Flamengo: temporada histórica con Brasileirão y Libertadores

El club carioca conquista su mejor año con cuatro títulos y aspira a la Copa Intercontinental ante Cruz Azul y posiblemente el PSG

El Flamengo ha cerrado una de las campañas más gloriosas de su historia al proclamarse campeón del Brasileirão con una jornada de antelación, consolidando así una temporada excepcional que ya incluía la Copa Libertadores en su palmarés. El conjunto de Río de Janeiro ha logrado este doblete doméstico e internacional por segunda vez desde 2019, una hazaña que solo había sido igualada por el mítico Santos de Pelé en la década de los sesenta.

La conquista del campeonato brasileño llegó con una ventaja de cinco puntos sobre el Palmeiras, su más directo perseguidor en la tabla con 73 puntos, cuando aún restaba una fecha por disputar. Este margen resulta más significativo si consideramos que el verdugo del Flamengo en la final de la Libertadores precisamente fue el Palmeiras, lo que convierte esta temporada en una verdadera rivalidad épica entre ambos gigantes del fútbol sudamericano.

El éxito en el Brasileirão representa el cuarto título oficial para el Mengão en este año calendario. Previamente, el club ya había levantado el Campeonato Carioca, la competición regional de Río de Janeiro, y la Supercopa de Brasil, que enfrenta al campeón de la Libertadores contra el del Brasileirão del año anterior. Este tetra-campeonato sitúa a la institución rubro-negra en una posición privilegiada dentro del panorama futbolístico mundial.

La clave de esta temporada memorable radica en la capacidad del plantel para mantener el rendimiento en múltiples frentes competitivos. La plantilla, dirigida por un cuerpo técnico de primer nivel, ha demostrado una regularidad envidiable tanto en el torneo de larga duración del Brasileirão como en la exigente eliminatoria de la Copa Libertadores, donde se impuso al Palmeiras en una final vibrante que se definió por detalles mínimos.

Desde una perspectiva histórica, este doblete de liga y Libertadores por segunda vez en apenas cuatro años convierte al Flamengo en el único club brasileño capaz de tal proeza en la era moderna. La comparación con el Santos de Pelé no es menor, ya que aquel equipo de los años sesenta del siglo pasado marcó una época dorada no solo para el club, sino para el fútbol brasileño en su conjunto. El Flamengo de 2023, con sus estrellas internacionales y su juego ofensivo, está trazando un paralelismo digno de estudio con aquella máquina de hacer goles.

La temporada, sin embargo, aún no ha finalizado. El próximo desafío para el club carioca es la Copa Intercontinental de Qatar, torneo que reúne a los campeones de las distintas confederaciones continentales. El 10 de diciembre, el Flamengo se medirá al Cruz Azul de México en el denominado Derbi de las Américas, una semifinal que promete intensidad y que servirá como aperitivo para lo que podría ser la gran final.

Si supera al conjunto mexicano, el Flamengo tendría la oportunidad de enfrentarse al Paris Saint-Germain el 17 de diciembre en la final de esta segunda edición de la renovada Copa Intercontinental. El PSG, campeón de la UEFA Champions League, representa el máximo exponente del fútbol europeo y sería un rival de enorme calibre para cerrar con broche de oro una temporada ya de por sí memorable.

La primera edición de esta nueva Copa Intercontinental la conquistó el Real Madrid, lo que le da al torneo un prestigio adicional desde su lanzamiento. La posibilidad de que el Flamengo se convierta en el segundo campeón de la historia de esta competición añadiría un valor incalculable a un año que ya es considerado el mejor de su centenaria existencia.

La afición del Flamengo, una de las más apasionadas del planeta, vive un momento de euforia total. Las calles de Río de Janeiro se han teñido de rojo y negro en cada celebración, y la expectativa por la cita qatarí crece con cada día que pasa. Los jugadores, por su parte, han mostrado una madurez competitiva notable, sabiendo gestionar la presión de estar a un paso de la inmortalidad deportiva.

Desde el punto de vista económico, esta temporada de ensueño también refuerza la marca Flamengo a nivel global. Los títulos atraen patrocinadores, incrementan el valor de los derechos de imagen y consolidan al club como un actor relevante en el mercado internacional de fichajes. La proyección del club va más allá de las fronteras sudamericanas, asentándose como una potencia comercial con alcance mundial.

El rendimiento colectivo no habría sido posible sin las individualidades destacadas que componen el plantel. Estrellas consagradas y jóvenes promesas han convivido en un equipo equilibrado, donde la experiencia y la frescura se combinan para producir un fútbol vistoso y efectivo. Esta química perfecta es el resultado de una planificación deportiva acertada que ha sabido rodear a sus figuras con el soporte necesario para brillar.

La defensa del título de la Libertadores ya está asegurada, y ahora la mente está puesta en hacer lo propio con el Brasileirão en 2024. Pero antes, la oportunidad de levantar la Copa Intercontinental representa el premio gordo para un grupo de jugadores que ha demostrado estar entre los mejores del mundo. La posibilidad de medirse al PSG de Mbappé y compañía es un incentivo extra que ningún futbolista de élite desaprovecharía.

El fútbol brasileño, en general, se beneficia de este dominio flamenguista. La proyección internacional del club eleva el nivel de la liga local y demuestra que el balompié sudamericano puede competir de tú a tú con las potencias económicas del viejo continente. La victoria en la Copa Intercontinental sería la confirmación definitiva de esta tesis.

En resumen, el Flamengo no solo ha ganado títulos este año, sino que ha construido un legado. La mejor temporada de su historia está a punto de recibir su corona definitiva en las arenas de Qatar. Con cuatro trofeos ya en el bolsillo y la posibilidad de un quinto ante los mejores del mundo, el club carioca ha trazado un nuevo estándar de excelencia para el fútbol brasileño y sudamericano. La pelota está en el techo, y el mundo observa expectante si el Mengão completará la obra maestra.

Referencias

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