Sanción histórica a Marcao: seis partidos de suspensión tras el clásico contra el Madrid

El Comité de Disciplina castiga duramente al defensa del Sevilla por insultos y conducta intimidatoria; Almeyda también recibe una sanción de un encuentro

El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha dejado este viernes una noticia que sacude al Sevilla FC. El organismo ha hecho públicas las resoluciones correspondientes a la jornada 17 de LaLiga, celebrada el pasado 21 de diciembre, y el veredicto no podría ser más contundente para el conjunto hispalense. El defensor central Marcao se ha convertido en el principal perjudicado tras recibir una sanción de seis partidos de suspensión por los incidentes ocurridos durante el enfrentamiento contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

La gravedad de la sanción radica en su desglose tripartito. El Comité ha establecido una primera sanción de un encuentro por la doble amarilla y consiguiente expulsión que ya vio el brasileño sobre el terreno de juego. A esto se suman cuatro partidos adicionales por insultos, ofensas verbales y actitudes injuriosas dirigidas directamente al colegiado del encuentro, Muñiz Ruiz. El sexto y último encuentro de castigo responde a una conducta contraria al buen orden deportivo, tipificando así una de las sanciones más duras de los últimos tiempos para un jugador de Primera División.

Los hechos que motivaron esta drástica decisión quedaron reflejados con lujo de detalles en el acta arbitral, un documento que el Comité de Disciplina ha validado íntegramente sin encontrar errores materiales que justificaran una atenuación. Según consta en la resolución, una vez que el árbitro le mostró la tarjeta roja, Marcao se encaró con Muñiz Ruiz a escasa distancia de su rostro de forma claramente intimidatoria, requiriendo la intervención de varios compañeros de equipo para retirarle de la zona.

La situación no terminó ahí. Mientras se dirigía hacia el túnel de vestuarios, el futbolista brasileño profirió expresiones que el colegiado recogió textualmente en su informe. Las palabras exactas, según el acta, fueron: "Fillo da puta madre", una frase en portugués que el Comité interpretó como un insulto directo y grave. Para completar el cuadro de conducta antideportiva, Marcao propinó una patada a un balón que se encontraba en la zona del cuarto árbitro, un gesto que el organismo disciplinario consideró como una manifestación de descontrol y falta de respeto a la autoridad arbitral.

Ante esta narrativa, el Sevilla FC no se quedó de brazos cruzados. La entidad nervionense presentó alegaciones formales junto con pruebas videográficas que pretendían demostrar que la expresión utilizada por Marcao no era un insulto directo al árbitro, sino una exclamación genérica en su idioma natal, una reacción visceral al calor del momento sin intención ofensiva dirigida específicamente a Muñiz Ruiz. Sin embargo, el Comité de Disciplina desestimó por completo esta línea argumental.

El fallo del organismo fue tajante: no existía un error material manifiesto en el acta arbitral que justificara modificar la versión del colegiado. El Comité mantuvo la presunción de veracidad del testimonio del árbitro, un principio jurisprudencial que suele prevalecer en estos casos salvo que existan pruebas irrefutables de lo contrario. La acumulación de las tres infracciones -expulsión, insultos y conducta antideportiva- derivó en la sanción ejemplar que ahora enfrenta el jugador.

El castigo deja a Marcao fuera de los terrenos de juego hasta mediados de febrero, una ausencia que se traduce en la pérdida de varios encuentros clave para los intereses del Sevilla en LaLiga. El brasileño, que ha participado en 13 partidos de campeonato esta temporada y anotó un gol contra el Espanyol, se perderá los compromisos ante Levante, Celta de Vigo, Elche, Athletic Club y Mallorca, entre otros.

Pero las malas noticias para el club hispalense no terminan con la sanción a su defensa. El entrenador Matías Almeyda también ha sido sancionado con un partido de suspensión por acumular dos tarjetas amarillas y la consiguiente expulsión durante el mismo encuentro ante el Real Madrid. El técnico argentino, conocido por su temperamento apasionado, no ocultó su indignación en la rueda de prensa posterior al partido.

Las declaraciones de Almeyda fueron contundentes y reveladoras de su estado de ánimo: "Me gustaría que escuchasen los audios, porque es fácil echar gente. No soy un payaso de un circo, tengo mi historia y soy un hombre que dialoga. Estamos haciendo del deporte algo autoritario y me duele. Pidan audios. Nunca vi que en dos minutos señalen dos penaltis seguidos. Hay VAR. Hoy el arbitraje dirigió muy mal. Felicito al Madrid por su victoria, no fue beneficiado por ello. Estoy contra el arbitraje de lo mal que lo dirigió, por eso fui expulsado. Me dijeron que estaban cansados que yo hable de respeto. Si hay alguna falta de respeto mía, que la pongan".

Estas palabras reflejan la frustración del cuerpo técnico con las decisiones arbitrales, particularmente con la concesión de dos penaltis en un breve espacio de tiempo, una circunstancia que el entrenador consideró inusual y que, en su opinión, estuvo mal gestionada a pesar de la existencia del VAR. La expulsión de Almeyda, según su propia versión, respondió a sus críticas al desempeño arbitral, no a una falta de respeto directa.

Las decisiones del Comité de Disciplina dejan al Sevilla en una situación comprometida para las próximas jornadas. La pérdida de su defensa titular durante seis encuentros representa un serio contratiempo para un equipo que lucha por consolidar su posición en la tabla. La zaga se verá obligada a reconfigurarse sin uno de sus pilares, mientras que la ausencia de Almeyda en el banquillo para el próximo compromiso también supone un desafío logístico.

El club ya ha anunciado que recurrirá la sanción a Marcao, confiando en que un órgano superior pueda revisar la dureza del castigo. No obstante, los precedentes en casos similares no son especialmente alentadores para los intereses del Sevilla, dado que la presunción de veracidad arbitral suele ser un muro difícil de derribar en el ámbito disciplinario del fútbol español.

Esta sanción sin precedentes para el Sevilla en los últimos años no solo afecta al presente deportivo, sino que establece un referente disciplinario para futuros casos de confrontación con los árbitros. La firmeza del Comité de Disciplina envía un mensaje claro: las protestas vehementes y los insultos, aun en idiomas diferentes al castellano, serán castigados con máxima severidad. Mientras tanto, el club hispalense deberá apelar a la solidaridad de su plantilla y la astucia de su cuerpo técnico para capear este temporal que amenaza con desestabilizar su temporada justo en un momento crítico del calendario.

Referencias

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