La Atalanta consiguió una trabajada victoria por 1-0 ante el Cagliari en un encuentro donde el dominio territorial y las ocasiones de peligro fueron constantes para el conjunto de Gian Piero Gasperini. Aunque el marcador no reflejó la superioridad mostrada sobre el césped, un solitario tanto de Gianluca Scamacca bastó para llevarse los tres puntos en un duelo donde la efectividad estuvo desafortunadamente desajustada.
Desde el pitido inicial, la Atalanta salió con la intención clara de imponer su ritmo y dinámica ofensiva. La presión adelantada y la capacidad para recuperar en campo contrario generaron las primeras aproximaciones de peligro. Fue precisamente Charles De Ketelaere quien se convirtió en el eje conductor de las jugadas de ataque, participando activamente en la creación de espacios y en la generación de oportunidades para sus compañeros.
La primera ocasión clara llegó tras un corner ejecutado por la Atalanta. El balón, botando en el área pequeña, generó el despeje incompleto de Adam Obert, que no consiguió alejar el peligro de su portería. La pelota cayó a los pies de De Ketelaere, quien con un remate potente de pierna izquierda desde muy corta distancia obligó a la defensa visitante a intervenir bajo palos. La reacción del Cagliari fue providencial para evitar el tanto inicial.
Minutos después, la conexión entre De Ketelaere y Ademola Lookman volvió a poner en apuros a la zaga sarda. Una jugada elaborada por el belga terminó con un pase medido al nigeriano, que controló en el lado izquierdo del interior del área. Lookman, con un disparo raso y potente de pierna izquierda, vio como el balón se estrellaba contra la base del poste, siendo despejado en la línea por un defensor que salvó a su equipo del segundo gol cantado.
El dominio de la Atalanta se hizo aún más evidente cuando Odilon Kossounou probó fortuna desde la frontal. La asistencia nuevamente llegó de las botas de De Ketelaere, quien parecía estar en todas las acciones ofensivas de su equipo. El disparo del marfileño, sin embargo, se marchó desviado por la escuadra izquierda, sin crear demasiados problemas al meta rival.
La insistencia ofensiva del conjunto local tuvo su tercera gran ocasión cuando Scamacca, bien asistido por De Ketelaere tras un preciso pase en profundidad, se plantó solo ante el portero. El delantero italiano, con un disparo cruzado de pierna derecha, vio como el guardameta del Cagliari volvía a responder con una estirada de mérito que mantenía la esperanzas de los suyos.
Por su parte, el Cagliari apenas podía generar peligro mediante contragolpes esporádicos. Una de las pocas aproximaciones llegó por medio de Gennaro Borrelli, quien recibió un balón de Michael Folorunsho en la frontal. Su disparo, efectuado con la pierna derecha, se perdió por encima del larguero, sin inquietar verdaderamente a la meta defendida por Juan Musso.
El partido entró en una fase de interrupciones constantes debido a las numerosas faltas cometidas por ambos equipos. La primera amonestación llegó para Lorenzo Bernasconi, defensor de la Atalanta, quien vio tarjeta amarilla por una entrada peligrosa sobre un rival. La acción generó cierta tensión en el terreno de juego, aunque pronto se normalizó el ritmo del encuentro.
El Cagliari intentó reaccionar mediante la presión alta, pero esto dejaba espacios en su línea defensiva que la Atalanta aprovechaba con inteligencia. Un nuevo corner a favor de los locales terminó con un cabezazo de Berat Djimsiti que se marchó demasiado cruzado, sin encontrar el marco. La pelota había llegado desde la banda de Bernasconi, quien buscó redimirse de su amonestación con una asistencia precisa.
La segunda mitad comenzó con el mismo guion. La Atalanta volvió a la carga y Lookman, una vez más, se encontró con un balón en el interior del área. Su remate de pierna derecha, tras una asistencia de Éderson, fue rechazado por la defensa en el último momento. El ritmo era frenético y el Cagliari apenas tenía respiro.
El encuentro volvió a interrumpirse con faltas repetidas. Lookman cometió una infracción en ataque que provocó las protestas de los jugadores del Cagliari. Alessandro Deiola, centrocampista visitante, recibió una falta en su propio campo que permitió a su equipo ganar metros hacia el área rival. Sin embargo, las jugadas a balón parado no fructificaron en ocasiones claras.
La Atalanta continuó generando peligro mediante el juego combinativo. De Ketelaere, omnipresente, volvió a probar suerte desde fuera del área tras un saque de esquina mal despejado por la zaga del Cagliari. Su disparo, potente pero centrado, fue bloqueado sin problemas por la defensa.
El Cagliari, en su afán por empatar, comenzó a abrir líneas y esto provocó que la Atalanta dispusiera de más espacios para el contragolpe. No obstante, la falta de acierto en el último pase y los disparos desviados impidieron que el marcador se moviera. Borrelli, una de las referencias ofensivas del equipo sardo, volvió a intentarlo con un cabezazo que rozó el poste izquierdo tras un saque de falta lateral. La pelota salió muy cerca de la portería de Musso.
La tensión crecía en los minutos finales. Las faltas se sucedían y el árbitro tenía dificultades para mantener el control del juego. Djimsiti, defensor de la Atalanta, cometió una infracción sobre Borrelli que generó una nueva protesta visitante. El partido se estaba rompiendo y las interrupciones perjudicaban el fluir del encuentro.
Finalmente, en los instantes finales, la Atalanta logró romper el empate. Tras una jugada colectiva, el balón llegó a los pies de Gianluca Scamacca, que no perdonó desde el centro del área. El delantero, con un disparo preciso, batió al portero del Cagliari y desató la euforia en las gradas. El gol, merecido tras tanto dominio, llegó en el momento justo para evitar la frustración de un empate que no reflejaría lo visto sobre el terreno de juego.
Con este resultado, la Atalanta suma tres puntos vitales en su lucha por las posiciones europeas. El rendimiento de Charles De Ketelaere fue excepcional, siendo el motor creativo de su equipo. Por su parte, el Cagliari deberá mejorar su efectividad de cara a la portería rival si quiere escapar de las posiciones de descenso en esta exigente Serie A.