El actor gallego Luis Tosar ha desatado una ola de reacciones en las redes sociales tras una contundente intervención en 3CatRadio. Sus palabras, dirigidas específicamente a aquel segmento juvenil que contempla con beneplácito la dictadura franquista, han resonado con especial intensidad en un contexto político marcado por el revisionismo histórico.
El detonante de este debate lo constituye un reciente barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que revela un dato preocupante: el 19% de los españoles entre 18 y 24 años considera que el período de Franco representó unos años "buenos" o "muy buenos" para el país. Esta cifra ha servido de punto de partida para que Tosar expresara sin ambages su posición al respecto.
Durante la entrevista, concedida con motivo del estreno de su última película "Golpes", el intérprete abordó directamente la cuestión del negacionismo, especialmente activo en ciertos sectores de la extrema derecha. La pregunta del entrevistador fue clara: ¿le preocupaba el hecho de que se cuestionara la existencia de las víctimas enterradas en cunetas?
La respuesta de Tosar no dejó lugar a dudas. El artista expresó su consternación al escuchar a adolescentes de 14 o 15 años reivindicando la figura del dictador como si no hubiera sido el artífice del alzamiento militar del 18 de julio que desembocó en un conflicto bélico de tres años de duración. Un enfrentamiento que, según subrayó, España continúa pagando con el dolor de familias sin cerrar heridas y cuerpos aún sin desenterrar.
El actor enfatizó la paradoja de que estos jóvenes no parecen conectar con la realidad de que se trata de la misma persona que sometió al país a cuatro décadas de oscurantismo, atraso comparativo con Europa y numerosas muertes. "Me resulta terrible", sentenció, mostrando una evidente preocupación por la distorsión histórica que impera en ciertos círculos.
Pero el mensaje de Tosar no se limitó a criticar a las nuevas generaciones. El intérprete dirigió sus palabras también a la clase política, reprochando que por mero cálculo electoral se permita que este tipo de discursos sigan ganando terreno. "Me parece terrible que por puro rédito político haya mucha gente trabajando para que esto siga ocurriendo, es muy triste lo que está ocurriendo en este país, la verdad", manifestó.
En un momento en el que ciertos sectores denuncian una supuesta censura y una limitación de la libertad de expresión, Tosar aprovechó para defender su derecho a opinar sobre asuntos que le afectan como ciudadano. "Entiendo que a la gente no le interese lo que yo pueda opinar, ni siquiera aspiro a eso, pero entiendo que yo tengo derecho a expresarme y contar lo que ocurre en mi vida que es la vida de un ciudadano que se ve alterada por la política", argumentó.
El actor consideró fundamental que los ciudadanos puedan expresarse libremente, y contradijo el discurso dominante en ciertos medios que sugiere que actualmente se habla menos que en épocas anteriores. "Está este discurso de que ahora ya no se puede hablar en ningún sitio y es precisamente la era en la que se puede hablar de todo en cualquier lado", aseveró.
No obstante, Tosar también reconoció los riesgos de esta libertad absoluta, admitiendo que existen discursos que le generan temor. "Y a veces peligrosamente porque hay discursos que a mí me dan miedo que se puedan expresar de manera libre, pero lo pueden hacer", añadió, mostrando una postura coherente con la defensa de las libertades incluso para quienes piensan diferente.
El impacto de estas declaraciones ha sido inmediato y masivo. En la plataforma X, el fragmento de la entrevista ha superado las 150.000 reproducciones y ha acumulado más de 11.000 interacciones positivas en apenas unas horas, convirtiéndose en uno de los temas más comentados del día.
Esta viralización demuestra el poder que tienen las voces del mundo del espectáculo cuando abordan cuestiones de relevancia social. Tosar, conocido por su activismo político y su compromiso con causas progresistas, ha vuelto a posicionarse como uno de los referentes culturales más incisivos del panorama español actual.
La polémica llega en un momento especialmente delicado para la política española, con debates recurrentes sobre la Ley de Memoria Democrática, la exhumación de restos de víctimas del franquismo y la presencia de partidos con raíces en el régimen dictatorial en las instituciones. Las palabras del actor han servido para reavivar estas discusiones y para poner el foco en la educación histórica de las nuevas generaciones.
Expertos en pedagogía y memoria histórica han coincidido en señalar que datos como los del CIS reflejan una crisis en la transmisión de la memoria democrática y la necesidad de reforzar los contenidos educativos sobre la Guerra Civil y la dictadura. La falta de conocimiento o la distorsión deliberada de los hechos históricos facilita que discursos revisionistas encuentren caldo de cultivo entre quienes no vivieron directamente las consecuencias del régimen.
Tosar, con su intervención, ha contribuido a visibilizar este problema y a generar un debate público que trasciende el ámbito estrictamente político para adentrarse en la cultura y la sociedad civil. Su llamamiento a no normalizar el franquismo y a reconocer el daño causado resuena especialmente en un contexto donde algunos intentan rehabilitar la figura del dictador.
La reacción en redes ha sido mayoritariamente positiva, con numerosos usuarios agradeciendo la claridad y valentía del actor. Sin embargo, también ha generado críticas desde sectores que acusan a Tosar de politizar el cine o de atacar la libertad ideológica. Estas críticas, precisamente, ilustran la tensión que existe en España sobre cómo abordar su pasado reciente.
Lo cierto es que el debate sobre la memoria histórica no es nuevo, pero la implicación de figuras públicas de la talla de Luis Tosar ayuda a mantenerlo vivo en la agenda pública. Su capacidad para comunicar de forma directa y accesible conceptos complejos sobre historia y democracia constituye un valor añadido en la lucha contra el olvido y la impunidad.
El fenómeno viral de sus palabras también pone de manifiesto la importancia de los medios públicos como 3CatRadio para facilitar espacios donde se puedan producir este tipo de reflexiones críticas. En un momento de polarización mediática, estas plataformas se convierten en espacios de resistencia cultural.
Finalmente, la intervención de Tosar nos recuerda que la memoria histórica no es un capítulo cerrado, sino un proceso vivo y necesario para la salud democrática de cualquier sociedad. La lucha contra el revisionismo y la defensa de la verdad histórica requieren la implicación de todos los sectores, desde la política y la educación hasta la cultura y el entretenimiento.