El seleccionado de Túnez inició con victoria su participación en la Copa África al imponerse por 3-1 a Uganda en un encuentro correspondiente a la jornada 1 del torneo. El partido, disputado el 23 de diciembre a partir de las 21:00 horas, dejó buenas sensaciones en el conjunto norteafricano, que supo imponer su calidad y experiencia ante un rival combativo que nunca bajó los brazos.
Desde el inicio del compromiso, Túnez dejó claro su intención de llevar la iniciativa del juego. La Selección de las Águilas de Cartago mostró una versión sólida tanto en defensa como en ataque, generando numerosas ocasiones de peligro que terminaron por desequilibrar el marcador. Por su parte, Uganda, conocida como Los Cranes, planteó un encuentro valiente, buscando sorprender a la contra y aprovechando la velocidad de sus delanteros.
El desarrollo del encuentro estuvo marcado por la superioridad tunecina en el control del balón y la creación de jugadas de peligro. Los jugadores de Túnez movieron el esférico con criterio, creando espacios en la defensa ugandesa y generando situaciones claras de gol. La defensa rival, liderada por su portero Salim Magoola, tuvo que multiplicarse para evitar una goleada mayor, realizando intervenciones de mérito que mantuvieron con vida a su equipo durante buena parte del choque.
Los goles tunecinos llegaron como consecuencia de un juego elaborado y efectivo. Dylan Bronn fue uno de los protagonistas del encuentro, anotando uno de los tantos mediante un remate de cabeza desde el centro del área tras una asistencia precisa de Ismaël Gharbi. La jugada, resultado de un centro medido al corazón del área, demostró la capacidad de los tunecinos para aprovechar las jugadas a balón parado y las segundas jugadas.
Otro de los goles llegó de la bota de Mohamed Ben Romdhane, quien aprovechó una asistencia de Firas Chaouat para batir al guardameta rival con un disparo preciso. La combinación entre ambos jugadores dejó entrever la buena sintonía que existe en el ataque tunecino, capaz de generar peligro tanto por las bandas como por el centro. Firas Chaouat también tuvo ocasiones para aumentar su cuenta goleadora, aunque en algunas oportunidades sus remates se marcharon desviados.
El tercer gol de Túnez llegó en un momento clave del encuentro, consolidando la victoria y dejando prácticamente sentenciado el choque. La capacidad de los tunecinos para mantener la intensidad durante los 90 minutos fue una de las claves del triunfo, demostrando una condición física envidiable y una concentración máxima en todo momento.
Sin embargo, Uganda no se rindió en ningún momento y logró descontar mediante Denis Omedi, quien anotó el único tanto de su equipo con un remate con la derecha desde el centro del área que se coló en la escuadra derecha de la portería tunecina. El gol sirvió para dar esperanzas a los ugandeses, que durante los minutos finales buscaron con ahínco el segundo tanto que les metiera de lleno en la pelea por el empate.
El tanto de Denis Omedi fue fruto de una jugada colectiva en la que los atacantes ugandeses aprovecharon un descuido defensivo para crear una ocasión clara. A pesar de que el gol llegó en los instantes finales del encuentro, cuando el tiempo ya se agotaba, demostró que Uganda tiene argumentos ofensivos y jugadores capaces de crear peligro ante cualquier defensa.
El partido también estuvo marcado por las numerosas faltas y entradas duras de ambos equipos. El árbitro tuvo que mostrar la tarjeta amarilla a Baba Alhassan por una entrada peligrosa, en una de las pocas acciones disciplinarias destacadas del encuentro. Las faltas se sucedieron a lo largo de los 90 minutos, interrumpiendo el ritmo del juego y generando momentos de tensión en el terreno de juego.
Los cambios también jugaron un papel importante en el desarrollo del encuentro. El seleccionador de Túnez realizó varias modificaciones para refrescar el equipo y mantener el nivel de intensidad. Sebastian Tounekti entró al campo sustituyendo a Hannibal Mejbri, aportando frescura en la banda derecha. Posteriormente, Ismaël Gharbi y Houssem Tka también entraron en sustitución de Elias Achouri y Ferjani Sassi respectivamente, dando continuidad al buen hacer del equipo.
Por parte de Uganda, los cambios buscaban dar un impulso ofensivo al equipo. Baba Alhassan y James Bogere entraron al campo sustituyendo a Kenneth Semakula y Steven Mukwala, mientras que Allan Okello relevó a Rogers Mato. Estas modificaciones reflejaban la intención del cuerpo técnico de buscar el gol que les metiera en el partido, aunque finalmente no pudieron evitar la derrota.
El encuentro también contó con momentos de tensión por fueras de juego y jugadas polémicas. Rogers Torach intentó un pase en profundidad para Denis Omedi, pero el delantero se adelantó a la línea defensiva y el árbitro anuló la jugada. Estas situaciones demuestran la importancia de la concentración y el trabajo táctico en un torneo de la magnitud de la Copa África.
El árbitro añadió cinco minutos de descuento al final del encuentro, tiempo en el que Uganda buscó desesperadamente el gol que les diera opciones de empate. Sin embargo, la defensa tunecina se mostró sólida y bien organizada, evitando cualquier sorpresa en los instantes finales. La experiencia de los jugadores tunecinos en competiciones internacionales se hizo evidente en la gestión del tiempo y el control del ritmo del juego.
El resultado final de 3-1 refleja la superioridad de Túnez en el conjunto del encuentro, aunque también el mérito de Uganda por no darse nunca por vencido y seguir luchando hasta el último segundo. Los tunecinos suman sus primeros tres puntos en la competición y se colocan en una buena posición para afrontar los siguientes compromisos del grupo. La victoria les da confianza y tranquilidad de cara a los próximos desafíos en su objetivo de llegar lejos en el torneo.
Por su parte, Uganda deberá analizar los errores cometidos en defensa y trabajar en la efectividad ofensiva. A pesar de la derrota, el equipo mostró carácter y actitud, dos cualidades fundamentales para afrontar los siguientes partidos con garantías. El gol anotado por Denis Omedi puede servir como punto de partida para construir una mejor versión del equipo en los próximos encuentros.
La Copa África sigue su curso y este partido inaugural deja claro que el nivel de competición será alto. Túnez demostró ser un candidato serio al título, mientras que Uganda tendrá que demostrar su capacidad de reacción si quiere seguir con vida en la competición. El torneo promete emociones fuertes y partidos igualados, con equipos que llegan en buena forma y con ganas de dejar su huella en el fútbol africano.