La selección marroquí de fútbol inició su participación en la Copa Africana de Naciones 2025 con un empate a uno frente a Mali en un encuentro disputado en el renovado Prince Moulay Abdellah Stadium de Rabat. El resultado deja a ambas selecciones con un punto en la tabla de posiciones del grupo, en un torneo que marca el regreso de Marruecos como anfitrión continental tras años de preparación infraestructural.
El choque entre dos de las potencias emergentes del fútbol africano generó expectativas considerables, especialmente por el estreno del nuevo coliseo deportivo marroquí, construido específicamente para albergar esta competición y la Copa del Mundo 2030. La capacidad ampliada del recinto, sumada a sus avances tecnológicos y diseño inspirado en hojas de palmera, convierte a este estadio en uno de los más modernos del continente.
El escenario: un estadio de última generación
El Prince Moulay Abdellah Stadium representa la apuesta más ambiciosa de Marruecos por consolidarse como referente deportivo mundial. Inaugurado para esta edición de la CAN, el complejo no solo cuenta con una zona VIP de primer nivel, sino también con instalaciones auxiliares que incluyen un polideportivo cubierto, piscina olímpica, pista de atletismo y múltiples campos de entrenamiento. Su fachada vanguardista, que emula la silueta de las palmeras, se ha convertido en un ícono arquitectónico de Rabat.
La elección de este escenario para el partido inaugural de la selección local no fue casual. Las autoridades deportivas marroquíes buscan demostrar su capacidad organizativa de cara a la cita mundialista de 2030, coorganizada con España y Portugal. La expectativa en las gradas era palpable, con miles de aficionados animando a los leones del Atlas en su primera presentación oficial en casa.
Alineaciones y estrategia inicial
El seleccionador marroquí optó por un once de garantías, liderado por Achraf Hakimi en la defensa y con Brahim Díaz como referente creativo en ataque. La presencia de Sofyan Amrabat en el centro del campo aportaba equilibrio y experiencia, mientras que Ayoub El Kaabi ocupaba la punta de lanza como hombre gol.
La alineación completa de Marruecos presentó a Bono bajo palos; la defensa conformada por Anass Salah-Eddine, Jawad El Yamiq, Nayef Aguerd y Noussair Mazraoui; el medio campo con Azzedine Ounahi, Sofyan Amrabat y Neil El Aynaoui; y la delantera formada por Ismael Saibari, Ayoub El Kaabi y Brahim Díaz.
Por su parte, Mali alineó con Djigui Diarra en la portería; una línea defensiva compuesta por Nathan Gassama, Abdoulaye Diaby, Aliou Dieng, Ousmane Camara y Woyo Coulibaly; un centro del campo con Mahamadou Doumbia, Yves Bissouma y Lassana Colulibaly; y la dupla ofensiva de Mamadou Sangare y Lassine Sinayoko.
Desarrollo y cambios decisivos
El encuentro transcurrió con dominio alterno, donde Marruecos intentó imponer su juego combinativo mediante la tenencia del balón, mientras que Mali apostó por la velocidad en las transiciones y la fortaleza física de su medular. La presencia de Yves Bissouma en el centro del campo malí resultó clave para cortar el juego marroquí y generar contragolpes peligrosos.
Los cambios llegaron en el segundo tiempo, cuando el técnico local movió el banquillo buscando frescura ofensiva. Eliesse Ben Seghir y Soufiane Rahimi ingresaron por Sofyan Amrabat y Ismael Saibari, modificando el dibujo táctico hacia una postura más agresiva. Posteriormente, Bilal El Khannous, Abdessamad Ezzalzouli y Youssef En-Nesyri relevaron a Brahim Díaz, Azzedine Ounahi y Ayoub El Kaabi en una triple sustitución que buscó desequilibrar el marcador.
Mali respondió con modificaciones defensivas, introduciendo a Nene Dorgeles y Kamory Doumbia por Mamadou Sangaré y Mahamadou Doumbia. Más tarde, Gaoussou Diarra sustituyó a Yves Bissouma para reforzar el medio campo en los minutos finales. La entrada de El Bilal Toure por Lassine Sinayoko también buscó dar profundidad al ataque malí.
Implicaciones del resultado
El empate a uno refleja la paridad existente entre ambas selecciones, consideradas dos de las promesas más sólidas del fútbol africano contemporáneo. Para Marruecos, el punto obtenido en casa mantiene vivas sus aspiraciones de liderar el grupo, aunque deja la sensación de haber desaprovechado una oportunidad de oro ante su afición. La presión aumentará en la siguiente jornada, donde necesitarán una victoria para consolidar su posición.
Mali, por su parte, sale fortalecido de Rabat. Conseguir un punto como visitante contra uno de los favoritos al título constituye un logro significativo. La solidez defensiva mostrada y la capacidad de generar peligro en ataque posicionan a los eagles como candidatos serios a clasificar a la siguiente fase del torneo.
Cobertura mediática y transmisión
El encuentro contó con amplia cobertura internacional, disponible en plataformas de streaming como Movistar+ para el mercado español y beIN Sports en Estados Unidos. En Latinoamérica, la señal de FOX y Band Sports permitió a millones de seguidores seguir la evolución del partido en tiempo real.
La transmisión online a través de portales especializados como VAVEL complementó la oferta tradicional, brindando actualizaciones minuto a minuto para aquellos espectadores que prefieren el formato digital. La cobertura incluyó no solo el desarrollo del juego, sino también el ambiente previo, con imágenes de la llegada de la selección marroquí al estadio que generaron gran expectación en redes sociales.
Perspectiva para la siguiente fase
Con este resultado, el grupo se mantiene abierto y cualquiera de los equipos puede aspirar a la clasificación. La CAN 2025 ha demostrado en su arranque que no hay rivales fáciles y que la competitividad entre las selecciones africanas alcanza niveles récord. La preparación de Marruecos como sede se refleja en la excelencia organizativa, pero el rendimiento deportivo deberá mejorar si aspiran a levantar el trofeo en casa.
El calendario del torneo continúa con intensidad, y ambas selecciones deberán ajustar sus estrategias para afrontar los próximos compromisos. La profundidad de plantilla demostrada mediante los cambios sugiere que los entrenadores confían en sus banquillos, un factor crucial en competiciones de esta magnitud donde la resistencia física y mental se pone a prueba en cada jornada.
El fútbol africano vive un momento de esplendor, con infraestructuras modernas, jugadores en las mejores ligas del mundo y un nivel técnico-táctico en constante evolución. Este empate entre Marruecos y Mali simboliza perfectamente esa nueva era, donde cualquier equipo puede competir de tú a tú con las potencias tradicionales. La CAN 2025 promete emociones fuertes hasta la final, y este encuentro ha sido solo el primer capítulo de una historia que se escribe con pasión, talento y la ambición de un continente entero.