La polémica entre el español Santi Aldama y Draymond Green continúa generando debate en la NBA. Más de seis semanas después de aquel incidente en el duelo entre Memphis Grizzlies y Golden State Warriors, el canario ha decidido romper su silencio y ofrecer su versión de los hechos ante las duras críticas recibidas por el veterano de los californianos.
El enfrentamiento tuvo lugar durante los primeros compases de la temporada regular, en un partido que enfrentaba a ambos equipos. La jugada en cuestión ocurrió cuando Green perdió el control del balón en medio del campo, permitiendo que Aldama recuperara la posesión y se lanzara en un rápido contraataque. Con el español rumbo a la canasta para ejecutar una bandeja, Green optó por una intervención desesperada que acabó derivando en una falta flagrante tipo 1.
La acción no pasó desapercibida. Green agarró a Aldama por la zona del cuello desde atrás, provocando su caída al parqué. Mientras el jugador de los Grizzlies permanecía en el suelo visiblemente afectado, el defensor de los Warriors le espetó un despectivo "blando". La situación no hizo más que calentarse cuando, tras fallar Aldama ambos lanzamientos desde la línea de personal, Green celebró la jugada con una exagerada demostración de júbilo justo delante de su rival, en un gesto que muchos interpretaron como una clara provocación que los árbitros decidieron no sancionar.
Sin embargo, el asunto no quedó en la pista. Draymond Green, conocido por su carácter controvertido y su facilidad para generar polémica, utilizó su propio espacio mediático para despotricar contra el español. En su programa de audio The Draymond Green Show, el cuatro veces campeón de la NBA no se mordió la lengua y vertió una serie de insultos directos hacia Aldama que rápidamente se hicieron virales.
Las palabras de Green fueron contundentes y llenas de desprecio. "Es un tío que siempre está hablando, siempre que jugamos contra ellos es igual. Le gusta meter baza", comenzó diciendo el alero, justificando así su actitud. No obstante, el núcleo de su crítica se centraba en la reacción de Aldama tras la falta: "Lo que no me gusta es que haya tíos que hablan, que parece que tienen ganas de jaleo, y luego les haces una faltita y se tiran al suelo agarrándose el cuello o sujetándose la cabeza como si fueran a morirse".
Green fue más allá, cuestionando la masculinidad y la deportividad del español: "No me gustan esas reacciones. Aunque te piten lo que quieres, es como vender tu alma por dos tiros libres. Tirarte al suelo, retorcerte como si te fueras a morir… Levántate, vete al banquillo y luego a la línea de tiros libres. Y ya está". El veterano consideró que esa actitud genera pérdida de respeto: "Lo que pasa es que se te pierde el respeto. Si actúas como un imbécil, ya no podremos pensar que no lo eres porque te estás comportando como un absoluto payaso".
En su diatriba, Green incluso culpó al cuerpo técnico de los Grizzlies por presuntamente instruir a sus jugadores para que simulen y exageren: "Estás haciendo caso a las tonterías de un entrenador que te dice que finjas y exageres si te hacen una falta". Y añadió un dato específico del partido: "Este hermano pasó de un +15 a un +2 en el partido después de hacer esa mierda de idiota", refiriéndose al plus/minus de Aldama.
La conclusión de Green fue tajante: "Siempre lo digo: tíos, no juguéis haciendo el imbécil porque una vez que te comportas así eso es lo que eres, un imbécil y no va a haber forma de cambiarlo. Por eso me pareció una payasada lo que hizo. Se comportó como un payaso así que yo hice el payaso delante de él cuando falló los tiros libres. No puedes fingir así y tirarte por el suelo y luego fallar los dos tiros libres, campeón".
Tras más de un mes y medio de silencio, Santi Aldama ha decidido finalmente responder. En declaraciones recogidas por el medio EssentiallySports, el español ha optado por una estrategia muy diferente a la de su rival. En lugar de entrar en una guerra de insultos, Aldama ha mostrado una perspectiva más estratégica y calmada sobre el comportamiento de Green.
"Le encanta hacer podcast. Probablemente solo esté pensando en su vida después del baloncesto. Tiene una plataforma fantástica, va a ser un hall of famer, así que definitivamente quiere que ese podcast crezca. Ya lo ha hecho antes", comentó Aldama con cierta ironía, sugiriendo que las polémicas forman parte de la estrategia mediática de Green para mantener relevante su contenido.
El español, sin embargo, no completó su pensamiento en la cita publicada, dejando entrever que comprende las motivaciones del veterano pero no necesariamente las comparte. Su respuesta, mucho más mesurada, contrasta radicalmente con la agresividad verbal de Green y posiciona a Aldama como un jugador más centrado en su juego que en los espectáculos mediáticos.
Este episodio vuelve a poner de manifiesto la dualidad de estilos en la liga. Por un lado, figuras como Draymond Green, que han construido parte de su carrera sobre la intensidad, la polémica y la generación de contenido extra deportivo. Por otro, jugadores como Santi Aldama, que prefieren dejar que su trabajo en la cancha hable por sí mismo.
La NBA ha visto crecer exponencialmente el fenómeno de los podcasts y las plataformas personales de los jugadores, donde las opiniones sin filtro generan réditos tanto económicos como de visibilidad. Green ha sido uno de los pioneros en este terreno, convirtiendo su programa en un referente dentro del universo basket. Sin embargo, este modelo también genera fricciones cuando las críticas se vuelven personales y cruentas.
Para Aldama, la prioridad parece seguir siendo su desarrollo como profesional. El canario, que ha ido ganando minutos y responsabilidad en la rotación de los Grizzlies, prefiere no distraerse con guerras verbales que puedan afectar a su concentración. Su respuesta, lejos de ser una réplica directa, es una declaración de intenciones: entiende el juego mediático, pero no va a participar en él de la misma forma.
El tiempo dirá si este capítulo queda cerrado o si Green vuelve a la carga con nuevos comentarios. Lo que está claro es que la tensión entre ambos jugadores quedó patente aquella noche y que las formas de gestionar los conflictos en la era digital son cada vez más complejas. Mientras unos optan por la confrontación directa y pública, otros prefieren la contención y el análisis estratégico. En este caso, Santi Aldama ha elegido la segunda vía, demostrando madurez y una visión a largo plazo que bien podría servirle tanto en su carrera deportiva como en su futuro post-basketball, cuando quizás él también tenga que pensar en su propia plataforma mediática.