Las autoridades canarias han activado el protocolo de alerta meteorológica ante la proximidad de la borrasca Francis, un potente sistema de bajas presiones que impactará el archipiélago en las primeras horas del 1 de enero. La decisión, adoptada por la Dirección General de Emergencias, responde a las predicciones de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) y se enmarca dentro del Plan Específico de Emergencias de Canarias por Riesgos de Fenómenos Meteorológicos Adversos (PEFMA).
El dispositivo de seguridad se desplegará de forma progresiva a lo largo de la madrugada y la mañana del día de Año Nuevo, con tres tipos de alertas diferenciadas que afectarán a diversas zonas del territorio insular. Esta estrategia escalonada permite a los servicios de emergencia prepararse de manera eficiente ante la evolución prevista del fenómeno atmosférico.
La primera medida en entrar en vigor será la alerta por fenómenos costeros, que se activará a las 02:00 horas del 1 de enero. Esta advertencia afectará específicamente al litoral norte, oeste y suroeste de El Hierro; las costas norte, oeste y sur de La Palma; las zonas oeste y suroeste de La Gomera; y el norte y oeste del resto de las islas. Los residentes y visitantes en estas áreas deberán extremar las precauciones ante la posibilidad de olas de notable altura y corrientes marinas peligrosas.
Solo una hora después, a las 03:00 horas, se establecerá la alerta por vientos intensos en las zonas altas y cumbres de La Palma y Tenerife, donde se esperan rachas significativas. Para el resto del archipiélago, las autoridades han declarado una situación de prealerta, lo que implica una vigilancia reforzada sin activar todos los mecanismos de emergencia. Los excursionistas y conductores que transiten por carreteras montañosas deberán consultar el estado de las vías antes de iniciar sus desplazamientos.
La tercera fase del protocolo comenzará a las 07:00 horas del mismo día con la alerta por lluvias, que afectará de manera directa a las vertientes este y oeste de La Palma, así como al sur y oeste de Tenerife. El resto de las islas permanecerá en prealerta, situación que podría evolucionar según el desarrollo real del fenómeno. Los acumulados previstos podrían ser considerablemente altos en períodos cortos, lo que aumenta el riesgo de inundaciones locales y desbordamientos de cauces.
La Aemet ha emitido un aviso amarillo para todo el archipiélago canario durante el 1 de enero, lo que indica riesgo meteorológico para las actividades habituales. Las previsiones apuntan a precipitaciones generalizadas ocasionalmente acompañadas de tormenta, que se extenderán desde el primer día del año en Canarias. Según el escenario más probable, el fenómeno se intensificará a finales del día 2 y, especialmente, durante el día 3 en el oeste peninsular, aunque las mayores acumulaciones se registrarán en el Golfo de Cádiz y, precisamente, en las islas Canarias.
Durante la jornada del 1 de enero, la borrasca Francis barrerá el archipiélago de oeste a este, generando un empeoramiento progresivo de las condiciones atmosféricas. Los modelos meteorológicos no descartan que las precipitaciones alcancen a Lanzarote y Fuerteventura al cierre de la jornada, aunque con menor intensidad que en las islas de mayor relieve. El modelo europeo ECMWF, uno de los más fiables a medio plazo, pronostica acumulados de hasta 50 litros por metro cuadrado en solo seis horas para la tarde del jueves en zonas del sur de Tenerife, cifras que justifican plenamente la activación del plan de emergencias.
La situación requiere especial atención por parte de la población, particularmente en zonas vulnerables a desbordamientos o desprendimientos. Las autoridades recomiendan evitar estacionar vehículos en zonas bajas o cerca de cauces, no transitar por senderos de montaña durante los episodios de viento fuerte y mantenerse alejado de las costas expuestas cuando se registren fenómenos costeros. También es aconsejable asegurar objetos en terrazas y balcones que puedan convertirse en proyectiles ante rachas de viento intensas.
Los servicios de emergencia permanecen en estado de alerta máxima, con refuerzos en los puestos de coordinación y los medios de respuesta distribuidos por todo el territorio. La población puede consultar las actualizaciones en tiempo real a través de los canales oficiales de la Dirección General de Emergencias y la Aemet, así como en las aplicaciones móviles específicas para la región.
La coincidencia temporal con las celebraciones de Año Nuevo añade una complejidad adicional a la gestión del riesgo, ya que numerosas personas se desplazan entre islas o participan en eventos al aire libre. Los organizadores de actividades masivas han sido informados de la necesidad de contar con planes de contingencia y de seguir las instrucciones de las autoridades en todo momento.
Desde el punto de vista meteorológico, la borrasca Francis representa el primer evento significativo del año en el ámbito nacional, destacando la vulnerabilidad particular de Canarias a este tipo de fenómenos por su condición insular y su topografía abrupta. La interacción entre los vientos alisios y el sistema de bajas presiones generará efectos locales que pueden intensificar las precipitaciones en las laderas expuestas, fenómeno conocido como "escalado orográfico".
Los expertos en climatología subrayan que, aunque el aviso amarillo no implica una situación de extremo peligro, la combinación de lluvia, viento y mar de leva puede crear circunstancias de riesgo moderado que justifican la activación de todos los mecanismos preventivos. La experiencia acumulada en eventos similares demuestra que una respuesta temprana y coordinada reduce significativamente el impacto potencial sobre personas e infraestructuras.
La población debe mantenerse informada a través de fuentes oficiales, evitando la difusión de rumores o informaciones no contrastadas. La colaboración ciudadana resulta esencial para minimizar incidentes, especialmente en lo referente a la limpieza de imbornales y el despeje de zonas que puedan obstruir el flujo de agua en zonas urbanas.
En resumen, la alerta meteorológica activada por el Gobierno de Canarias establece un dispositivo de respuesta escalonado que comenzará en la madrugada del 1 de enero con fenómenos costeros, seguido de vientos intensos en cumbres y finalizará con lluvias significativas en las islas de mayor relieve. La previsión de acumulados importantes y la presencia de tormentas justifican plenamente esta medida, que busca proteger a residentes y visitantes durante las celebraciones de Año Nuevo. La coordinación entre administraciones y la responsabilidad individual serán claves para superar este episodio sin incidencias graves.