AEMET activa alerta máxima por lluvias torrenciales en Murcia

La Agencia Estatal declara aviso rojo en Vega del Segura tras registrar 60 litros/m² en una hora en Fortuna y Albanilla

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha tomado la decisión de activar el aviso rojo, el nivel de alerta más elevado de su escala, para la comarca de Vega del Segura en la Región de Murcia. Esta medida excepcional, anunciada durante la mañana del domingo, responde a la acumulación de precipitaciones torrenciales que han superado los 60 litros por metro cuadrado en apenas sesenta minutos en varios puntos del territorio murciano.

El fenómeno meteorológico, de intensidad extraordinaria, ha impactado principalmente en localidades como Fortuna y Albanilla, donde los pluviómetros han registrado cifras realmente destacables para lo que suele ser un período seco en esta zona del sureste peninsular. La configuración orográfica de la Vega del Segura, una de las áreas más fértiles y pobladas de la región, hace que este tipo de eventos extremos puedan tener consecuencias significativas en infraestructuras y seguridad ciudadana.

Según los datos facilitados por el organismo meteorológico oficial, aunque en las últimas horas se ha observado una cierta disminución en la intensidad de las precipitaciones, el riesgo permanece latente. La saturación del suelo y el escurrimiento superficial generado por estas lluvias de carácter violento pueden provocar efectos diferidos en las horas siguientes, especialmente en zonas bajas y cursos fluviales.

El peligro más inmediato que contemplan los expertos se centra en los impactos corriente abajo, una expresión técnica que hace referencia a los problemas que pueden manifestarse en zonas situadas aguas abajo de las áreas donde ha caído la mayor cantidad de agua. Esta situación aumenta considerablemente la probabilidad de desbordamientos en ríos y ramblas, característicos de la hidrología mediterránea, donde los cauces suelen ser intermitentes pero pueden transformarse en verdaderos torrentes tras episodios de fuerte arroyamiento.

El periodo de vigencia de este aviso rojo está establecido hasta las 11:59 horas del 29 de diciembre, lo que implica que la población debe mantenerse en estado de alerta durante prácticamente todo el día. La AEMET ha hecho un llamamiento expreso a la precaución extrema para todos los residentes y visitantes que se encuentren en esta área geográfica, recomendando evitar desplazamientos innecesarios y extremar la atención en zonas próximas a cauces de agua.

La respuesta ciudadana no se ha hecho esperar. En las principales plataformas sociales ya circulan numerosas imágenes y vídeos capturados por vecinos de municipios como Abanilla o Beniel, que documentan los efectos de esta borrasca invernal. Los contenidos visuales muestran calles convertidas en ríos, zonas bajas inundadas y, en algunos casos, la caída de granizo de considerable tamaño, otro indicativo de la convectividad y energía acumulada en estas nubes de tipo cumulonimbus.

Desde el punto de vista meteorológico, este evento se enmarca dentro de los patrones de inestabilidad atmosférica que pueden afectar al litoral mediterráneo durante el invierno, cuando masas de aire frío en altitud interactúan con la relativamente tibia superficie del Mar Mediterráneo. La configuración sinóptica de estos días ha favorecido el desarrollo de sistemas convectivos organizados que, al alcanzar la costa levantina, han desencadenado precipitaciones de carácter localmente muy intenso.

La Región de Murcia, tradicionalmente caracterizada por su aridez climática y escasa pluviometría anual, no está exenta de episodios de riesgo hidrológico importante. La escasa capacidad de infiltración de muchos de sus suelos, sumada a una ocupación del territorio que ha modificado los cauces naturales, incrementa la vulnerabilidad ante fenómenos de esta magnitud. Las ramblas, lechos fluviales secos la mayor parte del año, se convierten en vías de escorrentía rápida que pueden poner en peligro infraestructuras viarias, viviendas y zonas industriales.

