punto de inflexión en la dinámica meteorológica de toda España.
Francis representa la sexta borrasca con gran impacto de la temporada 2025-26, una denominación que responde al nuevo protocolo de nomenclatura adoptado por los servicios meteorológicos del suroeste europeo. El Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera fue el encargado de bautizar a este potente sistema de bajas presiones, que sigue la estela de sus predecesoras Alice, Benjamin, Claudia, Davide y Emilia.
La llegada de Francis está prevista para el jueves en Canarias, pero su influencia más notable se dejará sentir en la península a partir del viernes. El oeste del país será el primer territorio en recibir sus efectos, con lluvias abundantes y generalizadas que se extenderán progresivamente hacia el resto de regiones durante el fin de semana. Los modelos meteorológicos apuntan a que los mayores acumulados de precipitación se registrarán en el tercio occidental peninsular, los Pirineos, el mar de Alborán y, nuevamente, en las islas Canarias.
La temporada de borrascas con gran impacto, que inició el pasado 1 de septiembre, establece un nuevo paradigma en la comunicación meteorológica en Europa. Por primera vez, los fenómenos que pueden generar avisos de nivel naranja o rojo -ya sea por vientos huracanados, precipitaciones torrenciales o nevadas intensas- reciben una identidad propia. Esta iniciativa busca mejorar la percepción pública del riesgo y facilitar la comprensión de la evolución de los sistemas meteorológicos potencialmente peligrosos.
El contexto sinóptico que rodea a Francis indica que se trata de un sistema profundo y bien organizado, alimentado por la energía de las masas de aire frío polar que descienden sobre el Atlántico. Su interacción con la orografía peninsular, especialmente con los sistemas montañosos del norte y oeste, potenciará los fenómenos de precipitación orográfica, incrementando los acumulados en zonas de relieve elevado.
Para la población, estas previsiones implican una doble lectura. Por un lado, la celebración de las fiestas de fin de año se desarrollará sin interrupciones por causa de la lluvia en la mayor parte de España, permitiendo los desplazamientos y las tradicionales celebraciones al aire libre, siempre con la precaución de abrigarse adecuadamente. Por otro, la llegada de Francis exige preparativos y vigilancia, especialmente en zonas vulnerables a inundaciones o desbordamientos.
Las administraciones locales y los servicios de emergencia ya han activado los protocolos de seguimiento continuo de la evolución de la borrasca. La red de pluviómetros y estaciones meteorológicas automáticas proporcionará datos en tiempo real que permitirá a la Aemet emitir avisos específicos y actualizados según la intensidad y trayectoria del sistema.
En el ámbito de la seguridad vial, la combinación de nieblas engelantes durante los días previos y las lluvias intensas con la llegada de Francis crea un escenario de riesgo elevado. Los conductores deberán extremar las precauciones, especialmente en carreteras secundarias de montaña y en zonas donde la acumulación de hielo previa pueda complicar la circulación una vez que comiencen las precipitaciones.
Desde una perspectiva climatológica, esta sucesión de eventos -estabilidad gélida seguida de una borrasca atlántica- resulta característica de los patrones invernales en la península Ibérica. La configuración del anticiclón de las Azores y su interacción con la circulación de latitudes más altas determinan este tipo de secuencias, donde la tranquilidad inicial da paso a la inestabilidad marcada.
La población canaria, acostumbrada a las influencias de los sistemas atlánticos, deberá prestar especial atención a los avisos de la Aemet durante el jueves y viernes. La orografía abrupta de las islas, combinada con vientos de componente sur en altura asociados a Francis, puede generar fenómenos de precipitación persistente en las vertientes norte de las islas de mayor relieve.
En resumen, el corto plazo meteorológico en España presenta un escenario dual. Los días de festividad transcurrirán bajo un manto de estabilidad fría, con nieblas y heladas como protagonistas en el interior peninsular. A partir del jueves, y con mayor intensidad el viernes, la borrasca Francis introducirá un cambio radical, trayendo consigo precipitaciones abundantes y generalizadas que afectarán progresivamente a todo el territorio. La vigilancia y la preparación serán las mejores aliadas para hacer frente a esta transición meteorológica.