El Olympique de Lyon añadió tres puntos cruciales a su casillero en la Ligue 1 francesa tras superar por la mínima al Le Havre en un duelo que mantuvo la tensión hasta el último suspiro. El triunfo 1-0 refleja la superioridad local, pero también la resistencia ofrecida por un conjunto visitante que tuvo opciones para haberse llevado algo positivo del Grupoama Stadium.
Desde el inicio, el conjunto de Lyon asumió el control territorial, gestionando el balón con criterio y buscando desbordar por las bandas. La presión alta implementada por los de Gones dificultó la salida de balón del Le Havre, que se vio obligado a recurrir a lanzamientos largos y disputas aéreas. No obstante, la defensa visitante, bien organizada por su capitán, supo cerrar espacios y neutralizar los primeros intentos de aproximación local.
El único gol del encuentro llegó en una jugada aislada que desequilibró el marcador. Aunque el texto no especifica el autor, la jugada nació de una transición rápida por la derecha, con un centro preciso que encontró a un atacante lyonés libre de marca para batir al portero rival. Este tanto, anotado en el primer tiempo, obligó al Le Havre a modificar su planteamiento inicial y aventurarse con mayor ímpetu en ataque tras el descanso.
La segunda mitad se convirtió en un intercambio de golpes constante. El Lyon, cómodo con el resultado, optó por una gestión pragmática del partido, cediendo iniciativa en busca de espacios para el contragolpe. El Le Havre, por su parte, intensificó su presencia ofensiva con la entrada de futbolistas de mayor desborde. Las acciones de Yanis Zouaoui y Issa Soumaré generaron peligro sobre la meta defendida por Dominik Greif, quien tuvo que emplearse a fondo en varias ocasiones.
Los minutos finales fueron de infarto. El Le Havre dispuso de hasta tres ocasiones claras para empatar. En el 80', Kenny Quetant erró por centímetros un remate cruzado tras un cabeceo asistido. La más clara llegó en el 82', cuando Soumaré cabeceó desviado desde el punto de penalti tras un centro medido de Zouaoui. La desesperación visitante se acrecentó en el 90', con un disparo de Zouaoui desde la frontal que se marchó por encima del larguero.
El árbitro concedió cuatro minutos de descuento, tiempo en el que el Lyon sufrió pero supo aguantar gracias a la experiencia de su línea defensiva. La entrada de Rachid Ghezzal en el 89' por Pavel Sulc tuvo como objetivo refrescar el ataque y consumir segundos valiosos. La última acción del encuentro fue un libre directo de Zouaoui que no encontró portería, confirmando la victoria local.
El partido también dejó momentos de tensión. Moussa Niakhaté vio tarjeta amarilla por una entrada peligrosa sobre Godson Kyeremeh, mientras que las constantes faltas tácticas del Le Havre interrumpieron el ritmo del juego. El control del balón estuvo del lado de Lyon, con un porcentaje de posesión superior al 60%, aunque la efectividad de cara a gol no fue la deseada.
Con este resultado, Lyon suma puntos valiosos en su lucha por las posiciones europeas, consolidándose en la parte alta de la tabla. La victoria permite a los de Gones respirar tranquilos de cara a los próximos compromisos ligueros. Por su parte, el Le Havre se queda con la sensación de haber dejado escapar una oportunidad de oro para puntuar lejos de casa, aunque la imagen ofrecida invita al optimismo en su objetivo de permanencia.
El técnico local podrá sentirse satisfecho con la solidez defensiva mostrada, especialmente en los instantes finales. El rival, a pesar de la derrota, demostró que puede competir de tú a tú con los equipos de la zona noble. La próxima jornada será clave para ambos conjuntos, que necesitan mantener la regularidad en una competición tan exigente como la Ligue 1.