Este lunes, 17 de noviembre, Pasapalabra vivió uno de esos momentos que quedan grabados en la memoria colectiva de los espectadores. Rosa Rodríguez, la concursante gallega que ya ha superado los 250 programas en el concurso, protagonizó una jugada maestra que dejó al público sin aliento: 18 aciertos consecutivos en el rosco, una marca que solo unos pocos han logrado alcanzar en la historia del programa.
La hazaña no solo fue notable por su magnitud, sino por el contexto en el que se produjo. Con un bote de 2.392.000 euros en juego y frente a Manu Pascual —su eterno rival televisivo tras 75 empates consecutivos—, Rosa no solo superó su propio récord personal de 17 aciertos seguidos, sino que cambió por completo el rumbo de la partida.
Manu comenzó con ventaja: seis aciertos iniciales y un colchón de tiempo de 153 segundos. Rosa, con 126 segundos en su marcador, no tuvo dudas: su estrategia era clara —ir a por todas desde el primer turno. Y lo ejecutó con una precisión casi inhumana. Sin titubeos, sin pausas, fue encadenando respuestas con una seguridad que dejó al plató en silencio. En apenas 92 segundos, 18 aciertos seguidos la colocaron por delante de su rival y obligaron a Manu a replantear su juego.
La última vez que se vio algo similar fue en 2023, cuando Rafa Castaño se llevó el bote con 25 aciertos sin interrupción. En aquella ocasión, su rival, Orestes Barbero, no tuvo oportunidad de reaccionar. Esta vez, Manu sí tenía la posibilidad de revertir la situación. Pero la presión de la racha de Rosa, sumada a la necesidad de acertar sin margen de error, pesó demasiado.
Rosa llegó a la letra Z con 23 aciertos y apenas cuatro segundos en el marcador. Le quedaban solo dos letras: la S y la Y. El riesgo era enorme —un fallo no solo significaría perder la partida, sino ceder la iniciativa en su duelo eterno con Manu. Con inteligencia y templanza, Rosa decidió plantarse. Una decisión estratégica impecable que dejó el turno final en manos de Manu.
Con 36 segundos por delante, Manu necesitaba solo una letra para empatar, dos para ganar y tres para llevarse el bote. Las cuentas parecían favorables, pero la presión fue demasiado intensa. Pascual falló en la R y en la M, quedándose sin opciones de bote y sin la victoria. Será él quien dispute La silla azul en la entrega del martes.
Rosa, que acaba de alcanzar los 250 programas, se consolida como la mujer más longeva del concurso. Y tras lo vivido este lunes, también como una de las jugadoras más determinantes. Su racha de 18 aciertos no solo es una de las mejores marcas de esta etapa, sino un recordatorio de por qué Pasapalabra sigue emocionando a millones de espectadores: por partidas como esta, en las que un concursante es capaz de rozar la perfección.
No ganó el bote. No hoy. Pero dejó claro que está más cerca que nunca. Su capacidad para mantener la calma bajo presión, su precisión en las respuestas y su inteligencia estratégica la convierten en una de las concursantes más temidas del programa. Y aunque Manu Pascual sigue siendo un rival formidable, Rosa ha demostrado que puede desafiarlo en su propio terreno.
La rivalidad entre ambos se ha convertido en una de las más emocionantes de la historia del concurso. Cada enfrentamiento es una batalla de estrategia, resistencia y nervios. Y aunque Rosa no se llevó el premio esta vez, su actuación ha dejado una huella imborrable. Los espectadores ya esperan con ansias el próximo duelo, porque si hay algo seguro, es que Rosa Rodríguez no se conforma con menos que la victoria.
En un formato donde cada segundo cuenta y cada letra puede cambiar el destino, Rosa ha demostrado que no solo tiene conocimiento, sino también la capacidad de gestionar la presión. Su racha de 18 aciertos seguidos no es solo un logro numérico —es una declaración de intenciones. Y si hay algo que ha quedado claro este lunes, es que Rosa Rodríguez está más cerca que nunca de convertirse en la primera mujer en llevarse el bote millonario de Pasapalabra.