Everton sorprende a Nottingham Forest con contundente 0-2 en Premier League

Los Toffees aprovechan la efectividad de James Garner y Thierno Barry para vencer pese al dominio local en el City Ground

La fecha 19 de la Premier League inglesa dejó una de esas jornadas que demuestran por qué el fútbol es un deporte impredecible. En el histórico estadio City Ground, el Everton visitaba al Nottingham Forest en un duelo que, sobre el papel, prometía equilibrio, pero que terminó resolviéndose con una victoria contundente de los visitantes por 0-2, pese a que los locales dominaron prácticamente todos los aspectos del juego.

Desde el primer silbatazo del árbitro Michael Oliver, el conjunto dirigido por Sean Dyche salió con la intención clara de imponer su ritmo. Con una formación táctica 4-5-1 que buscaba saturar el medio campo, los Forestiers controlaron el esférico durante el 70% del tiempo y generaron una avalancha de ocasiones que, sin embargo, no encontraron la eficacia necesaria para traducirse en goles. La posesión, esa métrica tan celebrada en la era moderna, demostró una vez más ser una mera estadística sin valor si no se acompaña de puntería.

El primer golpe llegó cuando menos lo esperaban los aficionados locales. A los 18 minutos de la primera mitad, James Garner, exjugador del Forest que regresaba a su antiguo feudo con la camiseta rival, ejecutó una definición magistral que dejó sin opciones a John Victor. El tanto, que cayó en una fase donde el dominio territorial era netamente de los locales, sirvió como un jarro de agua fría para las aspiraciones de un equipo que necesitaba desesperadamente sumar para alejarse de los puestos de descenso.

La reacción del Nottingham Forest fue inmediata pero desordenada. Los 21 disparos que registraron a lo largo de los 90 minutos hablan de una insistencia que, sin embargo, careció de la claridad necesaria. Omari Hutchinson y Morgan Gibbs-White intentaron desequilibrar por las bandas, mientras que Igor Jesus se movía como referente ofensivo, pero la zaga de los Toffees, bien organizada por James Tarkowski y Michael Keane, supo cerrar espacios y bloquear las vías de acceso al área de Jordan Pickford.

El guardameta internacional inglés fue, sin duda, uno de los protagonistas indiscutibles del encuentro. Con 11 atajadas de mérito, Pickford construyó un muro infranqueable que frustró una y otra vez a los atacantes locales. Su distribución también fue clave, completando 21 pases precisos que permitieron a su equipo salir jugando desde atrás y generar transiciones rápidas. En un partido donde la presión era constante, su liderazgo y seguridad bajo los tres palos dieron la confianza necesaria a sus compañeros para mantener la ventaja.

La segunda mitad siguió el guion de la primera: dominio abrumador del Forest, pero falta de efectividad. Sean Dyche movió el banco con entradas como Douglas Luiz y Taiwo Awoniyi buscando frescura en ataque, pero la fortuna seguía esquivándoles. La frustración se hizo evidente cuando el propio Luiz vio una tarjeta amarilla por conducta antideportiva, reflejo de la tensión que invadía a los jugadores locales.

El gol de la sentencia llegó en el minuto 33 del segundo tiempo, obra de Thierno Barry. La jugada nació de una contra letal que culminó con un centro preciso de, precisamente, James Garner. El joven delantero, que había entrado como titular en el once de David Moyes, conectó un remate desde la frontal del área que se coló en la red, estableciendo el 0-2 definitivo y desatando la euforia en la porción de aficionados visitantes.

El tanto de Barry no solo cerró el marcador, sino que también expuso las carencias defensivas de un Nottingham Forest que, en su afán por atacar, dejaba espacios considerables atrás. La formación 4-5-1 de Moyes, idéntica en estructura a la de su rival pero con un enfoque más pragmático, demostró ser más efectiva. Mientras el Forest usaba el sistema para saturar el medio campo y atacar, el Everton lo empleaba para compactarse y salir rápido al contraataque.

El técnico escocés también hizo sus movimientos desde el banquillo. Las entradas de Jack Grealish y Beto por Nathan Patterson y el propio Barry, respectivamente, buscaron administrar el resultado y dar descanso a los hombres clave. La gestión del partido por parte de Moyes fue impecable, especialmente en los minutos finales donde su equipo supo sufrir y mantener la ventaja sin complicaciones.

