La presencia española en la máxima competición del baloncesto mundial vuelve a tener un nombre propio con garantías de futuro. Santi Aldama, el único jugador de nacionalidad española que disputó la pasada temporada en la NBA, ha sellado su continuidad en la liga estadounidense con un acuerdo que le vincula a los Memphis Grizzlies durante las próximas tres campañas. La operación, valorada en 45 millones de euros (52,9 millones de dólares), sitúa al ala-pívot canario en la élite económica de los deportistas españoles que han triunfado en la mejor liga del planeta.
El nuevo contrato llega en el momento óptimo para el internacional español, que este verano finalizaba su vínculo de novato tras cuatro años en la franquicia que le seleccionó en la posición número 30 del Draft de 2021. Con esta renovación, Aldama no solo asegura su estabilidad deportiva, sino que multiplica exponencialmente sus ingresos: cada una de las próximas tres temporadas le reportará más beneficios que el conjunto de sus cuatro años previos en la competición, donde percibió un total de 8,6 millones de euros.
Las cifras del acuerdo colocan al grancanario en un selecto grupo de españoles con salarios multimillonarios en la NBA. Si bien aún dista de los registros históricos de Pau Gasol, quien llegó a superar los 23 millones anuales, o los 21 millones que en su momento cobró Serge Ibaka, el joven de 24 años inicia una trayectoria económica que le acerca a las grandes fortunas del baloncesto hispano. Su proyección, tanto deportiva como económica, dibuja un horizonte prometedor para el único representante de España en la liga.
La trayectoria de Aldama en Memphis ha sido una historia de progresión constante y trabajo silencioso. Desde su llegada como elegido en segunda ronda, el pívot ha construido su rol dentro de una franquicia que históricamente ha confiado en el talento ibérico, heredando el legado de los hermanos Gasol. Su desarrollo, lejos de ser espectacular, ha demostrado ser sólido y fiable, ganándose la confianza de la dirección técnica y la afición con su entrega en cada partido.
La temporada 2024-2025 representó el salto de calidad definitivo en el rendimiento del canario. Con promedios de 12,5 puntos, 6,4 rebotes y 2,9 asistencias en 25,5 minutos de juego durante la fase regular, Aldama consolidó su condición de pieza clave en la rotación de los Grizzlies. Su eficiencia ofensiva alcanzó niveles óptimos, con un 48,3% de acierto en tiros de campo y un notable 36,8% desde la línea de tres puntos, demostrando una versatilidad que le convierte en un amenaza moderna para su posición.
En sus 65 apariciones, 16 de ellas como titular, el español demostró una madurez que superó las expectativas iniciales. Su contribución se intensificó incluso durante la breve participación de Memphis en los playoffs, donde el equipo sucumbió en la primera ronda ante los campeones Oklahoma City Thunder. La eliminación por barrida no ensombreció el buen momento personal de Aldama, quien se erigió como el cuarto máximo anotador del conjunto y su sexto hombre más valorado, un rol fundamental en los esquemas del equipo.
La temporada de los Grizzlies estuvo marcada por la adversidad. La lesión de su estrella Ja Morant condicionó gravemente las aspiraciones del equipo, que se clasificó como octavo de la Conferencia Oeste tras una campaña irregular. La ausencia del base estadounidense en la fase final resultó determinante ante la potencia de los Thunder, privando a la franquicia de su líder indiscutible en el momento más crucial del curso.
A pesar de la evidente consolidación de Aldama en la plantilla, la dirección de los Grizzlies optó por esperar al verano para formalizar su continuidad. La prioridad del jugador, como él mismo manifestó en declaraciones a los medios, siempre fue permanecer en la ciudad que le acogió hace cuatro años. "Yo siento Memphis como mi casa… creo que si trabajas con honestidad, la recompensa llega", afirmó el español al inicio del curso, unas palabras que cobran pleno sentido con la firma de su nuevo contrato.
La celebración del acuerdo por parte de Aldama tuvo un toque de humor y nostalgia. A través de sus redes sociales, el canario compartió un meme en alusión a la famosa despedida de Piqué y Neymar, demostrando su conexión con la cultura deportiva y su cercanía con los aficionados. El gesto, acompañado de emoticonos del oso de los Grizzlies, refleja la comodidad y el cariño que ha desarrollado hacia la franquicia.
El futuro inmediato de Aldama en Memphis presenta, no obstante, un cambio significativo en el banquillo. El despido de Taylor Jenkins, entrenador que confió en él desde su llegada al draft y supervisó su desarrollo, abre una nueva etapa con Tuomas Iisalo al frente del proyecto. El preparador finlandés, de 42 años, ya trabajó como asistente durante esta temporada y conoce de primera mano las cualidades del español, lo que garantiza cierta continuidad en su integración al sistema de juego.
La apuesta de Memphis por Aldama se inscribe en una reconstrucción estratégica alrededor de Ja Morant. La franquicia busca estabilizar su núcleo competitivo con jugadores jóvenes y contrastados, y el español encaja perfectamente en ese plan. Su polivalencia defensiva, capacidad de espaciar el campo con su tiro exterior y su inteligencia de juego lo convierten en un complemento ideal para el estilo dinámico que caracteriza a los Grizzlies.
Para el baloncesto español, la noticia representa un respiro y una esperanza. En una época donde la presencia ibérica en la NBA ha menguado considerablemente, Aldama asume el rol de embajador solitario con un contrato que valida su proyección. Su evolución desde la Liga ACB, donde destacó con el Canterbury de su tierra natal, hasta convertirse en pieza relevante de la NBA, dibuja el modelo de desarrollo pausado pero efectivo que tantos éxitos ha dado al baloncesto nacional.
La próxima temporada será crucial para consolidar su estatus. Con un contrato de alto nivel llegan expectativas proporcionales. Aldama deberá demostrar que su progresión no tiene techo y que puede asumir más responsabilidad ofensiva si el equipo lo requiere. Su capacidad para mantener la regularidad que mostró en la última campaña determinará si puede aspirar a convertirse en uno de los referentes hispanos de la liga, siguiendo los pasos de los míticos Gasol, Ibaka o Ricky Rubio.
El mercado de la NBA ha valorado el potencial de Santi Aldama. Los 45 millones de euros no son solo una recompensa al trabajo pasado, sino una inversión de futuro que la franquicia de Tennessee está dispuesta a hacer. Para el jugador de Las Palmas, este contrato representa el sueño americano hecho realidad: desde ser un elegido en la segunda ronda hasta convertirse en un profesional consolidado con un salario de élite.
La historia de Santi Aldama en Memphis continúa, y con ella, la presencia española en la NBA. En una liga cada vez más internacional, el canario defiende los colores de un país con tradición baloncestística, demostrando que el talento hispano sigue teniendo cabida en la élite. Los próximos tres años serán la oportunidad de escribir un capítulo memorable en la relación entre Aldama y los Grizzlies, una asociación que ya ha superado las expectativas iniciales y promete seguir creciendo.