El Instituto Português do Mar e da Atmosfera ha bautizado a una nueva borrasca de alto impacto que impactará la Península Ibérica durante los primeros días de 2026. Se trata de Francis, un potente sistema atlántico que traerá consigo vientos intensos, oleaje adverso, precipitaciones abundantes y posibles nevadas en diversas zonas de España, Portugal y Marruecos, conformando un episodio meteorológico de notable entidad para el inicio del año que requerirá máxima atención por parte de la población y los servicios de emergencia.
Cronología detallada del impacto en territorio español
La llegada de Francis a España se producirá el jueves 1 de enero de 2026, dando comienzo al año con condiciones meteorológicas adversas que marcarán el inicio de 2026. En esta primera jornada, el archipiélago canario será el más afectado, con lluvias localmente fuertes que podrían ser especialmente intensas en las islas occidentales de mayor relieve topográfico, como Tenerife y La Palma, donde los acumulados podrían ser significativos y superar los valores medios del mes de enero en pocas horas, generando problemas de escorrentía en zonas vulnerables.
El viernes 2 de enero el sistema se desplazará progresivamente hacia el oeste peninsular, generando precipitaciones abundantes y persistentes en esta zona. Durante el fin de semana, los efectos del temporal se extenderán progresivamente al resto del territorio nacional, afectando a múltiples regiones con diferentes intensidades y creando un panorama meteorológico complejo para los primeros días del año, con condiciones que podrían persistir durante varias jornadas consecutivas y afectar a desplazamientos y actividades al aire libre.
Formación y evolución del sistema
La borrasca Francis tomará forma entre el 30 y 31 de diciembre de 2025 en el océano Atlántico, en latitudes relativamente lejanas a las costas peninsulares, aprovechando la energía térmica de las aguas oceánicas y la dinámica atmosférica propia de la zona. Su trayectoria posterior estará condicionada por potentes vientos en las capas altas de la atmósfera, que actuarán como un mecanismo de conducción dinámica, acercando el sistema al territorio peninsular por su flanco oeste-suroeste de manera gradual pero persistente, siguiendo la corriente de chorro polar y las dinámicas propias de las grandes borrascas atlánticas.
A medida que Francis se profundice y intensifique, generará un frente frío de gran actividad que el 1 de enero impactará directamente sobre Canarias. Este frente provocará un descenso térmico notable en el archipiélago, acompañado de acumulados pluviométricos significativos que podrían alcanzar valores considerables en las zonas de mayor altitud y en las vertientes expuestas a los vientos húmedos, generando situaciones de riesgo en zonas vulnerables y afectando a la movilidad entre islas.
Impacto en la Península y posibles nevadas
Para el día 2 de enero, el sistema evolucionará con la formación de nuevos frentes asociados, acercándose más a la Península. Esto traerá consigo mar agitada, rachas de viento intensas y acumulaciones importantes de lluvia en la mitad occidental del país, especialmente en regiones como Galicia, el País Vasco, Cantabria y el litoral atlántico andaluz. Las precipitaciones y el temporal continuarán afectando principalmente al suroeste peninsular, aunque también incidirán en otras regiones españolas y persistirán en Canarias con menor intensidad, creando un escenario de múltiples frentes activos simultáneamente.
Entre el 3 y 4 de enero, Francis se aproximará aún más al territorio, experimentando una mayor profundización y organización estructural. Su centro de bajas presiones se desplazaría desde el golfo de Cádiz hacia el Mediterráneo, complicando la situación meteorológica en esta cuenca y potencialmente afectando a las costas levantinas. Las presiones mínimas alcanzadas por el sistema serán excepcionalmente bajas para la época del año en la zona del golfo de Cádiz, lo que intensificará los efectos del temporal y podría generar fenómenos costeros de notable entidad, con olas que podrían superar los 4-5 metros de altura y afectar a infraestructuras costeras.
Uno de los aspectos más relevantes a monitorizar será la posible interacción entre la humedad abundante transportada por Francis y masas de aire frío tanto en altura como en superficie. Esta combinación, si se produce de la manera prevista por algunos modelos, podría desencadenar episodios de nevadas abundantes en zonas de interior de la Península y cotas relativamente bajas, aunque los modelos meteorológicos aún presentan altos niveles de incertidumbre para un horizonte temporal tan lejano, por lo que es prematuro establecer predicciones concretas sobre el alcance exacto de este fenómeno y las zonas específicas que podrían verse afectadas.
Contexto climático y seguimiento
Francis se convierte en la sexta borrasca de alto impacto de la temporada 2025-2026, una campaña invernal que está resultando particularmente activa y que está generando un patrón meteorológico muy dinámico sobre el Atlántico Norte y Europa Occidental. Su origen atlántico y la potencial interacción con masas de aire polar podrían generar escenarios meteorológicos complejos y de gran interés para la comunidad científica, que está analizando la posible influencia de factores teleconectivos como la NAO y la posible conexión con eventos de alta latitud que están modificando la circulación general.
Los servicios meteorológicos mantienen un estrecho seguimiento de la evolución de este sistema, dada la distancia temporal de la predicción y la complejidad del mismo. Las incertidumbres asociadas a las trayectorias y la intensidad final del fenómeno son considerablemente altas, por lo que será fundamental actualizar la información a medida que se acerque la fecha y los modelos ganen consistencia y fiabilidad, especialmente a partir del 28-29 de diciembre cuando los pronósticos de corto plazo comiencen a tener mayor precisión y detalle.
Los ciudadanos de las zonas potencialmente afectadas, especialmente en Canarias y el oeste peninsular, deberán estar atentos a los boletines oficiales emitidos por la AEMET y tomar las precauciones necesarias ante la posibilidad de un temporal de notable entidad que dará inicio al año 2026. La preparación y la vigilancia serán clave para minimizar los posibles efectos adversos de esta borrasca de alto impacto, que podría marcar el inicio de un año meteorológicamente muy activo y que servirá de referencia para las siguientes predicciones de la temporada.