La Policía Nacional ha logrado dar un paso crucial en la lucha contra la impunidad de delitos sexuales graves, al arrestar en Madrid a dos individuos reclamados internacionalmente por abusos cometidos contra familiares en Perú y Costa Rica. Estas detenciones, llevadas a cabo en Fuenlabrada y Aranjuez, forman parte de la Operación Peluche, una iniciativa que desde septiembre de 2024 ha permitido capturar a 35 fugitivos vinculados a abusos sexuales, especialmente contra menores.
En el caso peruano, la víctima era una persona con discapacidad intelectual, hermana de la pareja del sospechoso. El detenido, según la investigación, se ganó su confianza mediante regalos y actividades compartidas, como ver películas, para luego abusar de ella. Este patrón de manipulación y abuso de confianza es frecuente en casos de violencia intrafamiliar, donde el agresor suele aprovechar su posición de cercanía y autoridad.
Por otro lado, en Costa Rica, el presunto autor invitó a una familiar directa a consumir bebidas alcohólicas, aprovechando su estado de embriaguez para trasladarla a un motel y cometer la agresión sexual. Este tipo de abuso, que utiliza el alcohol como herramienta de vulnerabilidad, subraya la necesidad de campañas de concienciación sobre el consentimiento y la protección de personas en situaciones de riesgo.
La Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional ha demostrado una eficacia notable en la identificación y captura de estos delincuentes, muchos de los cuales creían haber escapado de la justicia al trasladarse a España. La colaboración internacional y el uso de herramientas tecnológicas han sido claves en estos logros, reforzando la confianza en el sistema judicial español como garante de la justicia transnacional.
Estas detenciones no solo representan un avance en la lucha contra la violencia sexual, sino también un mensaje claro: no hay refugio para quienes cometen estos delitos. La Operación Peluche sigue activa, y su éxito hasta ahora sugiere que el número de capturas podría seguir aumentando en los próximos meses.
En un contexto global donde la impunidad sigue siendo un obstáculo para la justicia, especialmente en casos de abuso sexual, iniciativas como esta demuestran que la cooperación policial y la persistencia pueden hacer la diferencia. La sociedad española, y en particular las víctimas y sus familias, tienen motivos para sentirse más seguras gracias a estos esfuerzos.
La Policía Nacional continúa trabajando en la identificación de nuevos fugitivos, y se espera que en los próximos meses se anuncien más detenciones. Mientras tanto, las autoridades instan a la ciudadanía a denunciar cualquier sospecha de abuso, ya que la colaboración ciudadana es fundamental para cerrar las brechas que aún permiten a estos delincuentes evadir la justicia.