El encuentro futbolístico entre las selecciones de Catalunya y Palestina, celebrado el martes en el Estadi Olímpic Lluís Companys, dejó más que goles y emociones en el campo. En las horas posteriores, una nueva controversia ha emergido en el ámbito político: ERC ha interpelado al Govern para exigir respuestas sobre si los Mossos d’Esquadra llevaron a cabo tareas de vigilancia o identificación de aficionados durante el evento.
La formación republicana ha presentado en el Parlament una serie de preguntas dirigidas a la conselleria de Interior, centradas en un episodio que ha generado inquietud entre los asistentes. Según denuncias publicadas en redes sociales, al menos dos personas —presuntamente agentes de los Mossos— fueron fotografiadas tomando imágenes de los espectadores en las gradas, específicamente en la zona del gol norte, y no del partido en sí. Un usuario de X (antes Twitter) aseguró que uno de ellos estuvo durante toda la segunda parte del partido haciendo fotos en primer plano de los rostros de los asistentes.
Ante esta situación, ERC exige saber si hubo riesgos reales que justificaran este tipo de actuaciones policiales. En un comunicado oficial, los republicanos señalan que su objetivo es esclarecer si se llevaron a cabo operaciones de identificación o vigilancia sistemática de los espectadores, y si estos procedimientos fueron autorizados o formaron parte de un protocolo establecido.
Además, la formación pregunta si hubo más binomios de agentes realizando tareas similares durante el desarrollo del partido. Esta solicitud no es casual: ERC ha intensificado su escrutinio sobre la labor de los Mossos desde que dejó de dirigir la conselleria de Interior, tras tres años de gestión bajo la figura de Joan Ignasi Elena. La formación considera que es su deber como oposición vigilar el uso de los recursos policiales y garantizar que no se vulneren derechos fundamentales, como la privacidad o la libertad de reunión.
Este no es el primer caso en el que ERC interpela al Govern sobre actuaciones de los Mossos. Hace apenas una semana, la formación ya presentó un conjunto de preguntas relacionadas con la muerte del empresario Isak Andic, fundador de Mango. En aquella ocasión, ERC solicitó saber si la Comisaría General de Investigación Interna y Asuntos Disciplinarios había abierto alguna investigación reservada sobre la filtración de información sensible relacionada con el caso. La formación sigue insistiendo en que se esclarezca el origen de dichas filtraciones, que podrían afectar a la integridad de las investigaciones policiales.
La polémica sobre las supuestas grabaciones en el estadio ha generado reacciones diversas. Algunos sectores defienden que, en eventos multitudinarios, es habitual que las fuerzas de seguridad realicen tareas de vigilancia para prevenir incidentes. Sin embargo, otros critican que, en ausencia de una amenaza concreta, la toma de imágenes de rostros de aficionados puede interpretarse como una violación de la privacidad y un uso desproporcionado del poder policial.
El Govern aún no ha respondido oficialmente a las preguntas de ERC, pero la presión política podría intensificarse en los próximos días. La oposición insiste en que la transparencia es fundamental, especialmente cuando se trata de actuaciones que involucran a ciudadanos en un contexto de ocio y deporte. El partido entre Catalunya y Palestina, que tuvo un marcado tono simbólico y político, ya ha trascendido el terreno deportivo para convertirse en un foco de debate institucional.
Mientras tanto, los aficionados que asistieron al partido se preguntan si sus rostros fueron captados sin su consentimiento y si esa información podría ser utilizada con fines distintos a la seguridad. La cuestión no solo afecta a la confianza en las fuerzas de seguridad, sino también a la percepción de los ciudadanos sobre sus derechos en espacios públicos.
En un contexto en el que la vigilancia tecnológica y el control de multitudes están cada vez más presentes, este caso podría marcar un precedente. Si se confirma que los Mossos realizaron identificaciones sin justificación clara, podría abrir la puerta a nuevas regulaciones o incluso a reformas en los protocolos policiales. Por el contrario, si el Govern logra demostrar que las acciones fueron necesarias y proporcionales, podría reforzar la legitimidad de las fuerzas de seguridad ante la ciudadanía.
ERC ha dejado claro que no se conformará con respuestas genéricas. La formación espera que el Govern proporcione datos concretos, fechas, nombres de responsables y motivaciones reales detrás de las supuestas grabaciones. Solo así, según los republicanos, se podrá restablecer la confianza entre la ciudadanía y las instituciones.
Mientras tanto, el debate sigue abierto. El partido ha terminado, pero el post-partido político apenas comienza.