El Barcelona continuó con su excelente momento de forma al imponerse por 2-0 al Villarreal en un encuentro correspondiente a la jornada liguera, consolidando así su posición en la cima de la clasificación. Los tantos convertidos por Raphinha y Lamine Yamal resultaron decisivos para asegurar los tres puntos ante un rival que terminó con un hombre menos por expulsión, en un duelo que reflejó la solidez del proyecto de Hansi Flick.
El conjunto culé dominó las acciones desde el inicio, encontrando la recompensa temprana a los 12 minutos de juego. Una jugada individual del brasileño Raphinha dentro del área propició que el árbitro decretara la pena máxima tras una falta clara cuando el extremo cortaba hacia el centro. El propio atacante se encargó de ejecutar el lanzamiento con calma, engañando al guardameta Luiz Junior con una pausa en su carrera para anotar su séptimo gol en la competición doméstica. Este tanto adquiere significado especial al convertirse en el gol número 50 del equipo en lo que va de temporada, un hito que subraya el potencial ofensivo del líder.
La situación se complicó para el Villarreal minutos antes del descanso cuando el defensor Renato Veiga recibió tarjeta roja directa por una entrada fuerte por detrás sobre Yamal. El joven extremo catalán necesitó asistencia médica en el césped, aunque pudo continuar sin mayores problemas tras recibir atención. La expulsión dejó al submarino amarillo con diez efectivos para toda la segunda mitad, una desventaja numérica que el Barcelona supo aprovechar con inteligencia y paciencia.
El marcador se amplió en el minuto 63 gracias a una jugada colectiva que evidenció la conexión entre los medios y el ataque culé. Tras un barullo en el área visitante, el centrocampista Frenkie de Jong sirvió un balón que Lamine Yamal no desaprovechó, empujando el esérico desde corta distancia para firmar su séptimo tanto liguero. La celebración conjunta de ambos goleadores, con los brazos en alto y las manos entrelazados, simbolizó la conexión y la química del equipo, un gesto que no pasó desapercibido para la afición presente en el estadio.
Este resultado representa la séptima victoria consecutiva para el Barcelona en todas las competiciones, una racha que refuerza el proyecto de Flick y demuestra la capacidad de respuesta del equipo ante diferentes escenarios. Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de malas noticias en el aspecto físico. El central Andreas Christensen sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda durante el entrenamiento del sábado, una lesión grave que le mantendrá alejado de los terrenos de juego por un periodo considerable y que representa un contratiempo importante para la defensa azulgrana.
La ventaja de cuatro puntos sobre el Real Madrid se mantiene intacta, aunque los blancos aún tienen un partido pendiente por disputar que podría recortar distancias. La persecución del título se presenta cada vez más como una carrera de dos velocidades, con el Barcelona marcando el ritmo y mostrando una regularidad que parece difícil de alcanzar para sus perseguidores directos. La efectividad en ataque y la solidez defensiva son las claves de este rendimiento sostenido.
Por su parte, el Atlético de Madrid aprovechó el tropiezo del Villarreal para ascender al tercer puesto de la tabla con autoridad. Los colchoneros golearon 3-0 en su visita al Girona, un rival que se encuentra en zona de descenso y que no pudo hacer frente al poderío visitante. El capitán Koke inauguró el marcador a los 13 minutos con una volea espectacular desde la frontal del área, colocando el balón en el ángulo superior derecho, imposible para el portero local.
El guardameta del Atlético, Jan Oblak, demostró una vez más su calidad con una intervención decisiva a mitad del primer tiempo. El esloveno desvió un disparo a quemarropa de Axel Witsel con una mano milagrosa cerca del poste izquierdo, evitando el empate y manteniendo la ventaja inicial. La segunda diana llegó en el minuto 38, cuando el remate de Conor Gallagher desde 20 metros se desvió en un defensor, cambiando trayectoria y sorprendiendo a Paulo Gazzaniga, que nada pudo hacer para evitar el segundo gol.
El encuentro también tuvo un componente emotivo para Thomas Lemar. El centrocampista francés, cedido esta temporada al Girona desde el Atlético, recibió una calurosa ovación de la afición visitante cuando saltó al campo en la segunda mitad. Lemar, que ha disputado casi 200 partidos con los rojiblancos a lo largo de siete campañas, vivió un momento especial ante su exequipo, reconociendo el cariño de una afición que no olvida su entrega.
Gallagher, que había entrado en el minuto 28 sustituyendo a Nico González, fue reemplazado en el 77 tras una actuación notable. El cierre definitivo llegó en el tiempo añadido, obra de Antoine Griezmann. El delantero francés combinó con Giacomo Raspadori en la frontal, controló con el exterior de su pie derecho y definió con la izquierda cruzado al palo opuesto, certificando la victoria con un gol de gran factura técnica.
Con este triunfo, el Atlético supera al Villarreal en la clasificación, aunque los de Marcelino García Toral tienen dos encuentros menos disputados que podrían cambiar la situación. El Girona, por su parte, se hunde en el décimo octavo puesto, en plena zona de descenso, con la permanencia cada vez más complicada a falta de varias jornadas para el final de la temporada.
El resto de la jornada dominical dejó resultados contundentes que demuestran la competitividad de la competición. El Elche aplastó por 4-0 al Rayo Vallecano, mientras que el Real Betis hizo lo propio ante el Getafe con idéntico marcador. Estas goleadas reflejan el nivel ofensivo de los equipos de mitad de tabla y su capacidad para imponerse de forma contundente cuando encuentran sus mecanismos funcionando a pleno rendimiento.
El sábado, la estrella del Real Madrid Kylian Mbappé celebró su 27º cumpleaños con su gol número 59 para el club en 2025, demostrando una vez más su capacidad goleadora y su importancia en el esquema de Carlo Ancelotti. La jornada dejó claro que el Barcelona mantiene su rumbo firme hacia el título, mientras la lucha por las plazas europeas y la permanencia se intensifica en la parte media y baja de la tabla, prometiendo emociones fuertes hasta el final del campeonato.