La jornada 2 de la Copa África dejó un intenso duelo entre Senegal y República Democrática del Congo que finalizó con tablas en el marcador. El encuentro, disputado el 27 de diciembre a partir de las 16:00 horas, mantuvo en vilo a los aficionados hasta el último minuto con un resultado final de 1-1 que reflejó la igualdad sobre el terreno de juego.
Desde el inicio del compromiso, ambas selecciones mostraron sus intenciones claras. Senegal, con su tradicional solidez defensiva y contragolpes letales, buscaba imponer su ritmo ante una RD Congo que no se arrugó y planteó un fútbol valiente en busca de los tres puntos. La tensión se palpaba en cada acción, con jugadores que no regalaban ni un centímetro en las disputas por el balón.
El desarrollo del partido estuvo marcado por numerosas interrupciones. El árbitro tuvo trabajo constante debido a la gran cantidad de faltas cometidas por ambos bandos. Habib Diallo y Pape Gueye fueron algunos de los jugadores senegaleses que vieron interrumpida su participación por infracciones, mientras que del lado congoleño Nathanaël Mbuku y Joris Kayembe también protagonizaron varias acciones que detuvieron el juego.
Las lesiones se convirtieron en otro factor determinante del encuentro. La primera mitad transcurrió con cierto equilibrio, pero la segunda parte trajo consigo varios contratiempos físicos. Arthur Masuaku tuvo que abandonar el campo por problemas físicos, siendo sustituido por Joris Kayembe en una decisión obligada del cuerpo técnico congoleño. Minutos después, el propio Kayembe se convertiría en protagonista por una acción que el colegiado sancionó como falta.
La figura más controvertida del encuentro fue sin duda Ibrahim Mbaye. El jugador senegalés estuvo involucrado en múltiples acciones que generaron debate. En una jugada clave, Mbaye recibió una falta en la zona defensiva, pero minutos después era él quien cometía la infracción, mostrando un comportamiento irregular durante los 90 minutos. Su presencia en el campo generó tensión constante, especialmente cuando el juego se detuvo por una supuesta lesión suya, interrumpiendo el ritmo de su propio equipo.
Los cambios tácticos no se hicieron esperar. El seleccionador senegalés movió el banquillo introduciendo a Lamine Camara y Habib Diallo para refrescar el ataque, mientras que RD Congo respondió con la entrada de Michel-Ange Balikwisha en sustitución de Meschack Elia. Estas modificaciones buscaban dar un nuevo impulso a sus respectivas ofensivas en los minutos finales.
El momento decisivo llegó cuando Sadio Mané, la gran estrella del conjunto senegalés, apareció para resolver con su calidad. Tras una jugada colectiva, el delantero se encontró con el balón en el centro del área y con un remate preciso con la derecha, colocó el esférico junto al palo izquierdo de la portería rival. El gol desató la euforia en la grada y en el banquillo, pero la alegría duraría poco.
RD Congo no se dio por vencida y continuó buscando el empate con insistencia. Las oportunidades llegaron para ambos equipos, con remates de Fiston Mayele que pusieron en apuros a la defensa senegalesa, y con acciones de Ibrahim Mbaye que estuvieron a punto de aumentar la ventaja para los leones.
La polémica se instaló en el terreno de juego cuando el cuarto árbitro anunció 4 minutos de tiempo añadido. En esa prolongación, las faltas continuaron siendo protagonistas. Kalidou Koulibaly, el veterano defensa senegalés, cometió una infracción que generó peligro en el área propia, mientras que Noah Sadiki recibía una falta por parte de los defensores congoleños.
El resultado final dejó sensaciones encontradas en ambos conjuntos. Senegal sumó un punto que le mantiene en la pelea por la clasificación, pero que sabe a poco tras el gol de Mané. Por su parte, RD Congo demostró que puede competir de tú a tú con las grandes selecciones del continente, aunque le faltó eficacia en los metros finales para llevarse la victoria.
El rendimiento individual dejó varios apuntes destacados. Sadio Mané ratificó su condición de líder con su gol salvador, mientras que Ibrahim Mbaye, a pesar de sus acciones controvertidas, generó peligro en ataque. Por el lado congoleño, Chancel Mbemba mostró su experiencia en la retaguardia y Samuel Moutoussamy trabajó incansablemente en el centro del campo.
El árbitraje también estuvo en el punto de mira por la cantidad de faltas señaladas y por algunas decisiones que generaron protestas en ambos banquillos. La expulsión temporal del juego de algunas acciones por lesiones, como la de Ibrahim Mbaye, rompió el ritmo del encuentro en momentos clave.
Con este empate, el grupo se complica para ambas selecciones, que deberán jugarse sus opciones en la última jornada de la fase de grupos. La igualdad en la tabla obliga a ganar en los próximos compromisos si quieren asegurar su presencia en la siguiente ronda de la competición.
El fútbol africano vuelve a demostrar su competitividad y su capacidad para ofrecer emociones fuertes. Este Senegal vs RD Congo será recordado por la intensidad, las polémicas y por el gol de Sadio Mané que, finalmente, no pudo evitar el reparto de puntos. La Copa África continúa su curso con la emoción a flor de piel y con la incertidumbre de quiénes serán los equipos que finalmente accedan a las eliminatorias.