Tras completar la tercera jornada de la fase de liga de la Champions League, los clubes empiezan a tener una primera impresión de su situación en la clasificación. Aunque aún quedan cinco partidos por disputar, los equipos que han sumado tres victorias consecutivas ya ven más cerca el pase a los playoffs, mientras que aquellos que han perdido puntos en las primeras rondas empiezan a sentir la presión.
Es importante recordar que, con solo tres jornadas jugadas, cualquier simulación de cruces es puramente especulativa. No obstante, sirve como herramienta útil para entender cómo funcionará el sistema de emparejamientos una vez finalizada la fase de grupos. En esta nueva era de la competición, los cruces no se deciden por grupos, sino por una clasificación general de 36 equipos, donde los primeros ocho acceden directamente a los octavos de final, y del noveno al 24º juegan una repesca para definir los restantes ocho plazas.
Actualmente, los equipos con nueve puntos —como el Real Madrid, el Bayern Múnich o el Manchester City— ya tienen una ventaja significativa. Su posición les permite mirar hacia adelante con cierta tranquilidad, aunque en la Champions nada está garantizado hasta el último minuto. Por el contrario, en la parte baja de la tabla, equipos como la Juventus, el Villarreal, el Ajax y el Benfica se encuentran sin victorias y en riesgo de caer fuera de la competición si no logran revertir su situación en las próximas fechas.
Especial atención merece el caso de los dos últimos mencionados: ambos acumulan tres derrotas consecutivas y necesitan una reacción inmediata. Aún así, el formato actual de la Champions —con más partidos y más oportunidades— les deja una ventana de esperanza. El entrenador Marcelino, por ejemplo, tiene ante sí un desafío mayúsculo con el Villarreal, pero también la posibilidad de rehacer el rumbo en las próximas semanas.
La clave de esta fase no es solo ganar, sino también sumar puntos de forma consistente. Cada partido cuenta, y los empates pueden ser vitales para equipos que buscan mantenerse en la lucha. Además, el sistema de emparejamientos en los playoffs —donde los equipos de posiciones más altas enfrentan a rivales de menor rango— añade un extra de estrategia y tensión a la competición.
En resumen, aunque los cruces actuales son pura ficción, sirven para entender la dinámica de la competición y para analizar qué equipos están en mejor posición para avanzar. La Champions sigue siendo impredecible, pero con cada jornada, el camino hacia los octavos de final se va delineando con más claridad. Los equipos que quieran soñar con la gloria deberán mantener la concentración, porque en esta fase, cada punto es oro.