El Real Madrid tuvo que emplearse a fondo para superar al Talavera en la tercera ronda de la Copa del Rey. El conjunto de Xabi Alonso se impuso por 2-3 en un duelo que se complicó más de la cuenta ante un rival de Primera Federación que planteó un planteamiento valiente y que estuvo a punto de forzar la prórroga. Tras el encuentro, el entrenador merengue atendió a los medios para desgranar las claves de una victoria que, pese a los apuros, certifica el pase a octavos de final.
El choque en el estadio del Talavera dejó un regusto agridulce en el paladar madridista. Aunque el dominio territorial fue blanco durante buena parte del encuentro, la falta de efectividad en los momentos clave convirtió una eliminatoria que podría haber sido cómoda en una auténtica pesadilla. El 1-3 parcial, obra de un doblete de Mbappé y un tanto de Rodrygo, parecía sentenciar el cruce, pero un gol de los locales a quince minutos del final volvió a abrir la lata de las dudas.
"Estas situaciones son propias de la Copa del Rey", comentó Alonso en la sala de prensa. "Nos ha pasado a nosotros y a otros grandes equipos. Con el 1-3 en el marcador, que era una ventaja considerable, encajamos un gol que les dio vida. El Talavera se creció, se volcó hacia adelante y nos apretó hasta el final. Es el tipo de sufrimiento que te encuentras en esta competición cuando no cierras el partido a tiempo".
La primera mitad transcurrió bajo un guion favorable para los visitantes. El Madrid controló el tempo del juego, disfrutó de una posesión superior al 65% y generó ocasiones claras que, sin embargo, no se tradujeron en goles. Precisamente esa falta de contundencia fue el principal motivo del sufrimiento final, según el propio entrenador. "No marcar ese tercer gol en la primera parte dejó la eliminatoria abierta. En la Copa, cualquier detalle, cualquier error, puede cambiar la dinámica del partido y exponerte a situaciones incómodas", añadió.
El análisis de Xabi Alonso fue directo y sin ambages. Preguntado sobre qué había fallado para que el encuentro se complicara tanto, el técnico fue claro: "El objetivo era pasar de ronda. Eso lo hemos conseguido, así que me voy satisfecho del resultado. Ahora bien, es evidente que nos falta continuidad en el rendimiento. Debemos ser más constantes durante los noventa minutos, cerrar los partidos antes y mostrar más madurez para evitar estos sustos innecesarios".
El doblete de Kylian Mbappé fue, una vez más, la tabla de salvación para un Madrid que se encontró con un rival mucho más combativo de lo previsto. El francés, autor de dos goles fundamentales, volvió a demostrar por qué es considerado uno de los mejores delanteros del mundo. "Kylian tiene una facilidad natural para marcar que es difícil de encontrar. Su tercer gol fue clave para dar algo de tranquilidad al equipo, y por eso decidimos mantenerle en el campo hasta el final", explicó Alonso.
La pregunta sobre la posible dependencia del equipo respecto a su estrella fue inevitable. Los números hablan por sí solos: Mbappé lleva 14 goles en las últimas 10 jornadas. Sin embargo, Alonso matizó este argumento: "Los datos son los datos, no voy a negarlos. Pero Rodrygo también tuvo una participación muy relevante en el juego. Necesitamos que otros jugadores tengan esa misma eficacia de cara a puerta. Durante toda la temporada hemos generado ocasiones de sobra y podríamos haber marcado más goles, sin duda alguna".
Uno de los aspectos más positivos de la noche fue la actuación de dos jóvenes promesas del Castilla. David Jiménez y Jorge Cestero disputaron los noventa minutos completos y dejaron sensaciones muy positivas. "Los conozco bien por el nivel que están mostrando en el filial. David completó el partido con mucha solidez defensiva; no se complica con el balón, sabe cuándo jugar sencillo y centra con criterio. Y Cestero es un proyecto de jugador muy interesante que tenemos en el Castilla, con un margen de mejora enorme", elogió el entrenador.
La presencia de estos jóvenes talentos en el once titular no fue una sorpresa para quienes siguen de cerca la cantera madridista. Jiménez, lateral derecho de 19 años, ha sido uno de los destacados del filial esta temporada, mientras que Cestero, centrocampista de 18, está considerado una de las perlas de la generación 2006. Su rendimiento ante el Talavera podría abrirles las puertas a más minutos en partidos oficiales con el primer equipo.
El contexto de la Copa del Rey es siempre especial para los equipos grandes. El formato a partido único en las primeras rondas, jugado en campo del rival, genera situaciones de máxima tensión donde cualquier error puede ser letal. El Madrid ha caído eliminado en ocasiones anteriores ante conjuntos de categorías inferiores, por lo que la precaución de Alonso es más que comprensible. "En la Copa no hay partidos fáciles. Cualquier equipo, sobre todo en su campo, puede hacerte daño si no estás al cien por cien", reflexionó.
Para el conjunto blanco, esta competición representa un objetivo importante en una temporada donde la lucha por LaLiga y la Champions también son prioritarias. La rotación de jugadores es fundamental, pero sin perder la competitividad. Alonso tendrá que dosificar esfuerzos y mantener el nivel competitivo de toda la plantilla para afrontar con garantías los tres frentes.
El siguiente rival en octavos será el ganador del duelo entre el Valencia y el Sevilla, dos equipos de Primera División que prometen un cruce de máxima exigencia. "Ya pensaremos en el siguiente rival cuando se defina. De momento, toca recuperar y preparar el partido de liga del fin de semana", concluyó el técnico.
La victoria, aunque sufrida, permite al Madrid seguir vivo en una competición que el club quiere conquistar. La temporada pasada quedaron eliminados en cuartos ante el Athletic, por lo que este año la motivación es máxima para mejorar esa marca. El equipo de Alonso ha demostrado que tiene recursos para superar obstáculos, pero también que necesita mejorar en la gestión de los momentos de ventaja.
El análisis del partido deja varias enseñanzas. Primera, la importancia de sentenciar pronto para evitar sufrimientos innecesarios. Segunda, la necesidad de que otros jugadores, además de Mbappé, asuman responsabilidades goleadoras. Y tercera, la confianza en la cantera como vía de refrescar la plantilla con talento joven y hambre de minutos.
Con este triunfo, el Real Madrid suma su décima victoria consecutiva en todas las competiciones, una racha que demuestra el buen momento de forma del equipo. Sin embargo, Alonso prefiere la cautela: "Las rachas están para romperse. Lo importante es mantener los pies en el suelo y seguir trabajando día a día".
El vestuario madridista respira tranquilo tras el pase, pero consciente de que el nivel mostrado debe mejorar. Los jugadores veteranos, como Modric y Kroos, asumen el rol de líderes para que los más jóvenes entiendan la exigencia del club. La mezcla de experiencia y juventud es la fórmula que Alonso quiere potenciar.
En definitiva, el Real Madrid superó una prueba de fuego en Talavera. La Copa del Rey volvió a demostrar que no perdona la relajación y que cualquier rival, por humilde que parezca, puede complicarte la vida si no sales con la concentración adecuada. Xabi Alonso, satisfecho por el pase pero exigente con la mejora, tiene claro que el camino hacia el título pasa por la regularidad y la madurez de su equipo.