Desde el punto de vista estadístico, el contraste entre ambos equipos fue abrumador. Mientras el Forest completó 21 disparos, el Everton fue mucho más selectivo, con un número inferior de remates pero de mayor calidad. La posesión del 70% para los locales contrastaba con el 30% de los visitantes, pero como suele ocurrir en el fútbol moderno, lo que importa es lo que se hace con el balón, no cuánto tiempo se tiene.

El rendimiento de James Garner merece un análisis aparte. El volante no solo anotó el gol que abrió el marcador, sino que también asistió en el segundo, completó 18 pases correctos y probó la portería rival en cuatro ocasiones. Su regreso al City Ground fue, irónicamente, una demostración de por qué el Everton confió en él para reforzar su medio campo. Su visión de juego, capacidad de asociación y olfato goleador lo convirtieron sin discusión en el mejor jugador del encuentro.

Por su parte, la defensa de los Toffees, liderada por Tarkowski y Keane, supo neutralizar a Igor Jesus y compañía. La línea de cinco mediocampistas, con Tim Iroegbunam y Tyler Dibling trabajando incansablemente en la recuperación, actuó como primer escudo defensivo, dificultando la progresión del balón hacia el área de Pickford.

Las implicaciones de este resultado son significativas para ambos clubes. El Nottingham Forest se mantiene en el puesto 17 con 18 puntos, apenas por encima de la zona roja. La sensación de puntos desaprovechados en casa es preocupante, especialmente cuando la próxima fecha les obliga a visitar al Aston Villa, uno de los equipos más en forma de la competición. La falta de efectividad goleadora se está convirtiendo en un problema crónico que Dyche debe resolver urgentemente si quiere evitar problemas de descenso.

Por el contrario, el Everton asciende hasta la octava posición con 28 unidades, consolidándose en la zona media alta de la tabla. La victoria les da un impulso anímico importante de cara a su próximo compromiso en casa contra el Brentford. El equipo de Moyes está demostrando una madurez competitiva notable, sabiendo sufrir cuando es necesario y aprovechar las oportunidades que genera.

El duelo también dejó detalles tácticos interesantes. La decisión de ambos entrenadores de alinear un 4-5-1 refleja la tendencia actual de la Premier League hacia sistemas que priorizan el control del medio campo. Sin embargo, la interpretación de cada cuerpo técnico fue diferente: mientras Dyche buscó el ataque posicional, Moyes optó por la contención y la transición rápida. La victoria del segundo planteamiento sugiere que, al menos en este tipo de duelos directos, la efectividad suele imponerse al dominio territorial.

En el ámbito individual, más allá de los ya mencionados Garner y Pickford, cabe destacar la labor de Neco Williams y Olexandr Zinchenko en el lateral del Forest, quienes subieron constantemente al ataque pero se expusieron en defensa. Por parte del Everton, la contención de James Tarkowski fue fundamental para mantener la solidez defensiva, mientras que Dwight McNeil aportó desequilibrio en las contras.

El ambiente en el City Ground pasó de la euforia inicial a la frustración colectiva. Los aficionados locales, que vieron cómo su equipo creaba ocasión tras ocasión sin materializarlas, terminaron desanimados ante la eficacia visitante. Es una dinámica que está afectando al equipo en su feudo, donde la presión por sumar está generando ansiedad en lugar de confianza.

Para el Everton, esta victoria representa un paso más en su proyecto de consolidación en la élite inglesa. Bajo la batuta de David Moyes, el equipo está recuperando la identidad que le hizo grande: solidez defensiva, aprovechamiento de las transiciones y liderazgo de jugadores experimentados como Pickford. La incorporación de jóvenes talentos como Garner y Barry está dando sus frutos, creando un equilibrio perfecto entre veteranía y juventud.

El calendario no da tregua y ambos equipos deberán rapidamente girar la página. Para el Forest, la visita a Villa Park será un examen de fuego que exigirá corregir los errores de puntería. Para el Everton, recibir al Brentford en Goodison Park es una oportunidad de oro para seguir sumando y acercarse a los puestos europeos.

En definitiva, el fútbol volvió a demostrar que no siempre gana el mejor en el papel, sino el más efectivo sobre el césped. El Everton salió victorioso de un terreno complicado gracias a su capacidad de castigo y solidez defensiva. El Nottingham Forest, por su parte, deberá aprender a transformar el dominio en goles si quiere asegurar su permanencia en la máxima categoría del fútbol inglés. La Premier League, una vez más, nos regaló una lección de pragmatismo y eficacia.

Referencias

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