El Teide se cubre de nieve por la borrasca Emilia y cierra sus accesos

El Parque Nacional suspende la entrada al público hasta el lunes ante desprendimientos y riesgo por la borrasca

El Parque Nacional del Teide ha amanecido este sábado con un paisaje invernal que transforma el volcán más alto de España. La borrasca Emilia, que azota el archipiélago canario, ha dejado precipitaciones en forma de nieve en las cumbres de Tenerife, creando un espectáculo visual único pero también una situación de riesgo que ha obligado a las autoridades a tomar medidas drásticas. La institución tinerfeña ha decidido cerrar todos los accesos al parque hasta el próximo lunes, priorizando la seguridad de residentes y visitantes ante las inclemencias meteorológicas. Esta decisión, adoptada por el Cabildo de Tenerife, responde a la activación del plan de emergencias ante fenómenos meteorológicos adversos que afectan a toda la región. Los responsables del parque natural han destacado que, aunque durante la jornada del sábado no se han registrado incidentes graves, la previsión de condiciones climáticas volátiles hace necesario extremar la precaución. La concienciación ciudadana ha sido fundamental para evitar situaciones comprometidas, pero la naturaleza impredecible de la borrasca requiere una respuesta institucional contundente. Los desprendimientos constituyen uno de los principales motivos de preocupación para los gestores del parque. En varios puntos de las carreteras de acceso al volcán se han producido caídas de rocas, tierra y ramas de árboles que obstaculizan la circulación y ponen en peligro a conductores y peatones. Estos incidentes, habituales en épocas de fuertes lluvias y vientos, se han intensificado con la acumulación de nieve en las zonas altas, donde la estabilidad del terreno se ve comprometida. Los servicios de emergencia han desplegado unidades de protección civil y bomberos en los puntos críticos para supervisar la situación y actuar ante cualquier contingencia. Su labor se centra en garantizar la integridad de las personas y los bienes materiales, así como en despejar las vías afectadas por los deslizamientos. La coordinación entre el Cabildo, el Parque Nacional y los cuerpos de seguridad ha permitido una respuesta rápida y eficiente, minimizando los riesgos para la población. La borrasca Emilia no solo ha transformado el paisaje, sino que ha alterado la dinámica turística de la isla. El Teide es uno de los principales atractivos de Tenerife, y su cierre temporal impacta en los planes de miles de visitantes. Sin embargo, las autoridades insistent en que la seguridad es la prioridad absoluta y que cualquier decisión se toma con base en informes técnicos y meteorológicos actualizados. Los pronósticos indican que las condiciones adversas podrían mantenerse durante las próximas horas, con posibilidad de nuevas precipitaciones y rachas de viento intensas en cotas elevadas. El plan de emergencias contempla la revisión constante de la situación y la apertura progresiva de los accesos una vez que los técnicos certifiquen que no existen peligros para los visitantes. Mientras tanto, se recomienda a la población evitar desplazamientos innecesarios hacia las zonas altas y seguir las indicaciones de las autoridades a través de los canales oficiales. La experiencia de temporadas anteriores demuestra que la prudencia es la mejor herramienta para prevenir accidentes en entornos naturales sensibles al cambio climático. La imagen del Teide cubierto de blanco es un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y la necesidad de respetar sus ciclos. Aunque el cierre temporal pueda generar frustración entre los turistas, la preservación de la seguridad humana y la protección del entorno natural justifican plenamente la medida. El Cabildo ha anunciado que se informará puntualmente sobre cualquier modificación en las restricciones, con el objetivo de reanudar la actividad turística en cuanto las condiciones lo permitan.

Referencias

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