El enfrentamiento entre Al Ettifaq y Al Nassr en la reciente jornada de la Saudi Pro League deparó un intenso espectáculo futbolístico que culminó con reparto de puntos y goles en un resultado final de 2-2. La cita, disputada en el estadio local, trascendía la mera disputa de puntos para convertirse en el escenario de uno de los duelos individuales más atractivos del campeonato: el pulso goleador entre los compatriotas lusos Cristiano Ronaldo y Joao Félix. Ambos terminaron viendo puerta, pero ni siquiera así pudieron evitar que su conjunto cediera su primer empate del año, un desenlace que deja un regusto agridulce en el equipo de Riad y que rompe su racha de victorias consecutivas en lo que va de 2025.
El contexto previo al encuentro ya presagiaba un duelo de alta tensión y máxima exigencia. Al Nassr llegaba al compromiso con la necesidad imperiosa de reaccionar tras un inicio de año irregular, donde los resultados no habían acompañado el nivel de juego exhibido. Por su parte, Al Ettifaq, consciente de su condición de equipo revelación de la temporada, planteaba aprovechar cualquier concesión rival para seguir escalando posiciones en la tabla. Sin embargo, el aliciente principal residía en la batalla particular entre los dos portugueses, ambos en plena forma goleadora y separados por apenas un tanto en la clasificación de máximos artilleros. La expectativa era máxima y el encuentro no defraudó a los espectadores presentes en el coliseo.
Desde el pitido inicial, el conjunto visitante se hizo con el control del esférico y comenzó a tejer su juego con la paciencia de quien sabe que el tiempo juega a su favor. La posesión era netamente saudí, con los hombres de Luis Castro moviendo el balón de banda a banda en busca de espacios que permitieran desequilibrar a una defensa bien plantada. No obstante, el primer susto del encuentro llegaría de forma inesperada por medio de los locales. En el minuto 7, una entrada enérgica y algo descontrolada de Saad sobre su rival provocó que el colegiado mostrara inicialmente la tarjeta roja, una decisión que parecía dejar a Al Ettifaq con diez hombres durante más de 80 minutos. La revisión en el VAR, sin embargo, atenuó la sanción a simple amarilla tras constatar que el contacto, si bien duro, no era tan temerario como para merecer la expulsión directa. Este respiro que el conjunto local supo aprovechar para crecerse en confianza y reorganizar sus líneas defensivas.
Esa mayor seguridad defensiva se tradujo rápidamente en el tanto inaugural. A los 17 minutos de juego, el experimentado Georginio Wijnaldum, exfutbolista del Liverpool y del PSG y uno de los fichajes estrella de Al Ettifaq, recibió un pase en la frontal del área, se acomodó el balón con su técnica habitual y desató un disparo cruzado que se anidó en la escuadra derecha de la portería rival, inalcanzable para el guardameta. El 1-0 activó las alarmas en el conjunto de Riad, que veía cómo su dominio territorial no se traducía en eficacia de cara al gol. La jugada evidenciaba la capacidad de Al Ettifaq para ser letal en las pocas ocasiones que disponía, una virtud que les había acompañado durante toda la temporada.
Joao Félix, consciente de su condición de máximo artillero del torneo y de la presión mediática que ello conlleva, comenzó a moverse con mayor libertad por el frente de ataque, buscando espacios entre líneas y creando superioridad numérica en las bandas. A la media hora de juego, aprovechó un error en la salida del portero local para intentar la igualada, pero su remate se desvió levemente en un defensor y se perdió por línea de fondo. El acoso visitante se intensificó de forma progresiva: Sultan probó suerte desde la distancia y su disparo besó el larguero, mientras que las internadas por banda se sucedían sin pausa. El Al Nassr generó ocasiones claras pero la falta de acierto en el último pase y la inspiración del meta rival impidieron el empate antes del descanso. Pese a esa superioridad manifestada en estadísticas de posesión y tiros a puerta, el marcador no se movió y los hombres de Luis Castro se marcharon al vestuario con desventaja en el electrónico, castigados por su falta de puntería ante un Al Ettifaq eficaz y bien organizado en defensa.
La reanudación del encuentro trajo consigo una reacción fulgurante del conjunto visitante que dejó claro su carácter ganador. Apenas 60 segundos después del pitido inicial, Joao Félix recibió un pase filtrado dentro del área, controló con su clase característica y definió con un toque sutil que se coló junto al palo derecho del guardameta. El tanto, además de igualar el duelo, le permitía al delantero colocarse como líder en solitario de la tabla de goleadores con su décimo tercer gol del campeonato, un motivo extra de celebración en su estreno reciente en la liga saudí. La jugada desató la euforia en el banquillo visitante y parecía el punto de inflexión necesario para que su equipo se hiciera con la victoria.
El 1-1 no hizo más que avivar el ímpetu ofensivo del Al Nassr, que se convirtió en un auténtico vendaval sobre la meta rival. Las posesiones largas superaban el minuto y el juego combinativo desgastaba a una defensa local que apenas lograba superar el círculo central del campo. La sensación de que el segundo gol visitante era cuestión de tiempo se confirmó en el minuto 67. Una jugada individual de Joao Félix desde la izquierda terminó con un disparo raso que fue levemente desviado por Cristiano Ronaldo en el interior del área pequeña, engañando al portero y estableciendo el 1-2. El tanto volvía a igualar la lucha por el pichichi entre ambos portugueses, ahora empatados a 13 goles, pero también desató la locura en las gradas visitantes. El gesto de celebración de CR7 evidenciaba su alivio por romper su pequeña sequía particular.
Sin embargo, el fútbol tiene estas cosas y nunca se puede dar nada por sentado. Aprovechando un momento de relajación en la retaguardia visitante, Al Ettifaq encontró la recompensa a su esfuerzo con un tanto que selló el definitivo 2-2 en el marcador. El gol local llegó tras una jugada a balón parado que generó el caos en el área de Al Nassr, y un remate cruzado batió al portero visitante cuando el partido agonizaba. El empate dejó a ambos conjuntos con un sabor de boca agridulce: los locales celebraban haber frenado al favorito y sumar un punto de oro en su lucha por los puestos de competición internacional, mientras que los visitantes se lamentaban de haber dejado escapar dos puntos que parecían suyos tras su claro dominio.
Con este resultado, Al Nassr ve interrumpida su racha de victorias en lo que va de año, un tropiezo que puede costarle caro en la lucha por el título con su máximo rival, el Al Hilal. La lucha por el trofeo de máximo goleador, por su parte, se intensifica entre sus dos estrellas lusas, ambas empatadas ahora en la cima de la tabla con 13 tantos cada una. El campeonato saudí promete más emociones en las jornadas venideras, con este duelo particular entre Cristiano Ronaldo y Joao Félix como uno de sus principales alicientes mediáticos y deportivos. La próxima jornada será crucial para ambos, ya que Al Nassr se enfrenta a un rival directo y cualquier nuevo tropiezo podría comprometer seriamente sus aspiraciones al título.