La Navidad en el mundo del baloncesto profesional presenta una dualidad fascinante entre ambos lados del Atlántico. Mientras que en España las fiestas navideñas representan un período de descanso competitivo, en Estados Unidos la NBA vive una de sus jornadas más emblemáticas del calendario. Esta particularidad no pasa desapercibida para quienes han transitado ambas culturas deportivas, como es el caso de José Manuel Calderón, quien atesora catorce campañas de experiencia en la mejor liga del planeta.
El exbase internacional español ha compartido sus impresiones sobre esta tradición estadounidense, destacando cómo el 25 de diciembre se ha convertido en una cita ineludible para los aficionados al baloncesto. "Es un día muy especial, muy de Basket. Es una tradición disfrutar del baloncesto en familia", ha señalado Calderón, reconociendo el carácter festivo pero competitivo que define esta fecha en el calendario de la NBA.
La jornada navideña de este año dejó una actuación para la historia, protagonizada por el serbio Nikola Jokić. El centro de los Denver Nuggets desplegó un desempeño estadístico que traspasa los límites de lo imaginable: 56 puntos, 16 rebotes y 15 asistencias en un solo partido. Estas cifras no solo certifican su dominio absoluto del juego, sino que refuerzan su candidatura al MVP de la temporada, galardón que ya ha conquistado en ocasiones anteriores.
Ante semejante exhibición, Calderón no duda en situar a Jokić en la élite histórica de jugadores europeos que han pasado por la NBA. "¿Jokić el mejor europeo de la NBA? Tiene que estar ahí. Es muy difícil quitarle de esa lista con lo que ha hecho y con lo que sigue haciendo. Aunque nos guste algún jugador más o menos, él ha puesto el listón muy alto para ser el mejor europeo", ha valorado el español, reconociendo el impacto transformador que el de Sombor ha tenido en la percepción del talento del Viejo Continente.
El duelo entre Denver y Minnesota no defraudó a las expectativas, resolviéndose en un emocionante período de prórroga donde Jokić alcanzó su máximo nivel de esplendor. El serbio anotó 18 puntos en apenas cinco minutos, estableciendo un nuevo récord en estas instancias decisivas. "Es una barbaridad. Hizo el récord en la prórroga con 18 puntos en 5 minutos. Fue un partidazo con dos superestrellas como Jokić y Edwards jugando al mejor nivel posible", ha descrito Calderón, quien también ha elogiado la evolución del joven escolta de los Timberwolves.
Más allá del partido estelar, la jornada navideña ofreció otros encuentros de gran interés. Los Cleveland Cavaliers, equipo con el que Calderón mantiene una estrecha vinculación, cayeron ante los New York Knicks en un duelo directo de candidatos al título de la Conferencia Este. A pesar del resultado adverso, el exjugador ve motivos para el optimismo en la franquicia de Ohio. "Estuve con el equipo. Fue una derrota, pero contentos. Hemos tenido una temporada mala con las lesiones y se empezó a ver un poco el equipo del año pasado. Se jugó durante muchos minutos muy buen baloncesto", ha explicado, mostrando su confianza en la recuperación del conjunto dirigido por J.B. Bickerstaff.
La situación de los Cavaliers ha sido complicada por los problemas físicos de varias piezas clave, lo que ha mermado su rendimiento durante buena parte de la campaña. Sin embargo, las sensaciones positivas del choque ante los Knicks han reavivado las esperanzas de una plantilla que el año pasado sorprendió a propios y extraños con su llegada a las semifinales de conferencia. Calderón considera que, a pesar de la racha irregular, Cleveland no debe ser descartada en la lucha por el anillo. "Sí, por supuesto, son de los favoritos. Sobre el papel los Knicks y los Cavaliers éramos los favoritos a principio de temporada. Es normal que a Cleveland le hayan quitado un poco ese papel de favorito porque llevamos una racha regular", ha matizado.
Otra de las grandes sorpresas de la temporada ha sido la capacidad de los San Antonio Spurs para competir de tú a tú con los Oklahoma City Thunder, uno de los equipos más dominantes hasta la fecha. Los texanos han logrado tres victorias consecutivas ante los de Shai Gilgeous-Alexander, convirtiéndose en su particular "criptonita", como ha bautizado Calderón este fenómeno. "Ahora mismo San Antonio es la criptonita de este equipo que parecía invencible. Le han jugado tres partidos muy buenos. Esto es lo que mola de la NBA, damos las vueltas y cambiamos los cromos muy rápido. Eran invencibles hace dos semanas", ha reflexionado, subrayando la imprevisibilidad que caracteriza a la competición.
Esta capacidad de adaptación y la rapidez con la que los equipos pueden alterar su dinámica es, precisamente, uno de los aspectos que más valoran los expertos de la liga. La regular season de la NBA es un maratón donde las tendencias pueden invertirse en cuestión de días, y donde los ajustes tácticos y la evolución de los jugadores jóvenes pueden cambiar completamente el panorama competitivo.
El debate sobre los mejores jugadores europeos en la historia de la NBA es un clásico recurrente entre aficionados y analistas. Calderón, con su amplia experiencia y conocimiento del juego, no ha dudado en pronunciarse al respecto, estableciendo un podio que combina éxitos colectivos e impacto individual. "Tenemos que ir al tema de los anillos. Tony Parker podría estar ahí por lo que hizo con San Antonio. Gasol tiene que estar e igual Jokić. Quizás esos tres", ha argumentado, basando gran parte de su criterio en el número de campeonatos conquistados.
