El Atlético de Madrid retoma sus actividades este martes 18 de noviembre, con la mira puesta en el próximo partido oficial contra el Getafe. Este regreso a los entrenamientos trae consigo una novedad significativa: Diego Pablo Simeone contará con varios de sus futbolistas internacionales mucho antes de lo habitual, lo que podría marcar una ventaja táctica en la preparación del equipo.
En esta ventana FIFA, la selección argentina solo disputó un encuentro —frente a Angola—, lo que permitió a jugadores como Thiago Almada y Nicolás González regresar a España con tiempo suficiente para integrarse plenamente en los entrenamientos del club. Esta situación contrasta con lo habitual en parones internacionales, donde los futbolistas sudamericanos solían llegar a última hora, con apenas un entrenamiento o ninguno antes del partido oficial, debido a los largos desplazamientos y la densidad del calendario de eliminatorias.
Además, hay otro factor que ha acelerado la disponibilidad de jugadores: Julián Álvarez, Giuliano Simeone y Nahuel Molina no viajaron con la selección argentina en esta ocasión, ya que no contaban con la vacuna contra la fiebre amarilla requerida para entrar en Angola. Esto les permitió descansar durante el fin de semana y reincorporarse al trabajo colectivo sin contratiempos.
Por otro lado, los futbolistas que sí completaron el segundo partido de la ventana —como Alexander Sorloth y Giacomo Raspadori— también deberían estar presentes en la sesión del martes, aunque es probable que reciban un día de descanso o realicen trabajo de recuperación física.
No obstante, Simeone aún deberá esperar para contar con otros elementos clave del plantel. Jan Oblak, David Hancko, Pablo Barrios, Álex Baena, Marcos Llorente y, especialmente, José María Giménez, tienen compromisos internacionales que se extienden hasta los primeros días de la semana. Su reincorporación será gradual, lo que obligará al técnico a gestionar con inteligencia los recursos disponibles.
Esta situación inusual podría beneficiar al Atlético en varios aspectos. En primer lugar, permite una mejor preparación táctica y física de los jugadores que ya están disponibles. En segundo lugar, reduce el riesgo de lesiones por sobrecarga, ya que los futbolistas no tendrán que adaptarse a un ritmo acelerado tras un viaje largo y exigente. Y en tercer lugar, ofrece a Simeone la posibilidad de probar combinaciones y ajustar el sistema antes del partido ante el Getafe, un encuentro clave en la lucha por mantenerse en la parte alta de la clasificación.
El entrenador argentino, conocido por su meticulosidad y capacidad para adaptarse a las circunstancias, seguramente aprovechará esta oportunidad para reforzar la cohesión del equipo y afinar detalles que podrían marcar la diferencia en los próximos partidos. La semana de trabajo será intensa, pero también estratégica, con un enfoque claro en la recuperación física y la integración de los jugadores que regresan.
En resumen, aunque el parón internacional suele ser un desafío para los clubes, en esta ocasión el Atlético de Madrid podría convertirlo en una ventaja. La disponibilidad anticipada de varios internacionales, sumada a la gestión inteligente de los recursos humanos, podría darle a Simeone el impulso necesario para afrontar la segunda parte de la temporada con mayor solidez y confianza.