La selección de Argelia consiguió una importante victoria por 1-0 ante Burkina Faso en el marco de la jornada 2 de la Copa África. El encuentro, que tuvo lugar el 28 de diciembre a partir de las 18:30 horas, mantuvo a los aficionados en vilo hasta el último minuto con un desarrollo intenso y lleno de alternativas. Este resultado resulta fundamental para las aspiraciones del conjunto argelino en el torneo continental, donde cada punto adquiere una relevancia estratégica máxima. La victoria permite a los argelinos soñar con el liderato del grupo y asegurar su pase a la siguiente ronda.
Desde el inicio del compromiso, ambas escuadras mostraron sus intenciones claras. Argelia, con la presión de jugar como favorita, buscó imponer su ritmo y control del balón, mientras que Burkina Faso planteó una estrategia basada en la solidaridad defensiva y las transiciones rápidas. La tensión se palpaba en cada acción, y el primer tiempo transcurrió con ocasiones esporádicas pero sin definición clara en el área rival. Los entrenadores habían preparado minuciosamente el encuentro, sabiendo que un error podría costar caro en una competición tan igualada como la Copa África.
El desarrollo del segundo periodo resultó mucho más vibrante. Los entrenadores realizaron ajustes tácticos que dinamizaron el juego. Burkina Faso, lejos de amilanarse, generó peligro a través de balones aéreos y disparos desde media distancia. En una de las acciones más destacadas del encuentro, Dango Ouattara tuvo una ocasión de cabeza que rozó el palo izquierdo de la portería defendida por los argelinos, tras un centro preciso de Arsène Kouassi desde un saque de esquina. El balón se marchó ligeramente desviado, y los burkineses lamentaron no haber abierto el marcador. Esta jugada demostró la capacidad ofensiva del equipo africano, que no se conformó con defender su área y buscó sorprender al rival.
Por su parte, Argelia respondió con contragolpes vertiginosos y una presión asfixiante en campo rival. La entrada de jugadores frescos como Farès Chaïbi y Himad Abdelli aportó oxígeno al equipo, que buscaba desesperadamente el gol de la victoria. La defensa de Burkina Faso, capitaneada por Edmond Tapsoba, resistió con uñas y dientes, aunque el jugador vio tarjeta amarilla por una entrada peligrosa que casi le cuesta la expulsión. La tarjeta amarilla en el minuto 85 complicó las opciones del defensor para el siguiente compromiso y limitó su agresividad en los instantes finales.
El partido no estuvo exento de incidentes. En varios momentos, el árbitro tuvo que detener el juego por lesiones de jugadores clave. Ramy Bensebaini, defensa central argelino, requirió asistencia médica en el campo, lo que generó preocupación entre los suplentes y el cuerpo técnico. Del lado burkinés, Saïdou Simporé también sufrió una dolencia que obligó a su sustitución, dejando a su equipo con un hombre menos durante los minutos de recuperación. Estas interrupciones rompieron el ritmo del encuentro y obligaron a los entrenadores a readaptar sus planes sobre la marcha, afectando la fluidez del juego.
Los cambios fueron constantes y estratégicos. El entrenador de Burkina Faso introdujo a Cyriaque Irié y Saïdou Simporé para reforzar el medio campo y aportar profundidad a las bandas. Sin embargo, estas modificaciones no pudieron evitar que Argelia encontrara el gol decisivo. En una jugada ensayada, Rayan Aït-Nouri recibió un pase filtrado en la banda izquierda y, con un disparo potente y colocado, batió al portero Hervé Koffi, estableciendo el 1-0 definitivo. El gol llegó en el minuto 78, cuando el partido parecía encaminarse hacia un empate sin goles, y cambió por completo la dinámica del encuentro.
El tanto desató la euforia en las gradas y en el banquillo argelino, mientras que los burkineses se veían obligados a arriesgar en busca del empate. Los minutos finales fueron un asedio constante a la portería de Argelia. Lassina Traoré tuvo una clara ocasión de cabeza que obligó al guardameta a una intervención de mérito, mientras que Georgi Minoungou disparó desde fuera del área y el balón rozó el larguero, a centímetros de igualar el encuentro. La madera evitó el gol del empate en el minuto 89, en una acción que pudo cambiar el signo del partido y dar un punto merecido a los burkineses.
El árbitro anunció cuatro minutos de descuento, que se convirtieron en una agonía para los argelinos y una esperanza para los burkineses. Burkina Faso volcó su ataque, generando varios córners consecutivos. Cyriaque Irié remató de cabeza desde el centro del área, pero su intento fue detenido por la defensa. Edmond Tapsoba, en una acción desesperada, volvió a probar suerte desde fuera del área, pero el disparo se marchó desviado. Los cuatro minutos adicionales se convirtieron en una eternidad para ambos conjuntos, con el balón rondando constantemente el área argelina.
Finalmente, el silbato final decretó la victoria argelina por 1-0. Los jugadores de Argelia celebraron los tres puntos que les consolidan en la competición, mientras que Burkina Faso, a pesar de la derrota, recibió el aplauso del público por su entrega y juego limpio. El fair play demostrado por ambos equipos marcó el espíritu del encuentro, que se desarrolló sin incidentes disciplinarios graves y con un alto nivel deportivo.
El análisis postpartido destaca la efectividad de Argelia en aprovechar sus ocasiones claras, algo que Burkina Faso no logró. La posesión de balón estuvo equilibrada, pero la definición en el área rival fue el factor decisivo. Los cambios tácticos de ambos entrenadores influyeron en el ritmo, pero la calidad individual de jugadores como Rayan Aït-Nouri y la solidez defensiva de Ramy Bensebaini marcaron la diferencia. La estrategia de presión alta de Argelia en los minutos finales resultó efectiva para mantener la ventaja.
Con este resultado, Argelia se coloca en una posición privilegiada en su grupo, mientras que Burkina Faso deberá sumar en la próxima jornada para mantener sus opciones de clasificación. La Copa África continúa su curso con emoción garantizada, y este encuentro quedará como uno de los más disputados de la fase de grupos. Los próximos partidos definirán el destino de ambas selecciones en el torneo más importante del continente africano, donde cada detalle puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.