Pedro Delgado, exciclista segoviano y vencedor del Tour de Francia de 1988, ha roto su silencio tras la controversia desatada por sus declaraciones en televisión pública sobre las manifestaciones propalestinas que afectaron el desarrollo de la última Vuelta Ciclista a España. En una intervención realizada este jueves en su ciudad natal, el exdeportista ha apelado a la calma y ha denunciado lo que considera una tendencia social a generar conflictos donde no existen.
El veterano corredor, que participaba en la tradicional Carrera del Pavo de bicicletas sin cadena en Segovia, manifestó su deseo de que la sociedad adopte una postura más reflexiva. "Me siento manipulado y creo que la ciudadanía también debería sentirse igual. Buscamos constantemente enfrentamientos donde no los hay, y eso genera una dinámica perjudicial para todos", expresó Delgado ante los medios presentes.
Las palabras del exciclista hacen referencia directa a las críticas que recibió tras sus comentarios en TVE sobre las protestas que tuvieron lugar durante la pasada edición de la Vuelta a España. Estas manifestaciones, protagonizadas por colectivos propalestinos, tenían como objetivo cuestionar la participación de un equipo israelí en la competición. La presencia de dicho equipo generó un clima de tensión en varias etapas, con protestas que condicionaron el normal desarrollo de la carrera.
Delgado, conocido por su carácter directo, no ha querido entrar en más detalles sobre el contenido específico de sus declaraciones televisivas, pero ha insistido en que su intención nunca fue generar polémica. "Vivimos en una época donde cualquier opinión se magnifica y se convierte en un motivo de confrontación. Mi único objetivo era analizar una situación deportiva, no política", aclaró el exprofesional.
Durante su intervención, el ciclista también aprovechó para valorar el estado actual del ciclismo profesional, mostrando un conocimiento profundo de la dinámica competitiva actual. Según su análisis, el panorama está dominado por dos figuras excepcionales: Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard. "En este momento tenemos a un monstruo como Pogacar, y justo detrás a Vingegaard, que está un escalón por debajo. El problema es que el resto del pelotón se encuentra a dos o tres niveles de distancia", describió Delgado con precisión.
Esta superioridad evidente, según el exciclista, condiciona el desarrollo de las grandes vueltas. "El duelo entre Pogacar y Vingegaard volverá a ser el centro de atención en 2025. Son los únicos capaces de marcar la diferencia de forma consistente en las tres grandes semanas", predijo. No obstante, Delgado matizó que este dominio binomial no se traslada con la misma intensidad a las carreras de un día.
"En las clásicas el escenario cambia completamente. Ahí aparecen más aspirantes con opciones reales de victoria. El ciclismo actual es espectacular porque estos corredores, especialmente Pogacar y Vingegaard, tienen equipos que atacan desde muy lejos. No esperan al último kilómetro, sino que la carrera se decide en las dos horas finales", explicó el analista deportivo.
El exciclista también dedicó unas palabras al recorrido de la próxima Vuelta a España, cuyo trazado fue presentado recientemente por la organización. Delgado, que conoce bien las características que definen la ronda española, mostró su aprobación al diseño de las etapas. "El recorrido me gusta porque mantiene el sello de identidad de la Vuelta. Se trata de etapas nerviosas, con muchos finales en alto que mantendrán la emoción hasta el final", valoró.
Entre las etapas que más le llamaron la atención, Delgado mencionó especialmente la llegada a Aitana, en Alicante, y la última etapa en Granada, a la que calificó de "espectacular". "Granada será un cierre de lujo. La ciudad ofrece un escenario incomparable y el puerto final será decisivo para la clasificación general", anticipó.
El análisis técnico del exciclista se extendió a la dureza acumulada del recorrido, un aspecto que considera fundamental para entender la exigencia de la prueba. "Para los aficionados a los datos, la Vuelta acumula más metros de desnivel positivo que el Giro y el Tour del próximo año. Esto la convierte en la más exigente de las tres grandes vueltas que se disputarán en 2026", argumentó Delgado con contundencia.
La participación de Delgado en la Carrera del Pavo de Segovia, una prueba popular que se celebra en su ciudad natal, demuestra su conexión permanente con el ciclismo de base y con su comunidad. Este evento, que utiliza bicicletas sin cadena, es una tradición local que reúne a corredores de todas las edades y que sirve como punto de encuentro para los amantes del deporte sobre dos ruedas.
Durante la conversación con los periodistas, el exciclista insistió en la necesidad de recuperar el espíritu deportivo por encima de las polémicas. "Necesitamos un punto de paz y sosiego. El tiempo pone las cosas en su sitio y permite analizar las situaciones con perspectiva. No podemos dejarnos arrastrar por la dinámica de la confrontación constante", reflexionó.
Las declaraciones de Delgado llegan en un momento en el que el deporte español, y especialmente el ciclismo, busca mantenerse al margen de las tensiones políticas y sociales que afectan a otros ámbitos. La polémica generada por sus comentarios televisivos ha puesto de manifiesto la sensibilidad de ciertos temas y la dificultad de mantener una línea estrictamente deportiva.
El exciclista, que nunca ha escondido su carácter franco, parece decidido a no alimentar más la polémica. Su llamamiento a la calma y su deseo de que la sociedad no se deje manipular por intereses ajenos al deporte reflejan una postura madura y conciliadora. "Lo importante es que la gente piense por sí misma y no se deje llevar por corrientes que buscan el enfrentamiento", concluyó.
El análisis de Delgado sobre el futuro del ciclismo también incluye una advertencia sobre la necesidad de que otros corredores acorten distancias con los dos dominadores actuales. "Para el espectáculo, sería saludable que aparecieran nuevos rivales a la altura. De lo contrario, corremos el riesgo de que las grandes vueltas se conviertan en una batalla predecible entre los mismos dos protagonistas", advirtió.
La Vuelta a España 2025, con su exigente recorrido y sus múltiples finales en puerto, promete ser un escenario ideal para que Pogacar y Vingegaard vuelvan a medir sus fuerzas. La presencia de etapas cortas y explosivas, combinadas con jornadas de gran desgaste en alta montaña, debería ofrecer un espectáculo de primer nivel para los aficionados.
Delgado también aprovechó para recordar su propia experiencia como corredor, cuando las polémicas eran de naturaleza diferente. "Antes las discusiones eran sobre tacticismo o sobre si un puerto era más duro que otro. Ahora cualquier tema se politiza y eso dificulta el debate deportivo", lamentó.
El exciclista segoviano, que mantiene su condición de referente del ciclismo español, ha demostrado una vez más su capacidad para generar opinión y su profundo conocimiento del deporte que le dio la fama. Sus palabras, lejos de alimentar la polémica, buscan un punto de encuentro y una reflexión pausada sobre el momento actual del ciclismo y de la sociedad en general.
La comunidad ciclista española espera que la próxima temporada confirme las predicciones de Delgado y que la Vuelta a España se desarrolle sin incidentes, centrando la atención en lo que realmente importa: la competición deportiva. El deseo del exciclista es que el tiempo demuestre que sus análisis, tanto sobre el panorama competitivo como sobre la necesidad de sosiego social, eran acertados.
En definitiva, Pedro Delgado ha querido cerrar el capítulo de la polémica con un mensaje de concordia y una mirada experta hacia el futuro del ciclismo. Su llamamiento a no buscar confrontaciones innecesarias y su confianza en que el tiempo pone cada cosa en su lugar reflejan la madurez de un deportista que ha vivido tanto las glorias como las críticas a lo largo de su extensa trayectoria profesional y mediática.