El Sporting Braga logró una victoria de gran valor este domingo en la casa del Famalicão, imponiéndose por 2-1 en un encuentro correspondiente a la jornada 25 de la Primeira Liga portuguesa. El gol de la victoria, obra de Pau Víctor en los minutos finales, permite al conjunto de Artur Jorge mantenerse en la pelea por los puestos de Champions League, mientras que el conjunto local suma una derrota que complica su situación en la tabla.
El encuentro, disputado en el Estadio Municipal de Famalicão, reunió a dos equipos con necesidades distintas pero igual de urgentes. Por un lado, el Braga, tercer clasificado, buscaba afianzar su posición en los puestos de privilegio y no perder pisada al líder Benfica y al segundo, Oporto. Por otro, el Famalicão, décimo cuarto con 24 puntos, necesitaba sumar para alejarse de los puestos de descenso que marca el Portimonense con 21.
Desde el pitido inicial, el guion del partido resultó predecible. El Braga, con su habitual vocación ofensiva y su capacidad para controlar el tempo del juego, se hizo con el balón y comenzó a tejer sus jugadas desde el centro del campo. La figura de Florian Grillitsch resultó fundamental en esa tarea, siendo el metrónomo que distribuía el juego y buscaba a los hombres de desequilibrio.
Los primeros minutos transcurrieron con un dominio claro del conjunto visitante. Los centros laterales se convirtieron en la principal arma del Braga, especialmente por la banda derecha, donde Ricardo Horta y Víctor Gómez crearon constantes problemas a la defensa local. Uno de esos centros, en el minuto 12, encontró la cabeza de Gustaf Lagerbielke, pero el defensa sueco no acertó a dirigir el balón entre los tres palos.
El Famalicão, entrenado por Rui Pedro Silva, optó por una postura pragmática. Consciente de la calidad técnica y física de su rival, el conjunto local se replegó en su campo, formando dos líneas de cuatro y buscando sorprender con transiciones rápidas. Esa estrategia casi le dio resultado en el minuto 23, cuando un contragolpe liderado por Mathias de Amorim acabó con un remate de Antoine Joujou que Matheus detuvo con una magnífica parada a quemarropa.
El partido entró entonces en una fase de alternativas. El Braga seguía dominando la posesión, pero el Famalicão demostraba ser un rival peligroso cuando encontraba espacios. Tom van de Looi, el mediapunta holandés, intentó sorprender con un disparo lejano que se marchó alto, mientras que Pau Víctor, en una de sus primeras intervenciones, tuvo un remate rechazado por la defensa local.
La primera mitad concluyó sin goles, pero con sensaciones encontradas. El Braga había disfrutado de mayor posesión y ocasiones claras, pero sin la efectividad de cara a puerta. El Famalicão, por su parte, se mostraba cómodo en su rol de equipo contrario y creía en sus opciones de hacer daño a la contra.
La reanudación trajo consigo un guion similar. Artur Jorge había pedido a sus jugadores mayor verticalidad y precisión en los metros finales. Sin embargo, fue el Famalicão quien sorprendió primero. En el minuto 58, un error en la salida de balón del Braga permitió a Simon Elisor, que acababa de entrar por Pedro Bondo, recibir un pase en profundidad y batir a Matheus con un disparo cruzado impecable. El 1-0 sacudió el estadio y obligó al Braga a reaccionar.
La respuesta del conjunto visitante no se hizo esperar. Artur Jorge realizó cambios ofensivos, introduciendo a Amine El Ouazzani y Diego Rodrigues para dar más profundidad a su ataque. La presión se intensificó y, en el minuto 67, llegó el empate. Un centro preciso de Ricardo Horta desde la derecha encontró a Gustaf Lagerbielke, que esta vez sí acertó a cabecear fuerte y cruzado, dejando sin opciones a Carevic.
El 1-1 volvió a poner todo en juego. El Famalicão necesitaba los puntos para respirar en la tabla, mientras que el Braga no podía permitirse un tropiezo que le alejara de sus objetivos. El partido se volvió un ida y vuelta constante, con espacios que antes no existían.
Fue entonces cuando apareció la figura de Pau Víctor. El delantero catalán, cedido por el FC Barcelona, había estado discreto durante gran parte del encuentro, pero su olfato goleador no falla cuando más se le necesita. En el minuto 82, una falta botada por Víctor Gómez desde la banda izquierda provocó el caos en el área del Famalicão. Tras varios rechaces, el balón quedó muerto en el corazón del área pequeña. Pau Víctor, con la sangre fría que caracteriza a los grandes goleadores, controló y disparó raso junto al palo izquierdo, estableciendo el 2-1.
El gol fue un jarro de agua fría para el conjunto local. Rui Pedro Silva intentó reaccionar con cambios ofensivos, pero el tiempo jugaba en contra. El cuarto árbitro anunció siete minutos de descuento, y el Famalicão se volcó con todo en busca del empate.
Esos últimos minutos fueron un asedio constante. Yassir Zabiri tuvo la ocasión más clara con un cabezazo que se perdió milimétricamente por la izquierda del poste. Tom van de Looi intentó sorprender con un disparo desde la frontal que Matheus desvió a córner. La defensa del Braga, liderada por un impecable Sikou Niakaté, resistió con orden y sacrificio.
El pitido final certificó una victoria vital para el Sporting Braga. Los tres puntos permiten al conjunto de Artur Jorge mantenerse a cinco del Oporto y a ocho del Benfica, manteniendo vivas sus opciones de pelear por el título. Además, consolida su tercera plaza, ahora con 58 puntos, alejándose del Vitoria de Guimaraes, cuarto con 49.
Por su parte, el Famalicão se queda con 24 puntos, a solo tres del descenso. La derrota es dura porque el equipo mostró una actitud ejemplar y estuvo cerca de puntuar ante uno de los grandes. Sin embargo, la falta de efectividad en los momentos decisivos y los errores defensivos en jugadas a balón parado le costaron caro.
El rendimiento individual también dejó aspectos destacados. Matheus, en la portería del Braga, volvió a demostrar por qué es uno de los porteros más valorados de la liga con varias intervenciones de mérito. Ricardo Horta, aunque no marcó, fue el cerebro del ataque visitante con dos asistencias. Por su parte, Pau Víctor demostró que los goleadores no necesitan brillar durante 90 minutos, solo un instante para cambiar un partido.
En el bando local, Simon Elisor demostró su calidad como revulsivo, siendo protagonista del gol de su equipo. Tom van de Looi intentó dirigir el juego con criterio, aunque le faltó acierto en los metros finales. La defensa, liderada por Léo Realpe, mostró solidez durante gran parte del encuentro, pero falló en los momentos clave.
La victoria del Braga refuerza su candidatura a pelear por el título hasta el final. Con 10 jornadas por delante, el equipo de Artur Jorge demostró que tiene la madurez y la calidad para superar situaciones adversas. La capacidad de reacción tras encajar el gol local y la efectividad en los metros finales son señales de un equipo grande.
Para el Famalicão, el camino es más complicado. Con 10 partidos por jugar, necesitará sumar al menos otros 10-12 puntos para asegurar la permanencia. La actitud mostrada ante el Braga da esperanzas, pero deberá traducirse en efectividad y menos errores defensivos si quiere mantener la categoría.
El fútbol, una vez más, demostró ser un deporte de matices y detalles. Un centro bien botado, un rechace no despejado, un remate oportuno. Pau Víctor entendió perfectamente esa lección y dio a su equipo una victoria que sabe a gloria. El Sporting Braga celebra, el Famalicón lamenta, y la Primeira Liga continúa su apasionante camino hacia la definición final.