La selección argelina de fútbol demostró una vez más su superioridad sobre el césped al imponerse con autoridad a Sudán por un contundente 3-0 en un encuentro donde el dominio fue absoluto desde el pitido inicial. Los pupilos del técnico nacional no dieron opción a su rival, controlando cada aspecto del juego y materializando su superioridad en tres tantos que reflejan la diferencia de calidad entre ambos conjuntos.
El partido, disputado en un escenario que favoreció el espectáculo futbolístico, comenzó con un Argelia decidido a llevar la iniciativa. Desde los primeros minutos, los locales ejercieron una presión asfixiante en campo contrario, recuperando balones en zonas peligrosas y generando ocasiones claras de gol. Sudán, por su parte, se vio superado en todas las líneas y apenas pudo inquietar la portería defendida por la zaga argelina.
El primer gol no se hizo esperar. Tras una serie de aproximaciones donde Adil Boulbina ya había avisado con un remate que el portero sudanés Monged El Neel desvió a córner, el delantero argelino no perdonó en su segunda oportunidad. Una jugada elaborada por Ibrahim Maza desbordó por la banda izquierda, centró con precisión y Boulbina, con un disparo raso y potente con la izquierda, batió al guardameta para establecer el 1-0 cuando apenas se habían cumplido los veinte minutos de juego.
La reacción sudanesa fue prácticamente inexistente. Los visitantes se limitaron a defender con uñas y dientes, recurriendo a faltas tácticas que interrumpían el ritmo del encuentro. Mustafa Karshoum y Al Gozoli Nooh vieron amonestados por reiterativas infracciones, mientras que Argelia seguía acumulando llegadas. Riyad Mahrez, aunque no estuvo en su día más inspirado, generó constante peligro por la derecha, siendo objeto de duras entradas que el árbitro sancionó con tarjetas amarillas.
El segundo tanto argelino llegó tras una jugada a balón parado. Ismaël Bennacer ejecutó un córner desde la derecha, el balón viajó al segundo palo donde Ramy Bensebaini cabeceó hacia el centro del área pequeña. Allí apareció Baghdad Bounedjah para empujar el esférico a la red, firmando el 2-0 que sentenciaba prácticamente el encuentro antes del descanso.
La segunda mitad siguió el mismo guion. Argelia salió con la intención de administrar el resultado pero sin renunciar al ataque. El técnico realizó cambios para dar descanso a sus hombres más importantes de cara a futuros compromisos. Anis Hadj Moussa sustituyó a Mahrez, mientras que Jaouen Hadjam y Hicham Boudaoui refrescaron el centro del campo.
El tercer gol, obra de Ibrahim Maza, fue la guinda a un partido casi perfecto. El mediapunta recibió un pase filtrado de Bounedjah, se internó en el área y con un disparo cruzado con la izquierda, que se coló por el palo izquierdo del portero, estableció el definitivo 3-0. La jugada nació de una pérdida de balón sudanesa en medio campo, evidenciando las dificultades de los visitantes para salir jugando desde atrás.
El encuentro también estuvo marcado por las lesiones. Abo Eisa, uno de los jugadores más peligrosos de Sudán, tuvo que abandonar el terreno de juego en la primera mitad tras una dura entrada de Aïssa Mandi. Su sustituto, Yasir Mozamil, apenas pudo incidir en el desarrollo del partido. Posteriormente, Monged El Neel, el portero sudanés, sufrió una lesión muscular que obligó a los servicios médicos a atenderle durante varios minutos, aunque pudo continuar hasta el final.
Los cambios en ambos equipos alteraron parcialmente el ritmo. El entrenador argelino aprovechó para dar minutos a Adil Boulbina y Ramiz Zerrouki, mientras que Sudán buscó en vano la reacción con la entrada de Awad Zayed y Mohamed Abdelrahman. Sin embargo, la falta de ideas y la superioridad física y técnica de los locales hicieron imposible cualquier intento de remontada.
El árbitro añadió cinco minutos de descuento por las interrupciones, tiempo en el que Argelia pudo incluso aumentar la ventaja. Jaouen Hadjam tuvo una ocasión clarísima tras un pase de Boulbina, pero su disparo con la izquierda se estrelló en el poste izquierdo del portero sudanés. El mismo Boulbina, en el último suspiro, vio cómo su remate se marchaba ligeramente desviado por la escuadra derecha.
El balance final es rotundamente positivo para la selección argelina. El equipo demostró una solidez defensiva impecable, un control del medio campo absoluto y una efectividad en ataque que convierte cada llegada en peligro real. Jugadores como Ibrahim Maza y Adil Boulbina se postulan como nuevos valores a seguir, mientras que la experiencia de Riyad Mahrez y Baghdad Bounedjah sigue siendo fundamental en los momentos decisivos.
Por su parte, Sudán deberá analizar profundamente este tropiezo. La defensa, liderada por Mustafa Karshoum, mostró fisuras constantes y el medio campo fue un mero espectador ante la calidad de los centrocampistas argelinos. La delantera, privada de su referente Abo Eisa durante gran parte del encuentro, no generó ni una sola ocasión clara de gol, un dato preocupante de cara a los próximos compromisos.
La victoria permite a Argelia consolidar su liderato en la clasificación y acercarse a los objetivos marcados para esta fase de la competición. El juego exhibido augura un futuro prometedor para un combinado que combina juventud y experiencia con una madurez táctica envidiable. Los próximos partidos serán una oportunidad para ratificar este buen momento y seguir creciendo como candidato a la clasificación.
En definitiva, un partido donde Argelia fue superior en todos los aspectos del juego, mereciendo ampliamente una victoria que se gestó desde el primer minuto y que refuerza la moral de un grupo que aspira a grandes metas en el panorama futbolístico internacional.