Incendio en residencia de Almansa: evacuados más de 100 personas sin heridos

El fuego se originó en la cocina del centro 'El Castillo' y fue controlado rápidamente por el personal del centro

Un incidente de consideración tuvo lugar este jueves en la localidad albaceteña de Almansa, donde la residencia de personas mayores 'El Castillo' sufrió un incendio originado en su zona de cocina que obligó a movilizar a los servicios de emergencia y a proceder con la evacuación preventiva de todos sus ocupantes. El suceso, que podría haber tenido consecuencias graves, finalizó sin que se registraran daños personales, gracias a la rápida intervención del personal del centro y la eficaz coordinación de los protocolos de seguridad. El aviso al centro de emergencias 112 de Castilla-La Mancha se produjo minutos antes de las dieciocho y cuarto de la tarde, desencadenando una respuesta inmediata de múltiples cuerpos de seguridad y rescate. La situación, aunque controlada en poco tiempo, generó una importante movilización en la zona, con varias dotaciones desplazadas hasta el inmueble situado en la calle Hellín de la ciudad manchega. En total, fueron evacuadas 75 personas mayores residentes en el centro, acompañadas de 30 trabajadores que en ese momento desarrollaban su jornada laboral en el interior del edificio. La cifra supera el centenar de afectados directos, aunque en este caso la evacuación respondió más a una medida de precaución que a una necesidad derivada de riesgo real para la integridad de las personas. La rapidez con la que el personal del centro detectó el foco de calor y actuó para extinguirlo resultó fundamental para evitar que el incidente escalara a mayores proporciones. Antes incluso de la llegada de los bomberos de la zona, los empleados de la residencia ya habían logrado sofocar las llamas utilizando los sistemas de extinción con los que cuenta el centro. Esta actuación inmediata y eficaz del personal demuestra la importancia de una formación adecuada en materia de prevención y extinción de incendios, especialmente en centros donde la población es especialmente vulnerable. Cuando los efectivos de extinción llegaron al lugar, su labor se centró principalmente en tareas de ventilación del espacio afectado y en la supervisión de la zona para garantizar que no existían riesgos de reignición. La intervención de los bomberos, por tanto, fue más de carácter preventivo y de control de la situación que de extinción propiamente dicha, ya que el fuego había sido controlado por completo. Además de los bomberos, se desplazaron hasta la residencia efectivos de la Policía Local de Almansa y de la Guardia Civil, quienes colaboraron en el dispositivo de seguridad y en la gestión del tráfico en las inmediaciones del centro. También acudió una Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) móvil, aunque finalmente no fue necesaria su intervención, dado que ninguna de las personas evacuadas presentaba lesiones ni síntomas de inhalación de humo. Este hecho resulta especialmente relevante si consideramos la vulnerabilidad de las personas mayores ante este tipo de situaciones, donde el humo y el estrés pueden agravar problemas de salud preexistentes. La ausencia de heridos constituye el mejor desenlace posible para un incidente de estas características. La seguridad en residencias de personas mayores es un aspecto que está sometido a una normativa estricta y a controles periódicos, dado que la población que albergan requiere de condiciones de habitabilidad y protección especiales. Los centros deben contar con sistemas de detección de incendios, extintores en puntos estratégicos, rutas de evacuación claramente señalizadas y personal formado en actuación ante emergencias. En este caso, el centro 'El Castillo' demostró que los protocolos funcionaron correctamente, desde la detección temprana hasta la evacuación ordenada y la extinción inicial del fuego. Tras la supervisión de los servicios de emergencia y la ventilación completa de las zonas afectadas por el humo, tanto los residentes como el personal pudieron regresar al centro en un tiempo relativamente breve. La normalidad se restableció sin necesidad de activar planes de alojamiento alternativo para las personas mayores, lo que habría complicado significativamente la situación. La rápida vuelta a la rutina diaria es otro indicador de que el incidente fue gestionado de forma eficiente por todas las partes implicadas. Este tipo de sucesos pone de manifiesto la importancia de la preparación y la formación continuada del personal que trabaja en centros residenciales. La capacidad de reacción en los primeros minutos de un incendio es crucial para determinar su evolución y consecuencias. Los trabajadores de la residencia 'El Castillo' actuaron con determinación y conocimiento, evitando que un foco de fuego en una cocina, donde suelen encontrarse elementos inflamables y fuentes de calor, se convirtiera en una tragedia. La experiencia adquirida en simulacros y formaciones teórico-prácticas se tradujo en una respuesta automática y eficaz que protegió a las personas bajo su cuidado. Desde la consejería competente en materia de servicios sociales y emergencias de Castilla-La Mancha se ha insistido en la necesidad de que todos los centros residenciales mantengan sus sistemas de seguridad en perfecto estado y realicen formaciones periódicas con el personal. La prevención sigue siendo la mejor herramienta para evitar que incidentes como el ocurrido en Almansa tengan consecuencias irreversibles. La revisión de instalaciones, el mantenimiento de equipos de extinción y la sensibilización de los empleados son pilares básicos de una política de seguridad eficaz. La comunidad de Almansa ha respirado tranquila al conocer que el incidente no ha causado daños personales. La residencia 'El Castillo' continúa con su actividad habitual, habiendo superado una prueba de fuego, literalmente, que ha demostrado la solidez de sus protocolos y la profesionalidad de su equipo humano. Los familiares de los residentes han sido informados de lo sucedido y de las medidas adoptadas, mostrando su agradecimiento por la rápida actuación que evitó males mayores. En definitiva, el incendio en la residencia de Almansa sirve como ejemplo de cómo la preparación, la formación y la coordinación entre el personal de un centro y los servicios de emergencia pueden convertir una situación potencialmente peligrosa en un incidente sin consecuencias graves. La experiencia reforzará seguramente los protocolos existentes y servirá como caso práctico para otras residencias de la región, destacando que la inversión en seguridad y formación es la mejor garantía para proteger a los colectivos más vulnerables.

Referencias

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