El AC Milan ha consolidado su posición en la cima del calcio italiano tras imponerse al Hellas Verona en un duelo correspondiente a la jornada liguera. La victoria, conseguida en el mítico estadio de San Siro, permite a los milaneses ostentar el liderato provisional de la Serie A mientras esperan los resultados de sus perseguidores directos.
El encuentro, lejos de resultar sencillo para los locales, presentó un guion de alternativas donde ambos conjuntos dispusieron de ocasiones claras para marcar. Sin embargo, la efectividad ofensiva del Milan y la solidez defensiva en los momentos clave terminaron decantando la balanza a favor de los rossoneri, que sumaron tres puntos vitales en su lucha por el título.
Desde el inicio del compromiso, se percibió un ritmo intenso con dos equipos dispuestos a imponer su juego. El Milan, bajo las directrices de su cuerpo técnico, planteó un once con Modric como eje central del mediocampo, siendo el croata el encargado de dotar de organización y ritmo a la maniobra ofensiva. Su capacidad para romper líneas con pases precisos hacia Nkunku se convirtió en una de las constantes del encuentro.
El primer tiempo transcurrió con un dominio alterno donde ninguno de los dos bandos lograba hacerse con el control absoluto del esférico. El conjunto visitante, lejos de amedrentarse ante la entidad de su rival, mostró una actitud valiente y planteó una presión bien estructurada que incomodó la salida de balón milanesa. No obstante, la calidad individual de los jugadores del Milan acabó haciendo mella en la defensa veronesa.
La primera ocasión destacada llegó mediante una falta lateral que generó cierto peligro en el área defendida por Montipo. El guardameta del Hellas Verona tuvo que emplearse a fondo para despejar de puños un centro que prometía complicaciones. Poco después, una acción aislada de Rabiot casi costó cara a los locales, ya que un error en el control del francés propició una contra veloz del conjunto visitante que finalmente no se concretó por falta de puntería.
El desequilibrio llegó en una jugada aislada donde el estadounidense Pulisic demostró su olfato goleador. El extremo se encontraba en el lugar preciso para rematar un centro raso y batir a Montipo, inaugurando el marcador y desatando la euforia en las gradas de San Siro. Este tanto no solo adelantaba a su equipo, sino que también situaba virtualmente al Milan en la primera posición de la clasificación.
Antes del descanso, el encuentro se vio salpicado por una tarjeta amarilla para Al-Musrati por una entrada dura en el centro del campo. El mediocentro del Hellas Verona vio la cartulina por una falta clara que el colegiado no dudó en sancionar. Con el 1-0 en el luminoso, ambos conjuntos se marcharon a los vestuarios tras un primer acto donde el gol pudo haber caído en cualquiera de las dos porterías.
La segunda mitad arrancó con el mismo dinamismo que concluyó la primera. El Milan salió con la intención de sentenciar el encuentro, mientras que el Hellas Verona buscaba la igualada con ahínco. La primera ocasión clara llegó mediante un disparo lejano de Modric que impactó en el poste, pero el rechace lo aprovechó Nkunku, que con una gran anticipación superó a Montipo para hacer el segundo tanto del encuentro.
El francés, que ya había demostrado su calidad en el primer tiempo, se convirtió en la gran figura del partido. Minutos después, el Milan volvió a generar peligro en el área veronesa y el árbitro señaló una pena máxima a favor de los locales. Nkunku, con sangre fría, engañó al portero y transformó el lanzamiento desde los once metros, estableciendo el 3-0 y prácticamente sentenciando el choque.
El Hellas Verona no se rindió y siguió buscando el gol del honor. Tuvieron una ocasión clara mediante un córner que acabó despejado por la zaga rossoneri, y posteriormente lograron batir a Maignan, pero el tanto fue anulado correctamente por falta previa de Bernede sobre el portero francés. Esta decisión del colegiado fue protestada por los jugadores visitantes, pero la repetición televisiva confirmó la justicia de la decisión.
El técnico del Milan, Allegri, aprovechó la ventaja para realizar varios cambios que dieron descanso a sus titulares. Modric, ovacionado por la afición, abandonó el terreno de juego para dar entrada a Fofana y Jashari. Posteriormente, también se retiraron Pulisic y Salemaekers, dando paso a Ricci y Athekame. Estas modificaciones no alteraron el ritmo del encuentro, ya que el Milan mantuvo el control absoluto del balón.
Por parte del Hellas Verona, el entrenador también movió su banquillo con la entrada de Orban, Sarr y Valentini en sustitución de Bradaric, Mosquera y Giovane. Estos cambios buscaban refrescar el equipo y buscar la portería rival, pero la efectividad defensiva del Milan impidió cualquier intento de remontada.
El portero Montipo se convirtió en una de las figuras del conjunto visitante, realizando varias paradas de mérito que evitaron una mayor goleada. En una acción destacada, el capitán del Hellas Verona negó el gol a Loftus-Cheek con una estirada espectacular que desvió el balón a córner. A pesar de sus esfuerzos, la diferencia de calidad entre ambos planteles resultó evidente en el marcador final.
En los minutos finales, el encuentro se alargó con tres minutos de prolongación donde el Milan administró cómodamente su ventaja. Un saque de puerta de Maignan y una falta al borde del área que acabó estrellándose contra la defensa rossoneri fueron las últimas acciones del compromiso. Finalmente, el árbitro pitó el final del partido y el Milan celebró una victoria que le permite soñar con el título.
Con este triunfo, el conjunto milanés alcanza la cima de la tabla con una ventaja provisional sobre sus rivales. La regularidad demostrada a lo largo de la temporada y la capacidad goleadora de sus estrellas, como Nkunku y Pulisic, consolidan al Milan como uno de los favoritos para alzarse con el Scudetto. Por su parte, el Hellas Verona deberá seguir luchando por sus objetivos en una competición donde cada punto es fundamental para evitar los puestos de descenso.
El rendimiento de Modric como organizador del juego, la efectividad de Nkunku en ataque y la solidez defensiva del equipo son los pilares sobre los que se construye este proyecto ganador. La afición rossoneri puede estar optimista de cara a las jornadas decisivas, conscientes de que su equipo ha demostrado estar a la altura de las circunstancias cuando más se le necesita.