El choque entre Costa de Marfil y Camerún dejó un empate a un tanto que mantiene el suspense de cara a la última jornada del grupo. Ambas selecciones llegaban a este duelo con aspiraciones de liderato, y tras el pitido final, la situación permanece igualada con cuatro puntos para cada una, idéntica cifra de goles a favor y en contra. La falta de puntería en los momentos decisivos marcó el desarrollo de un encuentro vibrante, donde solo Amad Diallo y Junior Tchamadeu consiguieron batir a los porteros rivales.
El partido presentó un ritmo endiablado desde el inicio, con ocasiones alternas y un intercambio constante de llegadas a ambas áreas. Camerún disfrutó de su mejor etapa en el segundo acto, creando varias situaciones claras para adelantarse en el luminoso. Sin embargo, fue en ese momento de dominio africano cuando apareció la genialidad individual de Diallo, quien transformó una jugada personal en la apertura del marcador.
La genialidad de Diallo y la rápida reacción camerunesa
El tanto costamarfileño llegó en el minuto 50, cuando Amad Diallo recogió el esférico en una posición aparentemente sin peligro. El extremo inició una galopada vertiginosa que desbordó a la defensa rival, culminando con un disparo excepcional que se coló directamente en el ángulo superior. La ejecución técnica del gol fue impecable, demostrando la calidad del futbolista que milita en las filas del Manchester United.
No obstante, la ventaja duró escasos cinco minutos. Camerún respondió con contundencia por medio de Junior Tchamadeu, quien vio cómo su remate se desviaba ligeramente en Konan antes de superar al guardameta. La fortuna sonrió a los leones indomables en esta acción, ya que el tanto resultó de una jugada afortunada que sorprendió a la zaga elefante.
El calvario de Kessié en la medular
La figura de Franck Kessié resultó ser uno de los aspectos más negativos para la selección costamarfileña. El capitán, habitual referente en el centro del campo, completó una actuación para el olvido. Su influencia en la medular fue nula, incapaz de imponer su físico y calidad para generar juego asociado. En los metros finales, su errático rendimiento se acentuó, fallando una ocasión clamorosa que hubiera podido significar el segundo gol.
La desgracia de Kessié alcanzó su punto álgido cuando logró batir la portería rival con un remate de gran factura tras controlar con el pecho, pero el colegiado anuló la diana por un fuera de juego milimétrico. La frustración del centrocampista fue evidente, sumando otra página negra a su actuación en un encuentro de máxima exigencia.
La inoperancia ofensiva de ambos conjuntos
Más allá de los goles, el partido estuvo marcado por la incapacidad de los delanteros para concretar las numerosas ocasiones generadas. Christian Kofane, titular en el ataque camerunés por delante de Karl Etta Eyong, resultó invisible durante los 72 minutos que permaneció en el terreno de juego. Su participación fue testimonial, sin apenas contactos con el balón en zonas de peligro y sin generar opciones de remate para sus compañeros.
Por parte costamarfileña, la situación no fue muy diferente. El delantero del Levante UD, Mohamed Bamba, saltó al césped en el minuto 73 sustituyendo a Vakoun Bayo, pero su paso por el encuentro pasó desapercibido. El atacante no recibió balones en condiciones y cuando lo hizo, no pudo generar peligro sobre la meta defendida por los leones indomables.
La batalla táctica y los cambios decisivos
Los entrenadores movieron sus piezas en busca de la victoria. Costa de Marfil introdujo a Jean-Philippe Gbamin en el minuto 60 para reforzar la medular, mientras que las entradas de Evann Guessand y Christ Inao Oulaï en el 69 buscaban aportar frescura al ataque. Las sustituciones camerunesas incluyeron la salida de Kofane para dar entrada a Etta Eyong, y la incorporación de Christian Bassogog en el 79 para explotar su velocidad por las bandas.
El árbitro Mustapha Ghorbal tuvo una labor complicada, mostrando tarjetas amarillas a Carlos Baleba, Diallo, Tchamadeu y Oulaï por entradas duras. El sistema VAR, con Dahane Beida y Brahamou Sadou Ali como asistentes, intervino en la anulación del gol de Kessié, confirmando el fuera de juego con precisión milimétrica.
El liderato en juego hasta el final
Con este resultado, el grupo permanece en completa igualdad. Tanto Costa de Marfil como Camerún afrontarán la última jornada con opciones reales de terminar en primera posición. Los rivales de turno resultan teóricamente más asequibles, lo que debería permitir a ambas selecciones disputar el liderato hasta el último minuto de la fase de grupos.
La diferencia de goles no desempata, por lo que cualquier victoria por un resultado más abultado que la del rival podría ser clave. Los elefantes deberán mejorar notablemente su efectividad ofensiva y encontrar la versión mejor de Kessié si quieren aspirar a grandes cosas en la competición. Por su parte, Camerún demostró solidez y capacidad de reacción, aunque también evidenció carencias en la definición.
El duelo directo ha demostrado que ambas selecciones están muy igualadas, y la clasificación final del grupo probablemente se decida por detalles menores. La magia individual de jugadores como Diallo puede marcar la diferencia, pero el fútbol colectivo y la efectividad en área rival serán fundamentales para decidir quién se lleva el liderato y mejores opciones de cara a la siguiente ronda.