Marruecos vs Mali: análisis y pronóstico CAN 2025

Los Atlas Lions, anfitriones y favoritos, se enfrentan a Mali en la segunda jornada del Grupo A de la Copa Africana de Naciones 2025

El viernes 26 de diciembre de 2025, el Estadio Prince Moulay Abdellah de Rabat será el escenario de un encuentro decisivo en el Grupo A de la Copa Africana de Naciones 2025. Los anfitriones marroquíes, conocidos como los Atlas Lions, se medirán a una selección de Mali que necesita sumar puntos urgentemente. El duelo, programado para las 21:00 hora española, marca la segunda jornada de la fase de grupos y podría definir parcialmente el futuro de ambas selecciones en la competición continental.

Marruecos llega a este compromiso en un estado de forma excepcional. La escuadra dirigida por Walid Regragui extiende una racha invicta que ya alcanza los 26 partidos consecutivos sin conocer la derrota. En su debut en esta edición de la CAN, los marroquíes desplegaron un fútbol dominante y vencieron a Comoras por 2-0, con anotaciones de Brahim Díaz y Ayoub El Kaabi. Esta victoria no solo les dio los tres puntos, sino que también reafirmó su condición de principales candidatos al título.

La fortaleza del combinado marroquí radica en su equilibrio táctico. La defensa, comandada por veteranos de experiencia internacional, ofrece una solidez que ha sido clave en su trayectoria reciente. En el ataque, disponen de múltiples recursos ofensivos que les permiten generar peligro sin necesidad de asumir riesgos desmesurados. Esta capacidad para controlar los ritmos del juego los convierte en uno de los equipos más temibles del continente. El sistema de juego implementado por Regragui ha demostrado ser efectivo tanto contra rivales de menor calibre como contra las grandes potencias del fútbol mundial, como demostraron en el Mundial de Catar 2022 donde alcanzaron las semifinales.

El factor local juega a favor de los Atlas Lions. Jugar en casa, con el apoyo de su afición y en un estadio familiar, constituye una ventaja significativa que aspiran a aprovechar para consolidar su liderazgo en el grupo. El objetivo es claro: asegurar la clasificación a la siguiente fase lo antes posible y encarar los desafíos posteriores desde una posición de privilegio. La confianza del equipo es palpable, y la presión de ser anfitriones parece motivarles más que agobiarles.

Por el contrario, Mali afronta este encuentro con la presión de quien necesita imperiosamente sumar puntos. Su debut en el torneo resultó en un empate a uno ante Zambia en Casablanca, un resultado que, aunque evitó la derrota, dejó un sabor agridulce en el vestuario maliense. El transcurso de ese primer partido reflejó las inconsistencias que han marcado al equipo. Los malienses fallaron un penalti en la primera mitad, lo que hubiera podido cambiar el rumbo del encuentro. Aunque lograron adelantarse en el marcador en la segunda parte, una desconcentración en el tiempo añadido les costó dos puntos valiosos. Esta tendencia a conceder goles en momentos críticos ha sido una de sus debilidades históricas.

No obstante, Mali no es un rival a despreciar. La selección posee un centro del campo robusto y físico, capaz de imponerse en las disputas individuales y generar transiciones rápidas. En ataque, cuentan con velocistas que pueden explotar los espacios detrás de las líneas defensivas contrarias. Si logran mantener la concentración durante los 90 minutos y cerrar espacios en defensa, tienen capacidad para complicar a cualquier adversario. El entrenador de Mali deberá trabajar en la estabilidad emocional de sus jugadores, especialmente en los momentos finales de los partidos, donde han demostrado vulnerabilidad.

El historial reciente entre ambas selecciones favorece claramente a Marruecos. Desde 2017, se han enfrentado en tres ocasiones oficiales, con un saldo de dos victorias marroquíes y un empate. La más contundente fue una goleada 6-0 en 2017, mientras que en 2021 repitieron victoria por 2-0. El único empate registrado en este periodo fue un 0-0, también en 2017. Estos antecedentes refuerzan la condición de favorito de los Atlas Lions, aunque en el fútbol los partidos no se ganan por el historial. Mali conoce bien a su rival y buscará romper esta dinámica desfavorable con una actitud más pragmática y defensiva, intentando aprovechar los espacios que deje un Marruecos que probablemente asuma el protagonismo del juego.

En el capítulo de bajas, Marruecos tiene dos incógnitas importantes. Romain Saïss, pieza clave en la zaga, se retiró lesionado en el partido ante Comoras y su presencia es duda. Su experiencia y liderazgo defensivo son elementos difíciles de reemplazar. Además, Hamza Igamane continúa en la enfermería y no estará disponible, privando al equipo de una opción ofensiva interesante. Mali, por su parte, no tiene bajas confirmadas, pero presenta dos jugadores en situación similar. Niakaté y Bissouma llegan con molestias físicas y su participación se decidirá en las últimas horas previas al encuentro. La disponibilidad de estos futbolistas podría ser crucial para las aspiraciones del equipo maliense.

El partido presenta un claro contraste de estilos. Marruecos, con su 4-3-3 equilibrado, buscará controlar la posesión y atacar por las bandas con sus extremos de calidad. La capacidad de sus laterales para subir al ataque y la movilidad de sus delanteros crean constantes problemas a las defensas rivales. Mali, probablemente con un 4-2-3-1 más conservador, intentará cerrar espacios y salir al contraataque. La doble pivote defensiva será clave para cortar el juego marroquí y proteger a su defensa.

La clave del encuentro estará en la capacidad de Marruecos para romper una defensa compacta. Su paciencia y movilidad ofensiva serán determinantes. Por su parte, Mali necesitará ser efectivo en las pocas ocasiones que tenga y mantener la concentración defensiva durante todo el partido. Las casas de apuestas sitúan a Marruecos como claro favorito, y con razón. La combinación de su racha invicta, el factor casa y la calidad de su plantilla hacen difícil imaginar un resultado distinto a la victoria local. Sin embargo, Mali tiene los recursos para hacer un partido incómodo si logra mantener el orden táctico.

En definitiva, el encuentro entre Marruecos y Mali promete ser un duelo táctico interesante. Los Atlas Lions tienen la oportunidad de asegurar su pase a la siguiente ronda y consolidar su condición de candidatos al título. Mali, con la necesidad de puntuar, deberá mostrar su mejor versión para mantener vivas sus aspiraciones. El fútbol africano suele dar sorpresas, pero la lógica apunta a una victoria marroquí que refuerce su dominio continental. La expectativa está en ver si los malienses pueden romper su mala racha ante el anfitrión o si Marruecos continuará su camino imparable hacia la gloria.

Referencias

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