La Fórmula 1 ha desvelado este martes los resultados de la encuesta anual entre los propios pilotos, una iniciativa que se suma a la ya conocida votación de los directores de equipo. En esta octava edición del sondeo, los profesionales del Gran Circo han emitido sus veredictos sobre quiénes han sido los mejores competidores de la temporada 2025, arrojando conclusiones tan esperadas como sorprendentes que dibujan un mapa de poder diferente al que muestran los simples resultados de carrera.
El dictamen de los corredores resulta contundente en lo que respecta al trono de la categoría reina. Max Verstappen se consolida como el indiscutible número uno del paddock, replicando el veredicto unánime de los jefes de equipo. El neerlandés de Red Bull, pese a no haber logrado su quinta corona consecutiva, ha cosechado el respeto absoluto de sus rivales gracias a una actuación excepcional que trasciende el simple análisis estadístico. Con ocho victorias en el curso, superó incluso al dúo ganador de McLaren, y terminó a tan solo dos puntos de Lando Norris en la clasificación final de pilotos. Su capacidad para llevar al límite un monoplaza técnicamente inferior ha sido valorada como uno de los grandes méritos de la temporada, demostrando que el talento puro puede compensar las deficiencias del material.
La segunda posición del ranking también coincide con la opinión de los directores: Lando Norris repite como subcampeón moral de la parrilla. El británico de McLaren ha convencido a sus colegas no solo por su regularidad, sino por haber sabido capitalizar las oportunidades que le brindó el RB20 de Red Bull para alzarse con su primer título mundial. Su evolución como piloto ha sido evidente, mostrando una madurez en la gestión de carrera que le convierte en un referente para la nueva generación.
Donde sí se produce un cambio significativo es en el podio virtual. Mientras los jefes de equipo otorgaron el bronce a Oscar Piastri, los pilotos han decidido premiar el trabajo de George Russell. El británico de Mercedes, autor de dos victorias y siete podios durante el año, ha sido reconocido por su consistencia y por sacar el máximo rendimiento de un proyecto de la estrella de plata que no siempre estuvo a la altura de las expectativas. Su capacidad de adaptación a las condiciones cambiantes y su fiabilidad como segundo piloto de un equipo top le han valido este reconocimiento. Piastri, por su parte, se tiene que conformar con la cuarta plaza en esta votación, aunque su temporada con McLaren también ha sido excepcional.
El top cinco lo cierra Charles Leclerc, quinto según sus compañeros. El monegasco de Ferrari ha recibido elogios por su capacidad para maximizar los recursos del SF-25, mostrando un nivel de adaptación y velocidad pura que le situó por delante de su compañero de equipo, Lewis Hamilton, en una temporada muy desigual para la Scuderia. Leclerc ha demostrado ser capaz de luchar por victorias en circuitos que se adaptaban a las características del Ferrari, mientras que en otros ha sufrido las limitaciones del coche.
Precisamente, la gran sorpresa de esta edición del sondeo radica en la ausencia histórica de Lewis Hamilton del ranking. Por primera vez desde que se instauró esta encuesta, el heptacampeón mundial no figura entre los diez mejores pilotos valorados por sus rivales. La temporada del británico, con cero podios, representa el peor registro de su dilatada carrera en la Fórmula 1. Este hecho resulta aún más llamativo si consideramos que su compañero Leclerc sí ha entrado en la lista, lo que pone de manifiesto la diferencia de rendimiento dentro del mismo equipo y las dificultades que Hamilton ha tenido para adaptarse al nuevo concepto de Ferrari.
El capítulo español: un duelo milimétrico
El apartado más seguido por el público ibérico llega con los puestos sexto y séptimo, ocupados respectivamente por Carlos Sainz y Fernando Alonso. La votación revela un margen ínfimo entre ambos, con el madrileño imponiéndose por un escaso margen al asturiano. Esta situación invierte el orden establecido por los directores de equipo, quienes habían situado a Alonso por delante de Sainz, lo que demuestra cómo las percepciones pueden variar dependiendo del punto de vista.
