La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha iniciado el proceso de retirada progresiva de los avisos meteorológicos que durante las últimas horas mantuvieron en vilo a buena parte del territorio mediterráneo español. El mapa de alertas, que hasta este lunes lucía múltiples zonas en amarillo y naranja, comienza ahora a mostrar una configuración mucho más tranquila, con apenas unos pocos puntos donde se mantiene la vigilancia por precipitaciones.
Según la información oficial, únicamente permanecen activos los avisos de nivel amarillo en las Islas Baleares, así como en puntos concretos de la costa levantina como Alicante, Cartagena y Mazarrón. Esta reducción de la alerta supone un respiro para las poblaciones que han sufrido las consecuencias de un fenómeno de Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) particularmente virulento para la época del año.
La Comunitat Valenciana, epicentro del fenómeno
La región valenciana ha sido sin duda la más castigada por este temporal inusual. Durante la jornada del domingo, el territorio registró cifras absolutamente excepcionales de actividad eléctrica, con más de 2.000 rayos impactando en apenas unas horas, un registro que establece un nuevo máximo histórico para el mes de diciembre. Este dato, confirmado por AEMET, pone de manifiesto la intensidad extraordinaria de la tormenta.
Las precipitaciones acumuladas han sido igualmente notables, superando los 180 litros por metro cuadrado en doce horas en numerosos puntos de la comunidad. Este volumen de agua, concentrado en un periodo tan breve, ha desbordado la capacidad de evacuación de los sistemas de drenaje urbano y ha puesto a prueba la resistencia de cauces fluviales que tradicionalmente presentan un caudal modesto.
El río Albaida y el río Magro han superado los umbrales amarillos en sus pasos por localidades como Manuel y Guadassuar, obligando a las autoridades a extremar la vigilancia. En la capital, Valencia, la jornada del domingo se ha convertido en la más lluviosa desde 1966, superando registros que perduraban durante más de medio siglo.
Incidentes y daños materiales
El balance de afectaciones es cuantioso y diverso. En la provincia de Valencia, más de una veintena de carreteras han sufrido cortes parciales o totales, mientras que el servicio de metro ha experimentado interrupciones en varias líneas. La localidad de Pobla Llarga ha visto desalojadas a 38 personas residentes en la calle Levante como medida preventiva ante el riesgo de inundación.
En Massanassa, las autoridades municipales mantienen una estrecha vigilancia sobre el barranco del Poyo, ante la posibilidad de desbordamiento que podría afectar a zonas residenciales. En Carcaixent, dos personas mayores con problemas de movilidad han requerido evacuación asistida por parte de los servicios de emergencia.
El Polideportivo de Benimaclet en Valencia ha abierto sus puertas como refuerzo para acoger a posibles afectados, siguiendo el protocolo de emergencia municipal. En Torrent, siete personas han precisado rescate activo tras quedar atrapadas en sus vehículos en el barranco de l'Horteta, mientras que en Santa Coloma varios edificios han sido desalojados por daños estructurales derivados de las inundaciones.
Andalucía: víctimas y desaparecidos
La comunidad andaluza, especialmente la provincia de Málaga y Granada, ha sufrido las consecuencias más trágicas del temporal. En Alhaurín el Grande (Málaga), las fuerzas de seguridad han reanudado la búsqueda de una persona desaparecida tras ser arrastrada por las aguas torrenciales. El alcalde del municipio ha transmitido su esperanza de poder dar con el paradero del desaparecido en las próximas horas.
En Íllora (Granada), el desenlace ha sido desgraciadamente fatal. El cuerpo sin vida de un motorista que fue arrastrado por la corriente ha sido localizado tras intensas labores de rastreo. La víctima, de 32 años, circulaba por una carretera comarcal cuando su motocicleta fue sorprendida por un torrente de agua y lodo. La búsqueda, que había sido suspendida temporalmente por las condiciones meteorológicas adversas, concluyó con el hallazgo del cadáver en las inmediaciones del cauce donde desapareció.
