El Real Oviedo afronta un contratiempo significativo en su travesía liguera tras conocerse la convocatoria de David Carmo con la selección de Angola para la próxima Copa África. El central, cedido por el Nottingham Forest y pieza fundamental en el esquema de Luis Carrión, se ausentará del conjunto asturiano durante un período que abarca desde las últimas semanas de diciembre hasta las primeras de enero de 2026, comprometiendo la estabilidad defensiva del equipo en una fase decisiva del campeonato.
La competición continental, que rompe con el calendario habitual al celebrarse en plena temporada europea, arrancará el 21 de diciembre. Angola, combinado que capitanea las esperanzas del defensa oviedista, debutará un día después, el 22 de diciembre, midiéndose a Sudáfrica en el estreno del grupo B. Este grupo, que completa Zimbabue y Egipto, presenta un nivel equiparado que podría prolongar la participación de Carmo en el torneo más allá de la fase inicial.
La normativa de la FIFA establece que los futbolistas convocados deben incorporarse a la concentración de sus selecciones el lunes 15 de diciembre. Esta fecha resulta particularmente comprometida para el Real Oviedo, ya que el equipo disputa ante el Sevilla el domingo 14 de diciembre en el marco de la jornada 16. Aunque técnicamente el jugador podría estar disponible, la proximidad de ambos eventos hace prácticamente inviable su presencia en ese compromiso, generando dudas sobre su participación incluso en ese último partido previo a la concentración.
Con total certeza, Carmo se perderá el último encuentro del año para el conjunto carbayón: el Oviedo-Celta del 20 de diciembre. Esta ausencia se suma a la incertidumbre sobre el duelo ante el Sevilla, por lo que el equipo asturiano podría verse privado de su defensa más importante en hasta dos compromisos consecutivos antes de que concluya el año.
El escenario se complica exponencialmente si Angola progresa en la competición. La final de la Copa África está programada para el 18 de enero, y si la selección angolana alcanza instancias decisivas, Carmo se ausentaría de tres encuentros adicionales en el mes de enero: los partidos correspondientes a las jornadas ligueras contra Alavés, Betis y Osasuna.
Así pues, el Real Oviedo contempla diferentes posibilidades en función del rendimiento del combinado africano. En el hipótesis más favorable, si Angola queda eliminada en la fase de grupos, el defensa solo perdería el enfrentamiento contra el Celta. No obstante, si el equipo de Carmo llega hasta la final, la ausencia del central podría extenderse a cuatro o incluso cinco partidos, dependiendo de su disponibilidad final para el choque ante el Sevilla.
La trascendencia de David Carmo en el sistema de juego del Real Oviedo resulta incuestionable. Tras su llegada el pasado verano procedente del Nottingham Forest, el futbolista se ha consolidado como el defensor más utilizado por Luis Carrión en este primer tramo de temporada. Aunque no participó en las tres jornadas iniciales mientras completaba su proceso de adaptación, desde la quinta fecha ha sido titular indiscutible en prácticamente todos los compromisos, con la única excepción del duelo frente al Rayo Vallecano, donde no fue convocado debido a unas molestias físicas de última hora.
Su contribución trasciende lo puramente estadístico. Carmo aporta solidez defensiva, liderazgo en la organización de la línea de atrás y una experiencia internacional que resulta invaluable para un conjunto con aspiraciones de consolidarse en la categoría. Su capacidad para leer el juego, anticiparse a las jugadas rivales y generar salida limpia desde el fondo lo convierten en un elemento diferencial dentro del plantel asturiano.
La ausencia obligada del central obligará a Carrión a reestructurar su defensa en un momento crítico del campeonato, donde cada punto adquiere mayor relevancia en la lucha por los objetivos marcados. El técnico deberá decantarse por alguna de las opciones disponibles en la plantilla, ya sea recurriendo a centrales con menor protagonismo hasta el momento o adaptando la posición de algún jugador polivalente del equipo.
La convocatoria de Carmo pone de manifiesto el dilema recurrente que enfrentan los clubes europeos con futbolistas africanos en sus nóminas. La celebración de la Copa África en plena temporada europea genera tensiones inevitables entre las necesidades de las selecciones nacionales y los intereses de los clubes, que ven mermadas sus opciones en competiciones domésticas durante varias semanas.
Para el Real Oviedo, la prioridad radica en minimizar el impacto de esta baja sensible. La adaptación táctica, la capacidad de respuesta colectiva y la profundidad de plantilla serán factores determinantes para superar este bache sin comprometer las aspiraciones de la temporada. La institución asturiana ya trabaja en las alternativas necesarias para afrontar con garantías este período sin uno de sus pilares defensivos.
El regreso de Carmo dependerá exclusivamente del rendimiento de Angola en el torneo. Mientras tanto, el Real Oviedo deberá afrontar una de las pruebas más exigentes de la temporada con la incógnita de cuánto tiempo permanecerá ausente su central titular. La planificación y la gestión de este período marcarán, en gran medida, el éxito del equipo en las próximas semanas y la capacidad de mantenerse en los puestos de privilegio de la clasificación.
La situación requiere una respuesta inmediata del cuerpo técnico, que deberá trabajar en la consolidación de una línea defensiva alternativa capaz de mantener el nivel competitivo del equipo. La experiencia de los suplentes, la comunicación en el campo y la capacidad de adaptación serán claves para no desvirtuar el juego que ha llevado al Oviedo a ocupar una posición cómoda en la tabla durante las primeras jornadas del campeonato.
En definitiva, la marcha de David Carmo a la Copa África representa un obstáculo importante en el camino del Real Oviedo. La duración de su ausencia, variable entre uno y cinco partidos, condicionará el rendimiento defensivo del equipo en un tramo decisivo de la temporada. La capacidad de superar esta prueba determinará, en buena medida, la fortaleza del proyecto de Luis Carrión y la solidez de un plantel que aspira a consolidarse en la élite del fútbol español.