El Athletic Club femenino continúa con su excelente momento de forma en la Liga F tras imponerse por la mínima al Levante UD en el campo de Lezama 2. El solitario tanto de Daniela Agote en la segunda mitad fue suficiente para que las leonas sumaran tres puntos vitales que les permiten mantener una racha imbatida que ya alcanza los seis encuentros consecutivos. La cita dominical dejó buenas sensaciones en el conjunto de Javi Lerga, que demostró una vez más su solidez defensiva y su capacidad para resolver encuentros igualados con momentos de calidad individual.
El duelo ante las granotas se presentaba como un test complicado para las bilbaínas, conscientes de que recibían a un rival directo en la zona media-alta de la tabla. Desde el pitido inicial, el Athletic tomó el control del esférico y dominó las acciones en los primeros cuarenta y cinco minutos, generando numerosas ocasiones de peligro que, sin embargo, no lograron traducirse en goles. La falta de puntería en los metros finales y la seguridad bajo palos de la guardameta visitante evitaron que las locales se fueran al descanso con ventaja en el marcador.
Entre las novedades del once inicial destacaba la presencia de Elene Gurtubay, la joven promesa de la cantera deustuarra que disfrutaba de su primera titularidad con el primer equipo. La futbolista no desentonó en absoluto y, de hecho, estuvo cerca de estrenar su casillero goleador en varias acciones durante el primer periodo. Su conexión con el resto de la delantera y su desparpajo a pesar de su corta edad demostraron que el futuro del club está en buenas manos. La jugadora local tuvo una clarísima oportunidad para inaugurar el luminoso, pero su remate no encontró la portería rival.
Otra de las protagonistas de la primera mitad fue Leire Baños, quien también dispuso de una ocasión de oro mediante un cabezazo que obligó a la estirada de Tarazona, la cancerbera del Levante. La visitada se lució bajo los tres palos y evitó el tanto rojiblanco con una intervención de mérito. Precisamente, la guardameta granota se convirtió en uno de los pilares para que su equipo no encajara goles en los primeros minutos, ya que el Athletic ejerció una presión constante y creó peligro a través de las bandas y por medio de combinaciones en el centro del campo.
No todo fueron ocasiones locales, puesto que el Levante UD demostró su peligrosidad en las transiciones rápidas. La atacante Sintia se convirtió en la principal amenaza del conjunto valenciano, generando peligro cada vez que disponía de espacios para correr hacia la meta defendida por la zaga bilbaína. Su velocidad y desborde crearon algún que otro susto a la defensa rojiblanca, que debió mostrarse atenta para evitar sorpresas desagradables. El equilibrio entre el dominio local y el contragolpe visitante configuró un primer tiempo entretenido y con alternativas para ambos contendientes.
Tras el paso por vestuarios, el guion del encuentro experimentó un ligero cambio. Las leonas tardaron en encontrar el ritmo necesario para desequilibrar el choque y se notó cierta falta de frescura en las primeras acciones de la segunda mitad. El Levante UD, consciente de la necesidad de puntuar, intentó aprovechar esos momentos de duda para hacerse con el mando del partido, aunque sin excesiva convicción en sus acciones ofensivas. Las transiciones seguían siendo su principal argumento, pero la falta de acierto en el último pase y la seguridad de la zaga local impidieron que el marcador se moviera.
Fue entonces cuando Sara Ortega intentó romper la igualada con una acción individual de mérito. La futbolista rojiblanca se inventó una jugada personal que finalizó con un disparo que rozó el palo largo de la portería defendida por Tarazona. El balón se marchó por muy poco y el público presente en Lezama 2 suspiró al ver cómo la pelota no entraba en la red. Esa acción sirvió como aviso de lo que estaba por llegar y demostró que el Athletic seguía buscando la victoria con insistencia.
El desenlace del encuentro llegó de la mano de la gran protagonista del día: Daniela Agote. La delantera zurigorri estaba viviendo una mañana muy inspirada y su conexión con el juego colectivo era evidente. En una acción aislada pero de gran calidad, Agote recibió el esférico en la frontal del área, realizó un recorte magistral para deshacerse de su marca y, con un disparo preciso a media altura, batió a Tarazona. El gol, anotado en el momento justo, desató la alegría en el banquillo y en las gradas, donde los seguidores respiraron tranquilos al ver que su equipo por fin conseguía romper la resistencia rival.
A partir de ese momento, el Levante UD intentó reaccionar y buscó el empate mediante alguna contra aislada, pero la sensación general era que el conjunto granota carecía de la fe necesaria para revertir la situación. Las rojiblancas, conscientes de que se trataba de un partido trampa donde cualquier error podría costar caro, gestionaron el resultado con inteligencia y no se confiaron. Aunque el segundo gol de la tranquilidad no llegó, la solidez defensiva y la concentración mantuvieron la ventaja mínima hasta el pitido final.
La victoria permite al Athletic encadenar dos triunfos consecutivos en la competición doméstica y mantener una racha de seis jornadas sin conocer la derrota. Este registro, compuesto por tres empates y tres victorias, refleja la progresión constante del equipo de Javi Lerga, que cada vez muestra una mayor madurez competitiva y una idea de juego más consolidada. La confianza del grupo crece partido a partido y las jugadoras demuestran una capacidad de sacrificio y entendimiento táctico que las hace competitivas ante cualquier rival.
El técnico rojiblanco puede estar satisfecho con la evolución de su plantilla, especialmente con la contribución de las jóvenes valores como Elene Gurtubay, que demuestran estar preparadas para el salto al máximo nivel. La mezcla entre veteranía y juventud está dando sus frutos y el vestuario muestra una química envidiable que se traduce en resultados positivos sobre el césped. La apuesta por la cantera sigue siendo una seña de identidad del club y este tipo de partidos sirven para que las promesas cojan experiencia y confianza.
El calendario no da tregua y el próximo desafío para las leonas será el Madrid CFF, rival directo en la zona noble de la clasificación. El encuentro, que se disputará el próximo fin de semana, supondrá la última salida del año en competición liguera y una oportunidad perfecta para cerrar el 2025 con buenas sensaciones. Las bilbaínas viajarán con la moral por las nubes tras esta victoria y con la intención de seguir sumando puntos para consolidar su posición en la parte alta de la tabla.
El objetivo del equipo es claro: mantener la regularidad y seguir creciendo como bloque. La racha invicta otorga tranquilidad, pero el cuerpo técnico sabe que cada partido es una historia diferente y que la exigencia máxima es necesaria para competir con los grandes de la categoría. La victoria ante el Levante UD refuerza la idea de que el proyecto va por buen camino y que las jugadoras están respondiendo a las expectativas creadas al inicio de la temporada.
La afición rojiblanca puede estar orgullosa de su equipo, que demuestra cada semana una entrega inquebrantable y una calidad técnica y táctica en constante mejora. Lezama 2 se ha convertido en un fortín donde las leonas se sienten cómodas y donde los puntos se valoran como oro en paño. La conexión entre el equipo y su parroquia es total y cada victoria se celebra como un paso más hacia los objetivos marcados para esta campaña.
En resumen, el Athletic Club femenino superó un examen complicado ante un rival de entidad gracias al gol de Daniela Agote y a una actuación coral donde la defensa fue sólida y el atuvo tuvo paciencia para esperar su momento. La racha positiva continúa y las ilusiones están intactas para afrontar los retos que quedan por delante en una temporada que promete emociones fuertes para las seguidoras del conjunto bilbaíno.