El francés Tony Parker, con cuatro anillos bajo su brazo y un Finals MVP en 2007, representa la consolidación del talento europeo como líder indiscutible de una franquicia ganadora. Su velocidad, inteligencia en la conducción y capacidad de anotación en el perímetro lo convirtieron en uno de los bases más temibles de su generación, formando parte del icónico "Big Three" de los Spurs junto a Tim Duncan y Manu Ginóbili.
Por su parte, Pau Gasol simboliza el éxito del jugador técnico y polivalente en una liga históricamente dominada por el físico. Los dos anillos con los Lakers de Kobe Bryant, sumados a su influencia en la evolución del puesto de ala-pívot, le otorgan un lugar privilegiado en este ranking. Su capacidad para pasar, anotar desde la distancia y defender el aro lo convirtieron en un modelo a seguir para generaciones posteriores de internos europeos.
La inclusión de Jokić en este selecto grupo, a pesar de tener un palmarés inferior en términos de campeonatos, responde a su impacto revolucionario en el juego. El serbio ha redefinido la posición de pívot, convirtiéndose en el mejor pasador de su equipo desde la posición de cinco y demostrando que el baloncesto moderno premia la versatilidad técnica por encima de la mera explosión atlética. Su tercer MVP consecutivo y el anillo obtenido en 2023 consolidan su candidatura como el mejor europeo de todos los tiempos.
Calderón, consciente de la dificultad de establecer un ranking definitivo, ha mencionado otros nombres que merecen consideración. "Hay jugadores como Nowitzki con una carrera increíble. Toni Kukoč también por lo que ganó podría estar por ahí. Lo estoy haciendo rápidamente, seguramente me estoy olvidando de alguno que digo 'pero cómo no ha dicho a este'", ha admitido, reconociendo la riqueza histórica del talento europeo en la NBA.
El alemán Dirk Nowitzki, con su anillo en 2011 y su revolucionario tiro de tres puntos para un jugador de su estatura, transformó por completo la percepción del ala-pívot europeo. Su lealtad a los Dallas Mavericks durante veintiuna temporadas y su capacidad para liderar un equipo a la gloria desde la individualidad técnica lo convierten en un caso único en la historia de la liga.
Por su parte, Toni Kukoč, aunque con un rol más secundario, fue pieza fundamental en los tres "peat" de los Chicago Bulls de Michael Jordan en la década de los noventa. Su versatilidad para jugar múltiples posiciones y su inteligencia táctica lo convirtieron en un modelo de jugador europeo adaptado al baloncesto norteamericano.
La conversación sobre el mejor europeo de la historia no puede obviar el contexto evolutivo de la liga. Mientras que en las décadas previas los jugadores del Viejo Continente eran vistos con recelo, la globalización del baloncesto y el éxito de figuras como las mencionadas han abierto las puertas a una nueva generación de estrellas internacionales. La presencia de Luka Dončić, Giannis Antetokounmpo o Joel Embiid (con nacionalidad francesa) en la élite actual demuestra que el talento europeo ya no es la excepción, sino la norma.
Calderón, con su perspectiva de veterano que ha vivido la transición de la NBA de los años 2000 a la era moderna, entiende perfectamente esta evolución. Su propia carrera, que le llevó a vestir las camisetas de equipos como Toronto Raptors, Detroit Pistons o Los Angeles Lakers, le ha permitido presenciar de primera mano el cambio de mentalidad hacia los jugadores formados fuera de Estados Unidos.
El futuro del baloncesto europeo en la NBA nunca ha sido más prometedor. Con más de cien jugadores del Viejo Continente activos en la liga y con estrellas jóvenes que ya lideran franquicias enteras, el legado de pioneros como Pau Gasol, Tony Parker o Dirk Nowitzki está más vivo que nunca. La opinión de Calderón no solo refleja el presente espectacular de Jokić, sino que también reconoce el camino recorrido por generaciones anteriores que abrieron el camino.
La jornada de Navidad en la NBA, con sus cinco partidos y su audiencia masiva, sirve como perfecto escaparate para este fenómeno global. Mientras las familias estadounidenses se reúnen alrededor de la televisión para presenciar los duelos estelares, en Europa cada vez son más los aficionados que se suman a esta tradición, demostrando que el baloncesto ha trascendido fronteras para convertirse en un lenguaje universal.
El análisis de Calderón, lejos de ser una simple opinión, representa la voz de una generación de jugadores que entendió el reto de triunfar en la NBA y que ahora presencia cómo el talento europeo no solo compite, sino que en muchos casos lidera la liga. La progresión de Jokić, con sus actuaciones épicas y su capacidad para elevar el nivel de sus compañeros, parece destinada a redefinir los estándares de excelencia para los pívots en la era moderna.
En definitiva, la valoración de Calderón sobre el top-3 europeo de la historia refleja un equilibrio entre el éxito colectivo, simbolizado por los anillos de Parker y Gasol, y el impacto individual transformador, encarnado por la revolución que Jokić representa. Mientras el debate seguirá abierto, lo cierto es que el legado de estos jugadores ha consolidado el prestigio del baloncesto europeo en la máxima competición mundial, abriendo puertas para futuras generaciones que sueñan con seguir sus pasos.