La cuarta jornada de la Champions League dejó dos resultados destacados para los equipos españoles e ingleses. El Atlético de Madrid logró una victoria vital en territorio holandés contra el PSV, mientras que el Liverpool se impuso por la mínima al Inter de Milán en un duelo de pronóstico ajustado. Ambos conjuntos dieron un paso importante hacia los octavos de final con actuaciones que combinaron sufrimiento, eficacia y momentos de calidad individual.
El conjunto dirigido por Diego Pablo Simeone aterrizó en los Países Bajos con la necesidad de sumar tras un inicio de competición europea irregular. El choque en el Estadio Philips prometía ser exigente, ya que el PSV había mostrado un nivel excelso en el arranque de curso. Sin embargo, los rojiblancos no pudieron evitar un comienzo de pesadilla. A los diez minutos, una penetración de Driouech por la banda izquierda desbordó a la defensa visitante y su centro raso encontró a Til en el corazón del área para batir a Oblak sin oposición.
El tanto inicial desnudó las carencias defensivas del Atlético en los primeros compases. El equipo neerlandés, veloz y vertical, explotaba con facilidad los espacios que dejaban los laterales. Pubill y Molina sufrieron especialmente ante las carreras de los extremos locales. Saibari estuvo a punto de aumentar la ventaja en una contra letal, pero su remate se marchó desviado. También Driouech, en una posición privilegiada, optó por buscar un compañero en lugar de finalizar él mismo, desaprovechando una ocasión clarísima.
Pese al dominio local, el Atlético fue encontrando su sitio. Sorloth dispuso de la primera ocasión clara para los visitantes con un cabezazo que no encontró portería. Poco a poco, los hombres de Simeone lograron frenar el ímpetu ofensivo del PSV y equilibrar el duelo. La recompensa llegó justo antes del descanso gracias a un error garrafal de la zaga holandesa. Un defensa central esperó excesivamente un balón en largo, lo que permitió a Guiliano aprovechar su indecisión. El mediocampista robó el esférico y asistió a Sorloth, quen regateó a su marcador y cedió generosamente a Julián Álvarez para que empujara a placer. El tanto argentino resultó balsámico para un equipo que lo necesitaba desesperadamente.
La segunda mitad arrancó con una dinámica completamente distinta. El Atlético salió con otra actitud y sentenció el encuentro en apenas diez minutos. El segundo gol llegó tras una jugada a balón parado. Un disparo de Molina desde la frontal provocó un rechace del guardameta local, y Hancko, atento al segundo palo, recogió el balón sobrante para marcar con tranquilidad. El tercero no se hizo esperar. Cinco minutos después, Barrios recuperó en mediocampo y asistió con un centro medido a Sorloth, quien cabeceó imparable para estrenar su casillero en esta edición de la Champions League.
Con el 1-3 en el marcador, el partido parecía sentenciado, pero el PSV no se rindió. En los instantes finales, Pepi recortó distancias con un tanto que obligó al Atlético a sufrir hasta el pitido final. Los de Simeone, no obstante, administraron bien la ventaja y resistieron los embates finales con una defensa bien ordenada. La victoria permite al conjunto madrileño respirar en la tabla y soñar con los puestos de cabeza.
En el Giuseppe Meazza, el Liverpool demostró por qué es uno de los favoritos al título. Sin la presencia de Mo Salah, los reds se impusieron por 0-1 al Inter con un penalti convertido a dos minutos del final. El duelo fue equilibrado y con pocas ocasiones claras, pero la experiencia inglesa primó en el momento decisivo. El tanto de los visitantes llegó tras una falta dentro del área que el árbitro no dudó en señalar. Con la transformación del lanzamiento desde los once metros, el Liverpool sumó tres puntos de oro en su visita a Milán.
La jornada completó otros resultados significativos. El Atalanta remontó ante el Chelsea con un 2-1 que deja a los londinenses en una situación complicada. Por su parte, el Bayern Munich no tuvo piedad del Sporting de Portugal y le endosó un contundente 3-1 en el Allianz Arena. Los alemanes siguen mostrando su potencial ofensivo y consolidan su liderato en el grupo.
El triunfo del Atlético en Eindhoven resulta especialmente valioso por cómo se gestó. La capacidad de remontada demuestra la madurez del grupo, capaz de sobreponerse a un inicio adverso y encontrar soluciones desde la calidad individual y el trabajo colectivo. La figura de Julián Álvarez, que rompió su sequía goleadora, resulta fundamental para las aspiraciones del equipo. Por su parte, el Liverpool continúa demostrando que puede ganar de múltiples formas, incluso sin sus estrellas, gracias a una plantilla profunda y un estilo de juego adaptativo.
Ambos equipos han dado un paso de gigante hacia la siguiente ronda, aunque quedan aún compromisos por delante. La Champions League no perdona el despiste y cada punto se conquista con sudor. La victoria en territorio ajeno, como la del Atlético, o la eficacia en el momento clave, como la del Liverpool, son valores que marcan la diferencia en esta competición. La próxima jornada será decisiva para definir los cruces de octavos, pero por ahora, tanto rojiblancos como reds pueden dormir tranquilos sabiendo que tienen el destino en sus propias manos.