Kylian Mbappé ha convertido 2025 en su año de consagración con la camiseta del Real Madrid. El atacante francés no solo se ha consolidado como pieza fundamental en el esquema de Carlo Ancelotti, sino que además ha puesto la mirada en uno de los registros más difíciles de alcanzar: el récord de goles en un año natural que ostenta Cristiano Ronaldo. Con 56 goles anotados hasta el momento, el galo se encuentra a solo tres del hito que el portugués estableció con 59 goles.
La cifra de 59 goles en doce meses con el conjunto merengue representa uno de los logros individuales más destacados de la era moderna. Cristiano Ronaldo creó este estándar durante su etapa más prolífica en el Santiago Bernabéu, demostrando una regularidad goleadora que parecía destinada a permanecer intacta. Sin embargo, la llegada de Mbappé ha reescrito las expectativas.
Tras su diana ante el Alavés, el internacional francés alcanzó los 56 goles en 2025. Este registro incluye únicamente partidos oficiales de LaLiga, Copa del Rey, Supercopa y competiciones europeas. La precisión de sus estadísticas refleja una efectividad que supera las proyecciones más optimistas que se hicieron cuando firmó en 2024.
El calendario juega a favor y en contra simultáneamente. El Real Madrid únicamente disputará dos encuentros más antes del parón navideño: el miércoles visitan al Talavera en dieciseisavos de Copa del Rey, y el sábado reciben al Sevilla en el Bernabéu. Estas son las últimas oportunidades de Mbappé para alcanzar la marca.
La historia reciente demuestra su capacidad para anotar múltiples goles en un mismo encuentro. Ya firmó un hat-trick ante el Manchester City en Champions League y repitó ante el Olympiacos. Estos antecedentes alimentan la esperanza de que pueda lograr los tres tantos necesarios en un solo partido.
Las dudas físicas representan el principal obstáculo. Mbappé no jugó ante el Manchester City por precaución, tras fracturarse un dedo del pie ante el Celta. Aunque regresó ante el Alavés, su presencia en Talavera no está garantizada. Ancelotti podría preservarle para el Sevilla, priorizando LaLiga sobre la Copa.
Este dilema estratégico complica seriamente las aspiraciones de Mbappé. La posibilidad de que ni siquiera viaje a Talavera genera incertidumbre. Sin embargo, el francés ha demostrado que puede marcar tres goles incluso con minutos limitados si el contexto del partido lo permite.
El rendimiento de Mbappé durante 2025 ha sido espectacular. A pesar de que su primera temporada no culminó con los títulos colectivos esperados, conquistó el Pichichi de LaLiga y la Bota de Oro europea. Estos galardones consolidaron su adaptación y sentaron las bases para su explosión actual.
La temporada 2025-2026 ha mostrado la mejor versión del ex PSG. Su integración en el sistema es total, demostrando química excepcional con Vinícius Jr., Bellingham y Rodrygo. Esta conexión ha multiplicado las oportunidades de gol para Mbappé, quien ha respondido con la frialdad de los grandes delanteros.
El récord de Cristiano Ronaldo va más allá de una simple estadística. Representa la época más gloriosa del portugués, donde promedió más de un gol por partido durante nueve temporadas. Superar esta marca significaría para Mbappé un paso definitivo en su consagración como heredero del legado goleador.
Los analistas coinciden en que, aunque no logre igualar el récord en 2025, es cuestión de tiempo. La proyección de su carrera, sumada a la estructura del Real Madrid, indica múltiples oportunidades futuras. Su calidad es indiscutible, y su capacidad para mantenerse en el nivel elite durante una década hace alcanzable este objetivo.
La gestión de minutos será crucial. Ancelotti debe balancear la necesidad de dar descanso con la oportunidad histórica. La Copa del Rey ofrece un escenario ideal para que Mbappé dispute los primeros minutos y, si el marcador lo permite, consolidar su cuenta antes del descanso navideño.
El partido ante el Sevilla representa mayor exigencia. El conjunto andaluz siempre plantea dificultades en el Bernabéu. Sin embargo, la motivación de Mbappé por cerrar el año con broche de oro podría ser el factor diferencial que necesita el Real Madrid para asegurar los tres puntos.
Este desafío simboliza la transición generacional en el ataque madridista. Cristiano dejó un legado imposible de igualar, pero Mbappé representa la nueva ola capaz de redefinir límites. La comparación es inevitable, aunque el francés ha mostrado respeto y admiración por el portugués.
El club ha gestionado hábilmente la expectativa. Desde comunicación se ha evitado presionar al jugador, permitiendo que su rendimiento hable por sí solo. Esta estrategia ha resultado efectiva, ya que Mbappé ha encontrado la tranquilidad necesaria para desarrollar su fútbol sin la carga de comparaciones constantes.
La afición sigue con expectación cada movimiento. Las redes sociales se inundan de estadísticas cada vez que Mbappé pisa el césped. Este seguimiento refleja la importancia del jugador en la actualidad del club y la ilusión generada por su potencial.
Internacionalmente, el desafío ha captado la atención de medios globales. La posibilidad de igualar un récord de Cristiano Ronaldo en su segunda temporada genera titulares en todos los continentes. Esta proyección refuerza el valor de marca del Real Madrid y de su estrella.
El análisis estadístico revela que Mbappé necesita mantener un promedio de 1,5 goles por partido. Aunque elevado, no es inusual para un delantero de su calibre en encuentros donde el equipo domina. La experiencia de Cristiano fue determinante en situaciones similares, elevando su rendimiento en los últimos partidos del año.
La preparación física del francés será clave. El departamento médico trabaja intensamente para garantizar que la fractura en el dedo no suponga limitación. Los avances han sido positivos, pero la precaución sigue siendo prioridad para evitar una recaída que afecte al segundo tramo de temporada.
Más allá de 2025, el horizonte de Mbappé se presenta prometedor. Su contrato hasta 2029 le proporciona estabilidad para planificar a largo plazo. Esta continuidad es esencial para establecer récords duraderos y consolidar su leyenda en el club más laureado.
La competencia interna juega a favor. La presencia de otros grandes atacantes obliga a Mbappé a mantener su nivel máximo. Esta exigencia diaria ha perfeccionado su capacidad goleadora y versatilidad, convirtiéndolo en un delantero más completo.
El legado de Cristiano Ronaldo trasciende las cifras. Su influencia en la mentalidad ganadora durante nueve temporadas creó un estándar que todos los delanteros intentan alcanzar. Mbappé, consciente de esta responsabilidad, ha asumido el reto con madurez.
La conclusión es clara: Mbappé está a las puertas de la historia. Aunque las circunstancias complican su objetivo inmediato, su trayectoria indica que este récord caerá tarde o temprano. El francés no solo persigue un número, sino que busca consolidar su posición con la camiseta del Real Madrid.
El fútbol moderno exige constancia y adaptación. Mbappé ha demostrado ambas cualidades desde su llegada, superando la presión inicial y convirtiéndose en referente. El récord de Cristiano es solo el primer hito de una carrera que promete llenar de éxitos las vitrinas del Bernabéu.