Las autoridades locales han activado sus protocolos de emergencia, coordinándose con la Agencia Estatal de Meteorología para recibir actualizaciones en tiempo real. Los servicios de limpieza y mantenimiento trabajan en la desobstrucción de imbornales y rejillas de evacuación, mientras que los cuerpos de seguridad refuerzan la vigilancia en puntos críticos conocidos por su historial de inundabilidad.

Para la población, resulta fundamental seguir una serie de recomendaciones de seguridad durante la vigencia de este aviso rojo. En primer lugar, evitar circular por carreteras secundarias y caminos rurales que atraviesen zonas de rambla o cauce. En segundo lugar, no intentar cruzar a pie o en vehículo zonas inundadas, ya que la fuerza del agua, aunque parezca poca profundidad, puede arrastrar personas y automóviles con facilidad. En tercer lugar, mantenerse informado a través de canales oficiales, tanto de AEMET como de la 112 Comunidad Autónoma.

Los agricultores de la Vega del Segura, cuyos cultivos de cítricos y hortalizas son fundamentales para la economía regional, también están en estado de alerta. Las inundaciones de huerta pueden causar pérdidas significativas si el agua estancada afecta a las raíces de los árboles frutales o destruye cosechas de hortalizas en invernadero. La red de drenaje agrícola, aunque eficiente en condiciones normales, puede verse desbordada por aportes extraordinarios como los registrados.

El sistema de alertas tempranas de AEMET funciona mediante una escala de cinco colores: verde (riesgo no significativo), amarillo (riesgo), naranja (riesgo importante), rojo (riesgo extremo) y morado (riesgo muy extremo). El aviso rojo implica que el fenómeno meteorológico previsto es excepcionalmente intenso y que existe una alta probabilidad de daños materiales y riesgo para la seguridad de las personas. No es una decisión que se tome a la ligera, sino que se fundamenta en modelos numéricos de predicción, observaciones de radar y estaciones automáticas.

La experiencia acumulada en episodios anteriores, como el cold drop (DANA) de septiembre de 2019 o las fuertes tormentas de otoño de 2021, ha demostrado que la son elementos clave para minimizar los efectos negativos. Las administraciones han mejorado notablemente sus capacidades de predicción y comunicación, pero la responsabilidad individual sigue siendo un factor determinante.

En las próximas horas, los modelos meteorológicos anticipan una gradual mejora, con tendencia a la estabilización atmosférica y disminución de las precipitaciones. Sin embargo, el efecto acumulativo del agua caída mantendrá activos los riesgos asociados. Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura están monitorizando los caudales en tiempo real, operando las presas de regulación para minimizar los picos de avenida y garantizar la seguridad de las infraestructuras de protección.

La población debe recordar que, tras la finalización del aviso rojo, conviene extremar la precaución durante las siguientes 24 horas. El agua residual que discurre por cauces, el posible deslizamiento de taludes saturados y la inestabilidad de construcciones cercanas a zonas de escorrentía pueden generar incidentes puntuales incluso cuando el cielo ya está despejado.

Este episodio meteorológico sirve como recordatorio de la importancia de contar con sistemas resilientes ante el cambio climático, que según los expertos puede incrementar la frecuencia e intensidad de estos eventos extremos. La adaptación del territorio, la mejora de la capacidad de drenaje urbano y la concienciación ciudadana son pilares fundamentales para reducir la vulnerabilidad de la Región de Murcia ante fenómenos que, si bien son naturales, pueden gestionarse de forma más eficiente.

Mientras tanto, los ciudadanos de la Vega del Segura permanecen atentos a las actualizaciones oficiales, confiando en que la alerta temprana y las medidas preventivas permitan superar este episodio de riesgo hidrometeorológico extremo sin graves consecuencias. La colaboración entre administraciones, servicios de emergencia y población civil constituye la mejor garantía para hacer frente a los desafíos que plantea la meteorología adversa en esta zona del Mediterráneo español.

Referencias

Contenido Similar