Vieira destituido en el Genoa tras mal arranque en Serie A

El técnico francés deja el banquillo tras solo nueve jornadas y un balance de tres empates y seis derrotas que hunden al equipo en la última plaza.

El Genoa ha decidido poner fin a la etapa de Patrick Vieira como entrenador del primer equipo, una decisión que llega tras un inicio de temporada profundamente decepcionante. Con apenas tres empates y seis derrotas en las primeras nueve jornadas de la Serie A, el conjunto genovés se encuentra hundido en la última posición de la tabla, con un rendimiento que no refleja las expectativas depositadas en el proyecto.

Vieira, exjugador de renombre internacional y con experiencia en clubes como el Crystal Palace y la selección de Costa de Marfil, llegó al Luigi Ferraris en noviembre de 2024. Su primera media temporada fue prometedora: logró estabilizar a un equipo en crisis y lo condujo hasta un decimotercer puesto, una posición más que razonable que generó cierta confianza en la directiva y en la afición. Sin embargo, el nuevo curso ha sido un contraste total. El equipo apenas ha marcado cuatro goles en nueve partidos, ha encajado trece y su única victoria —y única alegría— llegó en la Copa Italia, frente al Vicenza, un equipo de la Serie C.

Esta destitución convierte a Vieira en el segundo entrenador cesado en la actual temporada de la Serie A, tras la salida de Igor Tudor de la Juventus. El contexto es revelador: la presión en los banquillos italianos es cada vez más intensa, y los resultados inmediatos pesan más que nunca. El Genoa, que busca reforzar su proyecto a largo plazo, se ve obligado a cambiar de rumbo en plena temporada, una decisión arriesgada pero necesaria según sus directivos.

El próximo partido del Genoa será el lunes frente al Sassuolo, a las 18:30 horas. La directiva ya trabaja en la búsqueda de un nuevo entrenador que pueda revertir la situación y evitar el descenso. La tarea no será sencilla: el equipo necesita no solo un técnico con experiencia, sino también alguien capaz de reactivar la moral del vestuario y mejorar la eficacia ofensiva, que en estos momentos es una de sus mayores debilidades.

El caso de Vieira es un ejemplo de cómo los buenos comienzos no siempre garantizan continuidad. En el fútbol moderno, los resultados a corto plazo son decisivos, y un mal arranque puede costar incluso a entrenadores con currículum. Ahora, el Genoa debe actuar con rapidez y precisión para no quedarse atrapado en la zona de descenso, mientras la afición espera con ansiedad el nombre del próximo técnico que asuma el reto de salvar al equipo.

Referencias