Muerte de niña en clínica dental: la propietaria se defiende

Mireia Vila, dueña de la clínica en Alzira, asegura que la anestesia podría haber sido defectuosa tras la muerte de una niña de 6 años.

Una tragedia ha conmocionado a la localidad de Alzira tras la muerte de una niña de 6 años tras un tratamiento dental en una clínica privada. El caso ha generado una ola de preocupación entre los vecinos y ha puesto en el centro de la atención a la propietaria del centro, Mireia Vila, quien se ha defendido asegurando que la anestesia aplicada podría haber sido defectuosa.

El suceso ocurrió el jueves por la mañana, cuando Vila atendió a dos menores: una de 6 años y otra de 4. Ambas acudieron a la clínica para tratamientos de caries en dientes de leche. Según la propia dentista, el procedimiento fue rutinario y no implicó cirugía alguna. Sin embargo, tras la sesión, ambas niñas comenzaron a mostrar síntomas graves.

La niña de 6 años fue trasladada al Hospital La Ribera en estado de parada cardiorrespiratoria y, pese a los esfuerzos médicos, falleció. La menor de 4 años, que presentaba fiebre, vómitos y somnolencia, fue trasladada al Hospital Clínico de Valencia, donde permanece ingresada en observación.

Mireia Vila, visiblemente afectada, abandonó la clínica el viernes tras su clausura por parte de la Conselleria de Sanidad. En declaraciones a À Punt, la dentista aseguró que la niña se fue de la clínica "perfectamente" y que los síntomas aparecieron después. "No fue ninguna operación", insistió, y aclaró que solo se utilizó una vía de sedación para relajar a la niña, no anestesia general.

Sin embargo, la investigación se centra precisamente en el tipo de anestesia aplicada. Vila reconoció que se está evaluando la posibilidad de que el lote de anestesia utilizado fuera defectuoso. "No sabemos qué ha podido pasar", dijo, añadiendo que las autoridades sanitarias aún no han confirmado oficialmente el uso de anestesia en el procedimiento.

Los vecinos de Alzira, donde la clínica está ubicada en pleno centro, han expresado su conmoción. Testigos cercanos aseguran que la mañana del jueves transcurrió con normalidad y que no hubo señales de alarma hasta horas después. "La clínica estaba a reventar, como cualquier mañana", explicó un comerciante local. "Fue a partir de la noche cuando todo se aceleró".

La clausura del centro el viernes generó un caos en la zona, con la llegada de medios de comunicación y curiosos. Entre los residentes, la tristeza y el miedo son palpables. Dos vecinas, que conocen personalmente a la doctora, la describieron como "una muy buena persona" y expresaron su desconcierto ante lo ocurrido. Una de ellas, clienta habitual de la clínica, aseguró que hace apenas dos semanas llevó a su hijo a colocarle un aparato dental en el mismo centro.

La Conselleria de Sanidad ha abierto una investigación para determinar las causas exactas del fallecimiento y evaluar si hubo negligencia o fallos en los protocolos de seguridad. Mientras tanto, la comunidad médica y los padres de la zona se preguntan cómo pudo ocurrir algo así en un procedimiento que, en teoría, debería ser seguro.

Este caso ha reavivado el debate sobre la seguridad en tratamientos dentales pediátricos, especialmente cuando se utilizan sedantes o anestesia. Expertos en salud pública recuerdan que, aunque los procedimientos en niños pequeños requieren cuidados especiales, los riesgos deben ser mínimos si se siguen los protocolos adecuados.

La familia de la niña fallecida ha pedido privacidad en este momento de dolor, mientras las autoridades continúan con las investigaciones. La clínica permanece cerrada indefinidamente, y Mireia Vila ha decidido no hacer más declaraciones públicas hasta que se aclaren los hechos.

Para muchos, esta tragedia es un recordatorio de que, incluso en procedimientos aparentemente sencillos, la vigilancia médica y la calidad de los materiales utilizados son fundamentales. La comunidad de Alzira espera respuestas, y sobre todo, justicia para la niña que perdió la vida en lo que debería haber sido una visita rutinaria al dentista.

Mientras tanto, los padres de la zona se preguntan si pueden seguir confiando en los centros dentales privados. "Es un miedo que no se va", dijo una madre local. "¿Y si le pasa a mi hijo?".

La investigación sigue en curso, y se espera que en los próximos días se conozcan más detalles sobre el lote de anestesia y los protocolos seguidos en la clínica. Hasta entonces, la ciudad de Alzira llora la pérdida de una niña y busca entender cómo pudo ocurrir una tragedia tan inesperada.

Referencias