La selección marroquí de fútbol cerró su participación en la fase de grupos de la Copa África con una victoria contundente ante Zambia que le permite acceder a los octavos de final como líder indiscutible. El conjunto dirigido por Walid Regragui superó a su rival con un marcador de 2-0, sumando así siete puntos de nueve posibles y demostrando una solidez que le convierte en uno de los favoritos del torneo continental.
El encuentro, disputado en un escenario vibrante, puso de manifiesto la calidad de una plantilla marroquí que combina experiencia y juventud con notable eficacia. Desde el pitido inicial, los leones del Atlas tomaron el control del balón y del ritmo del juego, imponiendo su superioridad técnica y táctica ante una Zambia que, pese a su esfuerzo, no logró traducir en goles sus escasas ocasiones de peligro.
La primera mitad resultó decisiva para despejar cualquier atisbo de sorpresa. A los veintitantos minutos, Soufiane Rahimi, conocido como Brahim, abrió el marcador con un gol que reflejó su estado de forma excepcional. El extremo del Al Ain aprovechó una jugada individual de calidad para batir al portero zambiano, estableciendo el 0-1 en un momento clave del partido. Su celebración, coreada por la afición marroquí presente en el estadio, evidenciaba la conexión entre el equipo y su público.
Poco después, llegaría el segundo tanto, obra de Ayoub El Kaabi. El delantero marroquí, que ya había demostrado su olfato goleador en el debut del torneo, se elevó por encima de la defensa rival para conectar un remate impecable. Este gol resultó fundamental para sentenciar el encuentro antes del descanso y permitir a Regragui gestionar los esfuerzos de sus jugadores de cara a la siguiente fase.
No obstante, El Kaabi estuvo a punto de regalar a los espectadores uno de los momentos más brillantes del torneo. En una jugada a balón parado, el atacante ejecutó una chilena perfecta que superó al guardameta rival y se coló en la escuadra. La celebración duró apenas segundos, ya que el árbitro anuló la diana por fuera de juego milimétrico. A pesar de la invalidación, la acción demostró la calidad técnica y la audacia de un jugador que no duda en intentar lo imposible.
La segunda mitad presentó un guion diferente, con Marruecos administrando su ventaja y Zambia buscando desesperadamente el gol de la honra. Los cambios introducidos por ambos técnicos marcaron el ritmo de un periodo más fragmentado, con interrupciones constantes y un juego menos fluido.
Regragui aprovechó para dar descanso a algunos de sus hombres más importantes. La entrada de Achraf Hakimi, lateral del Paris Saint-Germain, aportó velocidad y profundidad por la banda derecha, aunque una falta recibida en sus primeros minutos le obligó a recibir asistencia médica. También debutaron en el torneo jugadores como Ben Seguir y Talbi, mostrando la amplitud de la plantilla marroquí.
Por su parte, Zambia intentó reaccionar con la entrada de jugadores ofensivos como Chisala y Kalusa, pero se topó con una defensa marroquí bien estructurada y con Yassine Bounou, el portero del Al Hilal, que respondió con seguridad a los escasos disparos rivales. La ocasión más clara para los africanos llegó en una jugada de Daka que cruzó demasiado el balón, desviándose del palo derecho de Bounou.
El partido no estuvo exento de polémica. Una entrada dura de Chibi sobre un jugador marroquí pudo haber sido sancionada con tarjeta, pero el colegiado decidió no mostrar ninguna cartulina. Posteriormente, Mandanji vio la amarilla por una protesta, mientras que Ounahi fue amonestado en los minutos finales por cortar una contra rival.
En el tramo final, Zambia presionó con más corazón que cabeza, forzando córners y lanzamientos lejanos que no inquietaron seriamente la portería de Bounou. La defensa marroquí, liderada por Aguerd, mantuvo la calma y solventó sin problemas las aproximaciones rivales, aunque en una ocasión el central casi cometió un error que casi costó caro.
Con este resultado, Marruecos finaliza la fase de grupos en la primera posición, con dos victorias y un empate, consolidándose como uno de los equipos más sólidos del torneo. Su clasificación para octavos se produce en un momento óptimo, con la plantilla completa y mostrando un nivel creciente partido a partido.
El sorteo de la siguiente ronda determinará el rival de los leones del Atlas, que esperan continuar su camino hacia la gloria continental. La afición marroquí, tanto en las gradas como en las calles de Rabat, Casablanca o Marrakech, celebra el buen momento de su selección, consciente de que el equipo posee la calidad necesaria para pelear por el título.
La Copa África 2024 está demostrando que Marruecos ha aprendido de la experiencia de Catar 2022, donde sorprendió al mundo entero con su llegada a las semifinales del Mundial. Ahora, con un plantel más maduro y la confianza de haber alcanzado la cima del fútbol africano en el último año, los de Regragui aspiran a reinar en el continente.
El rendimiento de jugadores como Brahim, que ha sido uno de los destacados del grupo, o El Kaabi, máximo goleador provisional del equipo, resulta fundamental para las aspiraciones marroquíes. La combinación de talento joven con veteranos como Bounou o Hakimi crea un equilibrio perfecto que pocos rivales pueden igualar.
Para Zambia, la eliminación resulta amarga, pero el torneo les sirve como experiencia para futuras ediciones. La joven generación de futbolistas zambianos mostró destellos de calidad, especialmente en la figura de Daka, pero careció de la eficacia necesaria para superar a rivales de mayor entidad.
El fútbol africano continúa su crecimiento exponencial, y este tipo de encuentros demuestra que la brecha entre las grandes potencias y las selecciones emergentes se estrecha cada año. Sin embargo, en esta ocasión, la calidad y la experiencia de Marruecos resultaron insuperables para una Zambia que se despide con honores pero sin puntos.
La próxima fase promete emociones fuertes para los marroquíes, que se medirán a uno de los mejores terceros o al segundo de otro grupo. La ilusión está servida y el objetivo es claro: levantar la Copa África y confirmar que son la mejor selección del continente. Con el nivel mostrado contra Zambia, nadie puede poner en duda que tienen argumentos más que suficientes para lograrlo.