Chelsea y Bournemouth firman tablas en un vibrante 2-2

Los 'Cherries' rescatan un punto en Stamford Bridge gracias a una exhibición ofensiva y la magia de Estêvão

El Stamford Bridge presenció uno de los encuentros más emocionantes de la jornada 19 de la Premier League. El Chelsea, con la necesidad de sumar de tres en casa, se vio sorprendido por un Bournemouth valiente que logró arrancar un meritorio empate a dos goles en territorio londinense. El duelo, marcado por la intensidad y las ocasiones claras en ambas porterías, dejó sensaciones encontradas en ambos bandos.

Desde el pitido inicial, el conjunto de Andoni Iraola demostró que no había viajado a la capital inglesa de turismo. La presión alta y la velocidad en las transiciones se convirtieron en su mejor arma para incomodar a los locales. Por su parte, el Chelsea buscó imponer su ritmo a través del control del balón y la calidad de sus hombres creativos, aunque la efectividad no acompañaría a los de Enzo Maresca en los momentos decisivos.

La primera mitad transcurrió con dominio alterno y ocasiones de peligro en ambas áreas. El conjunto azul generó varias llegadas claras, pero la falta de puntería y la seguridad bajo palos del portero rival evitaron que se adelantaran en el marcador. Los visitantes, lejos de amedrentarse, respondieron con contragolpes letales que pusieron en apuros a la defensa londinense en más de una ocasión.

Tras el paso por vestuarios, el encuentro adquirió un cariz más abierto. El Bournemouth salió con una actitud más agresiva, consciente de que un paso en falso podía costarle caro. Fue entonces cuando apareció la figura de Estêvão, el joven brasileño que se convirtió en la pesadilla de la zaga local. Su desparpajo, técnica deslumbrante y capacidad para generar peligro en cada acción marcaron la diferencia.

El extremo carioca tuvo una actuación memorable. En el minuto 62, un eslalon magistral por la banda derecha le permitió superar a dos rivales y sacar un disparo cruzado que obligó a una estirada milagrosa del guardameta Robert Sánchez. La pelota se marchó rozando el poste, pero el aviso ya estaba lanzado. Minutos después, volvió a generar peligro con un pase filtrado entre las piernas de la defensa que estuvo a punto de convertirse en el tanto del empate.

La polémica no se hizo esperar. Un posible penalti sobre Cole Palmer dentro del área encendió las protestas del banquillo local, pero el colegiado decidió no señalar la infracción. La jugada, revisada posteriormente por el VAR, confirmó la decisión inicial, generando malestar entre la afición presente en el estadio.

El Bournemouth no se amilanó y continuó con su plan. La entrada de João Pedro por el Chelsea intentó darle un nuevo impulso ofensivo al equipo, pero la defensa de los 'Cherries', bien organizada por Illia Zabarnyi y Dean Huijsen, mantuvo el tipo en los momentos de mayor presión.

La recta final del encuentro fue un auténtico correcalles. Estêvão, insistente, volvió a probar suerte con un disparo desde la frontal que se estrelló en el lateral de la red. La respuesta del Chelsea llegó de la bota de Enzo Fernández, cuyo lanzamiento desde la media distancia obligó a una intervención providencial del portero visitante.

Los cambios de Iraola resultaron clave. La entrada de Enes Ünal y Gittens refrescó el ataque del Bournemouth, que seguía creyendo en la victoria. El turco tuvo la ocasión más clara del partido en el 88, cuando un centro medido le dejó solo ante el portero, pero su remate de tijera se marchó por encima del larguero por muy poco.

El Chelsea, por su parte, buscó el gol de la victoria con más corazón que cabeza. La entrada de Reece James y Pedro Neto aportó profundidad por las bandas, pero la falta de acierto en el último pase y la seguridad defensiva del Bournemouth evitaron el tanto local.

El árbitro añadió cuatro minutos de descuento, tiempo en el que el Bournemouth estuvo más cerca de llevarse los tres puntos que el Chelsea de remontar. Una contra liderada por Estêvão acabó con un disparo de Brooks que despejó Wesley Fofana en la línea de gol, evitando la derrota de los suyos en el último suspiro.

Al final, el 2-2 reflejó fielmente lo visto sobre el césped. Un punto que sabe a poco para el Chelsea, que ve cómo se le escapan puntos en casa ante un rival directo en la tabla. Para el Bournemouth, el empate es un premio a su valentía y a la calidad mostrada, especialmente por Estêvão, que se erigió como la gran sensación del encuentro.

El técnico Iraola mostró su satisfacción en rueda de prensa: "Veníamos a por los tres puntos, pero el empate es justo. El equipo ha hecho un trabajo increíble, ha competido de tú a tú a uno de los grandes y eso habla muy bien de nuestro proyecto". Por su parte, Maresca reconoció los errores: "Hemos fallado en la definición y nos han faltado ideas en los momentos clave. Hay que mejorar".

Con este resultado, el Chelsea se queda en la zona media de la clasificación, lejos de los puestos europeos, mientras que el Bournemouth consolida su posición en la mitad alta de la tabla, demostrando que su buen hacer no es fruto de la casualidad. La Premier League sigue siendo la competición más impredecible y emocionante del mundo, y este encuentro es una nueva prueba de ello.

Referencias

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