Eder Sarabia, entrenador del Elche, llega al duelo ante el Barcelona con una mezcla de respeto, estrategia y convicción. Con su equipo en un sólido octavo puesto y 14 puntos en la tabla, Sarabia no se conforma con competir: quiere ganar. Y lo dice con la seguridad de quien conoce al rival como pocos: fue segundo de Quique Setién en el Barça, y ahora, con Hansi Flick al mando, ve un equipo renovado, pero también vulnerable.
En la rueda de prensa previa al partido, Sarabia desglosó su plan con meticulosidad. Aunque reconoce que la semana de preparación ha sido corta —solo tres días—, no lo considera una excusa. “Hay que adaptarse, transmitir confianza y elevar a cada jugador a su mejor versión”, afirmó. Su mensaje es claro: el Elche no va a esconderse. Buscarán presionar, desequilibrar y aprovechar cualquier fallo del rival.
El técnico valenciano ha estudiado al Barça con lupa. Incluso ha simulado escenarios con el filial para preparar a sus jugadores ante la amenaza de Lamine Yamal, a quien califica como “una debilidad que recuperan”. Aunque admite que “no tenemos un Lamine en el equipo”, su plan defensivo se centra en alejarlo del área, limitar sus espacios y forzarle a recibir el balón en zonas menos peligrosas. “Alguna acción hará, porque es muy bueno. Pero debemos celebrar las buenas defensas”, subrayó.
Sarabia también destacó la ausencia de bajas en su plantilla, lo que le permite alinear su mejor once. La victoria en la Copa del Rey ante el Alavés, según él, fue clave para romper la racha negativa y devolver la confianza al grupo. “Nos sirvió para sentir la victoria, para que la gente crea que puede competir”, dijo. En contraste, el Barça llega con bajas importantes: Pedri, ausente por lesión, y Rashford, que sí jugará y a quien Sarabia admira desde su etapa en Inglaterra.
Sobre el estilo de juego de Flick, Sarabia apunta que no será un partido de posesiones largas. “No es un equipo que se repliegue. Cuando pueden, tiran hacia delante”, explicó. Su intención es evitar que el Barça domine el campo y les meta en su propio terreno. “Si lo hacen, son el mejor equipo del mundo. Nuestra misión es que no suceda”, sentenció.
También tuvo palabras de aliento para dos jugadores clave: Héctor Fort e Iñaki Peña. Ambos, con minutos limitados en el primer equipo, están motivados y preparados. “A veces les exijo mucho, pero nos están dando una barbaridad”, reconoció Sarabia, destacando su implicación en las charlas tácticas y su actitud en los entrenamientos.
En resumen, Sarabia no solo ve al Barça como un rival formidable, sino como un equipo al que se puede vencer si se juega con inteligencia, intensidad y sin miedo. Su conocimiento del club, su análisis detallado y su confianza en su plantilla lo convierten en un entrenador peligroso. El partido no será solo una batalla táctica, sino también un duelo de mentalidades: el Elche, con hambre y convicción, contra un Barça que busca reafirmarse tras la derrota ante el Madrid. La ilusión, como dice Sarabia, está servida.