El Alavés elimina al Sevilla de la Copa del Rey con un penalti de Carlos Vicente

Un solitario gol desde los once metros en Mendizorroza da el pase a octavos al conjunto local, que vence a un Sevilla que mostró buen nivel pero falló en la definición

El Deportivo Alavés ha conseguido este martes una importante victoria en Mendizorroza al imponerse por 1-0 al Sevilla FC en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. El conjunto vitoriano, dirigido por Carlos Vicente desde el punto de penalti, ha sellado su clasificación para los octavos de Copa del Rey gracias a una transformación ejecutada con gran maestría en los instantes finales del encuentro. La eliminatoria, que estuvo marcada por las lesiones de Lucas Boyé y Jonny, se decidió en una acción aislada que dejó sin opciones al cuadro hispalense, que pese a dominar buenas fases del partido no logró materializar sus ocasiones de gol.

El encuentro comenzó con un ritmo contenido, donde ambos equipos se estudiaban mutuamente en busca de la ventaja inicial. El Sevilla, con su habitual planteamiento ofensivo, trató de hacerse con el control del balón desde los primeros compases, mientras que el Alavés aguardaba en su campo para salir al contragolpe con criterio. La primera mitad transcurrió sin grandes sobresaltos en las áreas, aunque el conjunto visitante dejó entrever su superioridad en determinados tramos del juego.

La primera gran ocasión del partido llegó de la mano del carrilero zurdo del Sevilla, Oso, quien comenzó a crecerse por la banda izquierda a medida que avanzaban los minutos. Sus incursiones generaron peligro en la zaga alavesista, especialmente mediante centros al área y diagonales que pusieron en apuros a la defensa local. En una de estas acciones, el extremo probó la fortuna con un disparo desde la frontal que obligó a intervenir a Raúl Fernández, guardameta del Alavés, quien desvió el esférico con seguridad.

Sin embargo, la primera parte no concluyó sin incidentes para el Sevilla. Jonny, lateral derecho del equipo andaluz, tuvo que abandonar el terreno de juego antes del descanso tras notar una molestia muscular que le impidió continuar. Su sustitución obligó al cuerpo técnico a reestructurar el dibujo táctico, lo que alteró ligeramente el equilibrio del encuentro. Por su parte, el Alavés también tuvo que realizar ajustes defensivos para contener el vendaval ofensivo sevillista, que llegó con más ímpetu en los últimos quince minutos del primer acto.

Tras el paso por vestuarios, el guion del partido experimentó un giro notable. El Alavés salió con mayor decisión y comenzó a crear peligro en el área defendida por Vlachodimos. El portero griego del Sevilla se convirtió en figura de su equipo al frustrar varias ocasiones claras de gol. En concreto, sacó una volea espectacular a Yus, quien había recibido un pase en profundidad tras el descanso y se plantó solo ante el meta. Acto seguido, el cancerbero detuvo un latigazo de Aleñá desde la media distancia y otro disparo de Protesoni a bocajarro que parecía dirigirse al fondo de la red.

La resistencia del Sevilla se vio socavada en el minuto 85, cuando Lucas Boyé, que había saltado al campo en la segunda mitad como refresco ofensivo, se internó en el área y fue derribado por un defensor, provocando la pena máxima. El delantero argentino, clave en el resultado final, se fue al suelo y generó preocupación en el banquillo alavesista, ya que tuvo que ser atendido por el servicio médico. Las alarmas se activaron en el seno del club, pues Boyé se retiró del campo visiblemente afectado y fue sustituido inmediatamente después de la jugada.

El encargado de ejecutar el penalti fue Carlos Vicente, quien se mostró intratable desde los once metros. El futbolista, que atraviesa un excelente momento de forma, engañó a Vlachodimos con un disparo raso y potente que se coló junto al palo derecho del portero. La celebración en Mendizorroza fue ensordecedora, ya que el gol llegaba en un momento decisivo y prácticamente sentenciaba la eliminatoria. La ejecución de Vicente demostró una frialdad excepcional bajo presión, consolidándose como uno de los referentes ofensivos del conjunto babazorro.