La temporada de Carlos Sainz en Williams ha sido un ejercicio de superación y adaptación constante. Tras un inicio complicado con el FW-47, caracterizado por un coche con tendencias impredecibles y un rendimiento lejos de los puntos, el español logró encontrar el ritmo necesario en la segunda mitad del campeonato. Sus actuaciones en Bakú y Qatar, donde subió al podio, demostraron su capacidad para sacar resultados de un monoplaza de mitad de parrilla cuando las condiciones eran propicias. Con 64 puntos y la novena posición en el mundial, Sainz ha justificado la apuesta de Williams por su experiencia y liderazgo técnico, ayudando a desarrollar un coche que acabó siendo competitivo en circuitos específicos.
Por su parte, Fernando Alonso ha vuelto a realizar proezas con el Aston Martin AMR25. El bicampeón mundial ha conseguido extraer hasta la última gota de rendimiento de un proyecto que no siempre tuvo el ritmo necesario para luchar por las posiciones de honor. Sus 56 puntos y la décima plaza en la clasificación final no reflejan el nivel de excelencia mostrado en cada gran premio, donde ha tenido que emplear toda su veteranía e ingenio para sumar valiosos puntos para la escudería de Silverstone. Carreras como las de Mónaco o Singapur, donde consiguió resultados inesperados, han sido valoradas por sus colegas como auténticas lecciones de pilotaje.
El margen de apenas ocho puntos entre ambos pilotos en el campeonato mundial refleja la paridad de sus actuaciones, aunque los pilotos han valorado ligeramente más la consistencia de Sainz en un equipo en reconstrucción frente a las proezas individuales de Alonso. Esta diferencia de criterio entre pilotos y jefes de equipo pone de manifiesto que las cualidades que se premian pueden variar: mientras unos valoran la regularidad y el desarrollo del coche, otros premian las actuaciones heroicas en circunstancias adversas.
Completando el top diez
La octava posición recae en Alex Albon, compañero de Sainz en Williams. El tailandés ha demostrado un nivel muy competitivo durante toda la temporada, siendo una pieza clave en la remontada de la escudería británica en la segunda mitad del campeonato. Su capacidad para mantenerse en los puntos de forma regular ha sido fundamental para que Williams acabe quinta en el mundial de constructores.
El sondeo también ha tenido en cuenta el trabajo de los pilotos novatos, mencionando específicamente a Oliver Bearman e Isack Hadjar. Ambos han recibido el reconocimiento de sus colegas por su adaptación a la máxima categoría del automovilismo, mostrando destellos de talento que auguran un futuro prometedor en la parrilla. Bearman, con su actuación sustituyendo a Sainz en Ferrari en 2024, ya había dejado buen sabor de boca, mientras que Hadjar ha demostrado merecer su plaza en la Fórmula 1 con actuaciones sólidas.
Una valoración profesional
Esta encuesta entre pilotos ofrece una perspectiva única sobre la temporada, ya que quienes compiten cada fin de semana son los mejor posicionados para evaluar las capacidades reales de sus rivales. El reconocimiento a Verstappen como líder indiscutible, la sorpresa con Hamilton, y el duelo español tan ajustado son los principales titulares de una votación que refleja la realidad del campeonato más allá de los simples números.
La Fórmula 1 continúa así con su tradición de transparencia, permitiendo que los protagonistas valoren el trabajo de sus colegas y ofreciendo a los aficionados una visión diferente del rendimiento en pista. Los resultados confirman tendencias, pero también desvelan matices que solo quienes viven la competición desde dentro pueden percibir. La diferencia de criterio entre pilotos y jefes de equipo demuestra que en el deporte del motor, como en la vida, las percepciones del rendimiento pueden variar significativamente dependiendo del prisma desde el que se observen.