Sellés mantiene los pies en el suelo: "Seguimos últimos y hay mucho por hacer"

El entrenador del Real Zaragoza exige máxima exigencia pese a la buena dinámica y analiza el duelo ante el Málaga

Rubén Sellés ha vuelto a la carga en la sala de prensa de La Romareda con un mensaje claro y contundente. A pesar de las buenas sensaciones que ha dejado el equipo en los últimos compromisos, el técnico valenciano no permite que la euforia invada el ambiente del club maño. Su discurso, lejos de las complacencias, se centra en la realidad objetiva: el Real Zaragoza continúa en la última posición de la tabla y la permanencia sigue siendo la prioridad absoluta.

La eliminación en la Copa del Rey ante el Burgos, rodeada de polémica arbitral, no ha desviado la atención de Sellés. El entrenador mantiene la mirada fija en el objetivo liguero y no concede espacio a la relajación. "Nadie tiene garantizado nada", afirmó con rotundidad, dejando claro que la competitividad interna será la tónica dominante en el vestuario. Esta filosofía de exigencia máxima pretende evitar cualquier atisbo de conformismo que pudiera surgir tras las mejoras observadas en el juego del equipo.

La posibilidad de repetir once

Uno de los temas que más interés ha despertado entre la afición es la configuración del once inicial para el próximo encuentro. Sellés no ha descartado la opción de mantener la misma alineación que tan buenos resultados dio ante el Leganés, considerado por muchos como el mejor partido del conjunto aragonés en lo que va de temporada. "Cuando uno va obteniendo victorias, la tendencia es ajustar lo que uno ya tiene", explicó el entrenador, mostrando su predisposición a la continuidad cuando los resultados acompañan.

No obstante, Sellés también dejó entrever que las decisiones finales dependerán de múltiples factores. "No entramos en hacer revoluciones", aseguró, "intentamos ver el oponente y los jugadores que tenemos". Esta declaración refleja una planificación meticulosa donde se valoran tanto el rendimiento individual como las necesidades tácticas de cada compromiso. El mensaje para la plantilla es inequívoco: los titulares deben seguir demostrando su valía, mientras que los suplentes tienen la obligación de pelear por un puesto con intensidad y trabajo diario.

Rechazo rotundo a la complacencia

El técnico zaragocista ha detectado cierto grado de euforia en el entorno del club y ha salido al paso de inmediato. Para Sellés, cualquier pensamiento que se aleje de la exigencia supone un riesgo que no está dispuesto a asumir. "Da igual el estado del resto, yo voy a repetir la idea", manifestó con firmeza, "a cualquiera que piense que podemos relajarnos, la realidad pura y dura es que seguimos últimos".

Esta frase resume perfectamente la filosofía del entrenador: trabajo constante, mejora continua y dominio en el terreno de juego. Sellés no contempla las especulaciones ni los escenarios hipotéticos que no pasan por el esfuerzo inmediato. "Las especulaciones no me interesan para nada", sentenció, dejando claro que su único enfoque reside en preparar al equipo para competir al máximo nivel en cada entrenamiento y cada partido.

Situación médica de la plantilla

En el apartado de novedades, Sellés ha ofrecido detalles sobre la situación de varios futbolistas. Sebas Moyano, que se perdió el último compromiso por un proceso gástrico, regresará a la convocatoria para el desplazamiento a La Rosaleda. Su presencia aporta alternativas en la parcela creativa del centro del campo.

Por el contrario, Saidu no podrá participar en el duelo andaluz. Aunque Sellés quiso tranquilizar a la afición al asegurar que su lesión "no es grave", la ausencia del extremo se notará en el ataque maño. La evolución del jugador será monitorizada de cerca en los próximos días para determinar su disponibilidad en compromisos posteriores.

El entrenador también se refirió a otros futbolistas que están en proceso de integración. Bazdar, Dani Gómez y Akouokou son nombres que han estado en la palestra. Sellés explicó que "cada uno tiene un proceso diferente" y que las decisiones sobre su participación responden a criterios deportivos. "No pudimos contar con Bazdar en la Copa por decisiones dentro del partido", aclaró, "está entrenando al nivel de los compañeros, como Dani Gómez. Paul podía reivindicar que estaba para ser titular". Esta última afirmación sugiere que el centrocampista francés está cada vez más cerca de una oportunidad en el once inicial.

El Málaga, un rival exigente

El próximo obstáculo para el Real Zaragoza será el Málaga, un conjunto que Sellés conoce bien y respeta profundamente. "Es un rival siempre difícil, que acumula jugadores buenos técnicamente", valoró el técnico. El cambio de entrenador en el banquillo malaguista, con Funes sustituyendo a Pellicer, ha introducido matices tácticos que el staff técnico zaragocista está analizando minuciosamente.

"Funes tiene un estilo diferente al de Pellicer y debemos ajustar bien", advirtió Sellés. Los datos respaldan la competitividad del rival: "Han sacado cuatro de seis puntos con el nuevo entrenador, son competitivos y tienen una identidad muy marcada". Este análisis demuestra la preparación exhaustiva del cuerpo técnico, que estudia cada detalle para buscar la ventaja competitiva.

El choque se presenta como "un desafío con un buen rival enfrente", en palabras del propio Sellés, quien confía en que su equipo esté a la altura de las circunstancias tras la notable evolución mostrada en las últimas jornadas.

Un equipo en transformación

A pesar de la dureza de su mensaje, Sellés reconoce el progreso experimentado por el conjunto aragonés desde su llegada. "Hemos demostrado que somos tan buenos", aseguró, en una frase que, aunque incompleta en el contexto de la rueda de prensa, refleja la confianza del entrenador en las capacidades de su plantilla.

La transformación del Real Zaragoza bajo su mandato es evidente en aspectos como la organización defensiva, la intensidad competitiva y la solidez colectiva. Sin embargo, el técnico insiste en que el camino es largo y la humildad debe ser la guía. La mezcla entre autocrítica y optimismo controlado define su discurso y, probablemente, su método de trabajo diario.

La clave para el éxito, según la filosofía de Sellés, reside en la constancia, el trabajo silencioso y la exigencia interna. Mientras el entorno celebra las mejoras, él mantiene la mirada en la tabla y la concentración en el siguiente entrenamiento. Es esta dualidad entre reconocer el progreso y exigir más lo que caracteriza su proyecto en el banquillo zaragocista.

Con el partido ante el Málaga a la vuelta de la esquina, el mensaje de Sellés ha quedado claro: no hay tiempo para celebraciones ni relajaciones. Solo el trabajo diario, el compromiso absoluto y la victoria en el siguiente partido importan. El resto, como él mismo dice, son especulaciones que no tienen cabida en su día a día.

Referencias

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