El Sevilla, consciente de la necesidad de reaccionar, movió ficha de inmediato. El técnico Coudet realizó una serie de modificaciones para intentar revertir el marcador. Entraron al terreno de juego Alfonso y Alexis Sánchez, quienes aportaron frescura al ataque hispalense. Los cambios dieron resultado en cuanto a intensidad, ya que el equipo se volcó con mayor determinación sobre el área alavesista en los minutos finales.

En los instantes de descuento, el árbitro Miguel Sesma añadió cinco minutos adicionales que se convirtieron en una agonía para la parroquia local. El Sevilla dispuso de su ocasión más clara para empatar en el último suspiro, cuando Alexis Sánchez consiguió hacerse con un balón suelto dentro del área. El delantero chileno, con gran instinto goleador, se lanzó para desviar el esférico con la derecha, pero su remate se estrelló a milímetros del palo derecho de la portería defendida por Raúl Fernández. La pelota salió rozando el poste, dejando a los visitantes sin la opción de la prórroga.

El Alavés, por su parte, también tuvo que realizar cambios forzados por las lesiones. Además de Boyé, el equipo vitoriano vio como Jonny abandonaba el campo en la primera mitad por problemas físicos. En los minutos finales, Coudet movió sus piezas con la entrada de Guridi y Parada, mientras que el Sevilla reforzó su banda derecha con Miguel Sierra, quien sustituyó a Juanlu en una decisión táctica buscando mayor profundidad ofensiva.

Los números finales reflejan un encuentro equilibrado, donde el Sevilla dominó la posesión y generó más ocasiones claras, pero careció de efectividad en los metros finales. Por su parte, el Alavés demostró una gran solidez defensiva y supo aprovechar su única oportunidad de gol con contundencia. La defensa local, capitaneada por una actuación sobresaliente de Carmona, evitó en línea de gol un tanto cantado de Boyé en una acción previa al penalti, lo que demuestra la entrega del equipo en cada acción.

La eliminación del Sevilla supone un duro golpe para el conjunto andaluz, que ve truncada su trayectoria en el torneo del KO. Pese a mostrar su mejor versión en tramos del encuentro, especialmente en la recta final de la primera mitad con Oso como protagonista por la izquierda, la falta de puntería y la fortuna en el lanzamiento de penalti en contra han decantado la balanza. El equipo de Coudet tendrá que centrarse ahora en la competición liguera y en la Europa League para saciar su sed de títulos esta temporada.

Para el Alavés, esta victoria representa un espaldarazo importante de cara a la confianza del grupo. El pase a octavos de la Copa del Rey permite al conjunto vitoriano soñar con una posible eliminatoria ante rivales de mayor entidad, además de reforzar la moral de una plantilla que ha demostrado capacidad de sufrimiento. El rendimiento de Carlos Vicente, que continúa con su racha goleadora, y la entrega de Boyé antes de su lesión, son dos de las notas positivas que el cuerpo técnico deberá valorar de cara a los próximos compromisos.

El partido ha dejado también la incertidumbre sobre el estado físico de Boyé y Jonny, cuyas lesiones podrían afectar a la planificación de ambos equipos en las próximas jornadas. El servicio médico del Alavés deberá realizar las pruebas pertinentes para determinar la gravedad de la dolencia del argentino, mientras que el Sevilla espera que la molestia de Jonny no sea de consideración.

Con este resultado, el Alavés se convierte en uno de los conjuntos clasificados para la siguiente ronda del torneo copero, donde aguarda rival. La afición local abandona Mendizorroza con la satisfacción de haber visto a su equipo superar a un rival de entidad mayor y con la ilusión de seguir avanzando en una competición que siempre genera expectación. El Sevilla, por su parte, deberá digerir esta eliminación y reenfocar sus objetivos en otras competiciones, con la lección de que en el fútbol no siempre gana el que más ocasiones genera, sino el que es más efectivo cuando llega la oportunidad. La Copa del Rey deja siempre historias de heroísmo y drama, y esta noche en Vitoria ha escrito un nuevo capítulo con el Alavés como protagonista indiscutible.

Referencias

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