La comunidad autónoma ha registrado cerca de 500 incidencias relacionadas con el temporal, desde pequeños desbordamientos hasta desprendimientos de tierra que han afectado a la viabilidad carretera.
Murcia y Baleares, en alerta preventiva
En la Región de Murcia, las localidades de Lorca, Águilas, Cartagena y Mazarrón han vuelto a activar la alerta naranja tras un breve respiro, ya que el sistema frontal ha mostrado una nueva embestida sobre la zona del Valle del Guadalentín. Las autoridades mantienen activos los planes de emergencia y recomiendan extremar la precaución en desplazamientos.
Las Islas Baleares, aunque en nivel amarillo, no han registrado incidentes de especial gravedad, limitándose las afectaciones a dificultades en el tráfico marítimo y algunas acumulaciones de agua en zonas bajas de Mallorca e Ibiza.
Perspectiva meteorológica: llega el anticiclón
El temporal, que ha mantenido en vilo a cinco comunidades autónomas durante las últimas 48 horas, muestra finalmente signos de agotamiento. Los modelos de predicción de AEMET indican que el sistema nuboso se desplaza hacia el este, abandonando progresivamente la península.
En su lugar, se establecerá una situación de tiempo anticiclónico que garantizará jornadas de cielos despejados y ausencia de precipitaciones significativas durante al menos los próximos tres o cuatro días. Esta estabilización meteorológica permitirá a las brigadas de limpieza y reparación trabajar sin contratiempos en la restauración de la normalidad.
Comparativa con episodios anteriores
Los expertos en climatología han destacado el carácter excepcional de este fenómeno, aunque matizan que el patrón atmosférico no resulta inédito. La DANA de diciembre de 2024 comparte mecanismos de formación con otros episodios históricos, pero la concentración temporal de las precipitaciones y la intensidad eléctrica han superado con creces los registros medios.
La comparativa establecida con eventos previos pone de relieve que, aunque la configuración sinóptica era similar, la situación actual ha resultado más severa en términos de afectación puntual y acumulados pluviométricos en períodos cortos.
Recomendaciones y precauciones
A pesar de la mejora generalizada, AEMET mantiene el aviso de precaución para navegantes en el litoral mediterráneo, donde el estado de la mar continúa siendo adverso con olas de notable altura. En zonas de montaña, existe riesgo de desprendimientos de tierra en las próximas horas debido a la saturación del terreno.
Las autoridades recomiendan evitar el tránsito por carreteras secundarias en zonas de llanura fluvial y extremar la atención en cruces de cauces temporales, donde el agua puede circular con velocidad y volumen inesperados. La población debe mantenerse informada a través de los canales oficiales de emergencia y seguir las indicaciones de Protección Civil.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha trasladado su apoyo a los vecinos de Alhaurín el Grande y ha anunciado la activación de los protocolos de ayuda a familiares de víctimas. Asimismo, ha agradecido la labor de los cuerpos de emergencia que han trabajado sin descanso durante toda la crisis.
Conclusión
El temporal que ha azotado el Mediterráneo español deja tras de sí un panorama de destrucción parcial pero también la sensación de haber sorteado una situación que podría haber resultado aún más devastadora. La capacidad de respuesta de los servicios de emergencia y la efectividad del sistema de alerta temprana han permitido minimizar el impacto humano, aunque desgraciadamente no se ha podido evitar el fallecimiento de una persona.
La paulatina retirada de los avisos por parte de AEMET marca el fin de la fase de crisis y el inicio de la recuperación. Las comunidades afectadas afrontan ahora el reto de la reconstrucción y la evaluación de daños, con la esperanza de que el establecimiento del anticiclón permita una vuelta a la normalidad en los próximos días. El episodio servirá, sin duda, como caso de estudio para mejorar los protocolos de prevención ante fenómenos extremos cada vez más frecuentes en el contexto del cambio climático.