Brasileirão 2025: descensos, Libertadores y el regreso de Neymar

El torneo brasileño definió sus plazas internacionales en una última jornada llena de emoción y sorpresas

La última jornada del Campeonato Brasileño de 2025 dejó un sabor agridulce para varios equipos, mientras otros celebraron objetivos cumplidos y la permanencia en la élite del fútbol sudamericano. La fecha final no solo determinó qué clubes disputarán torneos continentales el próximo año, sino que también selló el destino de aquellos que deberán buscar el regreso a la primera división desde la Serie B. La emoción se vivió en cada rincón de Brasil, con partidos que definieron el futuro inmediato de históricos instituciones.

El drama de los descensos y las permanencias

La lucha por no perder la categoría centró gran parte de la atención en las últimas semanas del certamen. Finalmente, los equipos que perdieron la plaza en la máxima categoría fueron Ceará, Fortaleza, Juventude y Sport Recife, cuatro clubes con tradición que deberán reestructurarse para intentar el retorno en 2026. La caída de estos equipos genera un impacto económico y deportivo significativo, ya que la Serie B brasileña representa una competencia feroz donde nada está garantizado.

Por el contrario, la alegría llegó a Porto Alegre y Salvador. Internacional de Porto Alegre y Vitória consiguieron asegurar su continuidad en el Brasileirão en la última fecha, lo que supone un alivio enorme para sus respectivas hinchadas. Ambos conjuntos llegaban con la presión de no cometer errores, y finalmente lograron los resultados necesarios para mantenerse a flote. Curiosamente, estos dos clubes son los únicos que, tras asegurar la permanencia, ya saben que no tendrán competición internacional el año próximo, centrando únicamente en el torneo doméstico.

Clasificaciones a la Copa Libertadores

En lo que respecta a los torneos continentales, Brasil confirmó sus representantes para la edición 2026 de la Copa Libertadores. Los equipos que accedieron directamente a la fase de grupos son Flamengo, Palmeiras, Cruzeiro y Mirassol, todos ellos finalistas regulares del torneo. Estos clubes habían consolidado sus posiciones en las jornadas previas, por lo que la última fecha resultó un mero trámite para ellos.

El quinto cupo a la fase de grupos lo ocupó Fluminense, que cerró su participación con una victoria por 2-0 ante Bahía en el Maracaná. Este triunfo les permitió asegurar matemáticamente su pase directo, evitando la incertidumbre de la fase previa. Por su parte, Botafogo y Bahía deberán comenzar su andadura continental desde la segunda fase de clasificación, lo que implica disputar eliminatorias previas para intentar acceder a la fase de grupos.

La Copa de Brasil como vía alternativa

Una de las particularidades del sistema brasileño es que el campeón de la Copa de Brasil obtiene un cupo directo a la fase de grupos de la Libertadores, independientemente de su posición en el campeonato doméstico. Esta edición, las semifinales enfrentan a Cruzeiro contra Corinthians el miércoles, y a Vasco da Gama contra Fluminense el jueves, con los partidos de vuelta programados para el domingo 14 de diciembre.

Este escenario genera varias posibilidades interesantes. Tanto Cruzeiro como Fluminense ya tienen asegurada su participación en la fase de grupos por su posicionamiento en el Brasileirão. Por tanto, si alguno de estos dos equipos levanta el trofeo de la Copa de Brasil, liberaría un cupo adicional que recaería en San Pablo, sexto clasificado del torneo. Esta circunstancia convertiría al club paulista en gran beneficiado, obteniendo una plaza que no conquistó directamente sobre el terreno de juego.

Por otro lado, Corinthians llegó a las semifinales desde una posición que le daría acceso a la Copa Sudamericana. Si lograra alzarse con el título, liberaría su plaza sudamericana para Vasco da Gama, que finalizó el campeonato fuera de los puestos internacionales pero tendría una segunda oportunidad. En caso de que Vasco da Gama resulte campeón, simplemente confirmaría su participación en la Libertadores sin afectar a otros equipos.

Los equipos de la Copa Sudamericana

Más allá de la Libertadores, Brasil también definió sus representantes para la Copa Sudamericana 2026. Los equipos que accederán a este torneo son San Pablo, Gremio, Bragantino, Atlético Mineiro y Santos. La inclusión de este último merece un análisis particular, dado su recorrido en el torneo.

El Santos FC protagonizó una de las remontadas más destacadas del certamen. Hace apenas dos fechas, el club de la Vila Belmiro se encontraba en una situación comprometida, con el fantasma del descenso rondando el estadio. Sin embargo, una reacción impresionante, con tres victorias consecutivas en las últimas jornadas, le permitió no solo asegurar la permanencia, sino también clasificarse a una competencia internacional. La última de esas victorias fue contundente: un 3-0 ante Cruzeiro en el Urbano Caldeira, con Neymar en el once titular, demostrando que su retorno al fútbol brasileño sigue generando impacto tanto en lo deportivo como en lo mediático.

El Atlético Mineiro, por su parte, cerró su participación con una goleada por 5-0 a Vasco da Gama, resultado que le permitió asegurar su plaza en la Sudamericana y dejó a su rival sin opciones de clasificación directa. Gremio y Bragantino, por su parte, mantuvieron la regularidad necesaria para asegurar sus respectivos cupos.

Los nuevos aspirantes y la próxima temporada

Mientras algunos equipos planifican su participación en torneos internacionales, otros preparan su regreso a la élite. Los clubes que ascendieron a la Serie A para la temporada 2026 son Coritiba, Athletico Paranaense, Chapecoense y Remo. Estos equipos deberán reforzarse adecuadamente para competir con los grandes del país, sabiendo que la exigencia del Brasileirão es máxima.

La próxima temporada promete ser igual de emocionante, con equipos tradicionales como Santos volviendo a escena internacional, y otros como Fortaleza y Ceará intentando el retorno inmediato. La competencia en Brasil cada vez es más pareja, y la diferencia entre la zona de clasificación y el descenso se reduce cada año, lo que garantiza emoción hasta la última fecha.

El sistema de clasificación brasileño, con múltiples vías para acceder a torneos continentales, genera un final de temporada lleno de especulaciones y posibilidades. La Copa de Brasil actúa como comodín para muchos equipos, mientras que la regularidad del Brasileirão premia a los más consistentes. La combinación de ambos factores hace que el fútbol brasileño mantenga el interés hasta el último minuto del año calendario.

En definitiva, el Brasileirão 2025 dejó enseñanzas claras: la competitividad no da tregua, los grandes deben mantenerse alerta constantemente, y los equipos medianos pueden soñar con objetivos ambiciosos si gestionan correctamente sus plantillas. La presencia de figuras como Neymar en Santos añade un plus de atracción para el torneo local, que busca recuperar el esplendor de décadas pasadas. La próxima temporada ya espera, con nuevos retos y la ilusión renovada de millones de aficionados en todo el país.

Referencias

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